Punto fijo

19 2 0
                                    

E vivido 18 casi 19 años en el mismo lugar, mirando ese punto fijo en el que me olvido de todo, la música suena alto ignorando mi alrededor y el mundo entero desaparece. Siento mi cuerpo descansar.

Pasan los años y todo cambia, desde el parque las luces de la ciudad eran mi punto fijo pero hoy los arboles la han ocultado. Ella se fue, y  con la distancia se fue nuestra  infancia llena de momentos en ese pequeño departamento; su cabello liso azabache cambio al igual que nosotras y lo unidas que un día fuimos. Arriba, al otro lado puedo ver su silueta en el balcón, la reconozco de inmediato de aquellos años en los que el mundo giraba en un entorno de niños. Otro piso mas y vuelvo al sentimiento de soledad, en mis recuerdos su melena rubia y sonrisa brillante caracterizaban aquel departamento. Un ultimo nivel y otro lugar vacío, con las luces apagadas me transportan al pasado y lo visualizo con su cabello sacio oscuro, en ese tonto corte de hongo y guardando nuestro secreto de los ojos de los adultos.

En otra torre recuerdo a esa cachaca alegre que me mostro un nuevo mundo en el que me perdí al perderla a ella. Otra torre y mi antigua yo patina por el pasillo, juega a las muñecas y la noche termina con un juego de mesas; ahora miro aquel lugar y ya nadie esta.

Una eterna rival desapareció, maduro y se fue de aquí. Mi persona favorita del mundo viene de este lugar pero vuela por el mundo, intentado llegar lejos pero no deja de enviar un mensaje cada día a mi teléfono. Aquella morena en el ultimo lugar, creció y se perdió de este lugar aunque sus fotos me demuestran que esta bien.

Pienso en el pasado y disfruto de mis momentos jugando a las escondidas. Disfruto vestir a mi barbie con globos y hacerla dormir en una caja cubierta de mis camisas para hacerla acolchada. Disfruto jugar en el jardín "cocinando" con arena en cada pijamada. Disfruto el pasado que viví aun con lo difícil que fue porque hoy me permiten distraerme del destruido mundo de los adultos, que no puedo evitar vivir.

Ya nadie recuerda el metropolitano, ni que el mejor escondite es bajo los carros, tampoco el frio de la noche que soportábamos tomando gaseosa en el parque. Miro las ruinas de enfrente y las terroríficas siluetas que una vez estuvieron en los vidrios, se han ido como mi infancia.

Insertar tituloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora