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Desperté tras sentir unos brazos alrededor de mi cintura y un llanto de bebé. Sonreí al abrir los ojos y ver a mi niño a mi lado, también sonreí al sentir la respiración de cinco en mi cuello causando cosquillas. Con cuidado me levante de la cama para hacerle un biberón. Pogo me había dicho que era mejor darle un biberón que alimentarlo yo.

Las pocas fuerzas que me quedan son casí nulas y alimentar a mi pequeño sería matarme más pronto del tiempo que tengo antes de morir. No se si sea cierto o incierto que moriré, pero algo siento en mi cuerpo, algo me dice que ya será mi hora... Espero poder pasar mis últimos momentos con mis dos grandes amores.

Cuando volví a la cama y lo alimente dejó de llorar y comenzó a dormirse nuevamente. Cinco volvió a abrazarme y a pegar nuestros cuerpos lo que más se pudiese. Disfruté a gusto sus brazos alrededor de mi cintura y ver cómo mi niño dormía plácidamente.

Jimmy me había dado el tiempo de estar con cinco y luego me entregó al pequeño Damen para cuidarlo mientras el iba por cosas a casa.

Con gran anhelo abrace a mi niño, cuyo nombre escogí aquella noche. Decidimos llamarlo Damen porque es un nombre que a mí me fascina y siempre había querido llamar aunque sea a una persona o mascota de esa forma.

Sentí un cosquilleo en mi hombro en cuanto sentí los labios de cinco besar mi hombro con dulzura.

──Buenos días –susurro al darme vuelta para mirarlo a los ojos.

──Maravillosos...

Sonreí y me acerque para besar sus labios, al separarme me dedique a contemplarlo y odié verlo de esa manera, lo odié por completo. Sus ojos estaban hinchados de tanto llorar, su mirada pérdida, la tristeza que invadía cada espacio de su rostro, su cabello desordenado y sus labios fruncidos.

Con cuidado pasé una mano por su mejilla hasta donde estaban sus lunares para acariciar aquella zona. Sonrió levemente y aquella sonrisa se apagó tan pronto como se formó. Trague saliva y besé sus lunares hasta llegar a su boca.

──Te amo.

Pude sentir como apretó mi cuerpo y nuevamente comenzó a llorar desconsoladamente. Verlo llorar me destruía por dentro, no me gusta, nunca me ha gustado. Con dulzura besé sus labios nuevamente, pero se separó enseguida y se levantó de la cama para ir a su baño.

Me levante también y dejé unas almohadas alrededor de Damen por precaución y fuí hasta él. Estaba lavando su rostro.

Me recargue en la pared de brazos cruzados y suspiro.

──¿Podrías no pensar en eso?

Se secó el rostro con una toalla y me observó en silencio por un instante.

──¿Dejarías de hacerlo si supieras que moriría? –pregunto frunciendo el ceño.

──Buen punto...

Me acerque a él y pasé mis brazos por alrededor de su cuello recargando mi cabeza en la curva de su cuello. Aunque segundos después me quito con brusquedad y salió del baño a lo cual lo seguí rápidamente.

──¿Que te pasa?

Se volteó con el ceño fruncido y su expresión cambio a una de enfado.

──¿Que me pasa? –preguntó molestó–. Me pasa que no puedo parar de pensar en que es mi culpa lo que...

──No es así. Tu no tienes la culpa de nada ¿si?

Me acerque a él y besé sus labios cuidadosamente. Estaba un tanto molestó y sensible por lo que había pasado, debía ser cuidadosa al tratar con él en este momento. Se separó y sonrió levemente.

A broken promise || Five Hargreeves #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora