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Huir... Nunca me a gustado esa opción para enfrentar los problemas de mi vida, lo cual es totalmente irónico porque desde que me fuí de la Academia es lo único que he hecho. Huir de mis problemas, mi pasado, de las promesas y encontrar un lugar donde refugiar mi pobre ser hasta que todo se resuelva por arte de magia. Donde pueda salir de ese jodido escondite y llegar a un mundo donde ya no tengo dolor por una persona que me abandonó sin importar nada, donde no tengo miedo de morir por mi poder o saber que no existe más Academia y Reginald a podido retractarse de su estúpida fantasía.

En cambio ahora he vuelto a huir de un nuevo problema que creía que ya había sido resuelto por los años. ¿Y es que justo tiene que aparecer cuando ya tengo control de mi vida?

Justamente vivo mi vida como quiero a pesar de unos pequeñitos errores que han provocado un giro inevitable de confusiones en mi día a día, pero en este instante da lo mismo eso. Porque ahora tenía otras dificultades y confusiones en mi extraño mundo de locura disfuncional. El hecho de que cinco haya vuelto me hace sentir molesta por todo... Y quiero una explicación, merezco una explicación, pero tal vez ¿no? Después de todo yo lo dejé ir.

Me limpie las lágrimas rápidamente cuando me di cuenta que alguien me observaba desde el marco de la puerta de mi habitación.

──¿Estas bien? ─pregunto con pesar.

──Si... Es normal, mi padre a muerto, Jim.

Se acercó a mi con una sonrisa reconfortante. Pero ahora eso me parecía incómodo, ya no un gestó bonito y atentó como lo fue hace unas horas.

──Tu hermano llamó ─comento con tranquilidad─, pregunto si te sientes bien porque no te quedaste para el funeral.

──Realmente no me sentía en condiciones por lo del embarazo... Y ahora me gustaría descansar.

──¿Quieres que me vaya? Ocho, ahora es más que obv...

──No, no, no necesito tener compañia. Quiero pensar ¿si?

Asintió dubitativo tras mi petición, se acercó para dejar un pequeño beso en la comisura de mis labios como suele hacerlo. Sonrió y finalmente se fue de la habitación, me incorpore para verificar que dejará la casa y todo estuviera cerrado.

Cuando confirme que se fue. Me dirigí hasta el living para tumbarme en el sofá, quiero descansar y dejar estos tontos pensamientos que me tienen al borde del colapsó. No estoy segura de si esto cambie algo o simplemente todo siga igual, pero la incertidumbre me está matando y lentamente mientras mi mente trabaja con facilidad por crear escenarios desastrosos.

Intente dormirme, pero claro todo fue fallido trás cerrar los ojos y volver a ver su rostro, apareciendo una y otra vez. Solté un gruñido de exasperación, volví a intentar dormir, pero está vez no fue solo su rostro sino que eran aquellos recuerdos que había enterrado. Cinco y yo leyendo en su habitación, ambos peleando en el jodido callejón, la noche en que peleamos, cinco prometiendo que me protegería, nuestro primer beso, los días en que me hacía reír, sus celos con Andy, el lago y el fallido intentó de acampar, el perrito que adoptamos y...

T..te... Quiero...

Sus palabras, sus jodidas palabras cuando me prometió volver, su mirada dolida, su besó de despedida. Y todo se volvía negro cuando el se marchaba en un segundo.

Seguido de todos esos meses de espera, sufrimiento, arrepentimiento y de soledad..

Las lágrimas caen por mis mejillas con intensidad, no pude evitar los sollozos que suenan de manera desgarradora.

──Toma un pañuelo para que puedas limpiar tus lágrimas, hermanita –aquella voz me sacó de mis pensamientos.

Me incorpore de golpe mirando perpleja a Klaus en la habitación extendiendo un pañuelo con una mueca de lástima. Deje de llorar por la sorpresa y vergüenza que se instaló en mi ser al darme cuenta de que éste me había visto lloriquear como una niña por un hombre... ¿Que carajos me pasa? Prometí no volver a llorar por un hombre hace años, no volver a derramar una lágrima por cinco y ahora yo lloraba como si mi vida dependiera de ello.

A broken promise || Five Hargreeves #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora