𝐏𝐀𝐑𝐓𝐄 𝐓𝐑𝐄𝐒
(𝐓𝐄𝐑𝐂𝐄𝐑 𝐕𝐎𝐋𝐔𝐌𝐄𝐍)
Por fin Lisandro Martínez obtuvo el corazón de Marlene Lockley después de un duro año en donde pasaron de todo para que la pareja finamente pudiera estar juntos. Lastimosamente luego de las acciones...
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Últimamente Mar no podía dormir cómodamente al tener constantes pesadillas respecto al trauma que cierto portugués le dejó. Sus sueños básicamente representaban el dolor tanto emocional como físico que marcaron en ella sin solución alguna. Pensaba que estando con Lisandro se le olvidarían o tan siquiera se distrajera, pero las noches continuaban siendo demasiado largas para la inglesa.
Abrió los ojos con la respiración agitada mirando al techo. Sentía su corazón palpitar sin controlarse y sus manos temblaban levemente. Se giró para encontrarse con un argentino aún dormido plácidamente dentro de las sábanas. Se le escapó una sonrisa al sentir ternura por Lisandro.
Acaricio la mejilla de este para después besar su frente y prepararse para su rutina matutina. Se vistió para irse a correr como todas las mañanas pensando que el aire fresco le sentaría bien, lamentablemente fue lo contrario.
Conforme avanzaba más, se fue concentrando en la música que su playlist sonaba. Era puras canciones de rupturas y una en específico hizo detonar la bomba. Slow Motion by Charlotte Lawrence. La letra simplemente le afectó demasiado al recordar todos los buenos y malos momentos que pasó con el portugués, que sin fijarse en el suelo, tropezó con un pedazo de banqueta levantada.
Iba tan rápida que el golpe fue tremendamente fuerte sintiendo que varias partes de su cuerpo terminaron raspadas. Su frente sangraba ante un corte que se hizo, y por último la pantalla de su celular se quebró. Qué más podría salir mal?
Mar estaba segura que había superado al portugués al conocer los posibles rumores de que ya no estaba en Manchester. Sin embargo, si había algo con lo que ha batallado en sacar adelante, es su mismo pasado. Nunca se creyó capaz de superar su pasado hasta que pasara mucho tiempo después de lo acontecido.
Esto solo lo puso de mal humor que estaba consiente de que no quería hablar con nadie. Por lo que se dirigió primero a la casa de Lisandro dejándole una nota avisando que se fue a su casa. Durante el camino, recordó que tenía que pasar a recoger su último cheque del trabajo, por lo que una vez que llegó a casa, subió a las escaleras sin fijarse que su hermana y Rodrigo estaban desayunando.
-Mar? Eres tú?- se le hizo extraño que la puerta se abriera sin alguien que dijera algo.
Rodri se levantó -si quieres yo reviso- dice protegiendo a su amada. Camina hasta el cuarto de Mar tocando de la puerta -eres tú, Mar?- pregunta.
-Si- responde en seco.
-Ah! Qué alivio! Pensábamos que era alguien más- exclama Rodrigo esperando respuesta de su cuñada pero solo siguió el silencio.
El español se regresa a acompañar a su novia -era tu hermana- indica cuando toma un bocado de su comida.
-Gracias por asegurarte, Rodri- Liz lo besa en la mejilla -aunque se me hace raro que no haya dicho algo- se extraña y minutos después la menor de las Lockley sale del cuarto llegando a la cocina sin cruzar miradas con los novios -todo bien, Mar?- desea Liz saber.
-Eh si- de nuevo su respuesta fue cortante.
Lizbeth frunce el ceño al notar que su hermana menor ni la ha visto a los ojos -Mar, mírame fijamente- pide.
-Ya voy tarde- se niega la morena al mismo tiempo que preparaba su bolso.
-No! Primero hazme caso!- ordena con autoridad.
-Lizbeth, te pido que me dejes en paz- desea Mar frustrada.
No iba a tolerar el cortante y descortés carácter de su hermana, por lo que Liz se aproxima a Mar girándola para verse frente a frente -cuál es el problema que no me quieres decir?- sus ojos se desvían al curita que estaba en la frente de Mar -qué te sucedió?- intenta tocar la herida de la morena pero alcanza a quitarse.
-Sólo...!!- había hecho un movimiento brusco que hizo asuste a Liz -no me abrumes, quieres?- pide ya más calmada y sale del apartamento directo a las instalaciones del United.
Una vez que sale de su auto y se dirige a la entrada, reconoce una silueta familiar. Lo llama por su nombre sorprendida y este voltea -hey, Mar- saluda Jadon.
-Qué haces aquí? Son vacaciones- responde intentando disimular su mal humor sin éxito.
Jadon se rasca la nuca -se me olvidaron unas cosas- revela con sus palabras un poco torpes saliendo de su boca.
Esto lo hizo delatar -mientes- Mar entrecierra los ojos -por qué estás aquí?- cuestiona una vez más en seco.
-Te sucede algo?- también el inglés reconoce el carácter de Mar.
Rueda los ojos -no quieras evadir mi pregunta- advierte seria.
-No lo hago- responde calmando -es solo que me preocupa al verte de mal humor. Algo pasó y yo lo sé- se atreve a acercarse más a ella -qué fue?
El contacto visual hizo que demasiadas emociones se mezclaran en el interior de Mar -te prometo que te digo si me dices la verdadera razón por la que me estás mintiendo- propone.
Jadon desvía la mirada -me enteré de la verdadera razón por la que te despidieron- confiesa -Mar, no tuviste porque...
-Déjalo ir, quieres, Sancho?- pide cortante -te salve el pellejo, deberías agradecerme.
-Yo no...
-Mierda, Sancho! Ibas a sufrir el mismo destino que Dias!!!- suelta con el coraje dentro -luego de lo nuestro, no quería que tu carrera futbolística se viera más afectada por mi...- Mar se encoge de hombros -ha sido un año duro para ti y luego si te hubieran corrido del United ya iba a ser el colmo. No te lo mereces.
Acaso era esa la razón? O era algo más? Será que quizá Mar no quería ver partir a Jadon Sancho.
-Mar, estaba dispuesto a enfrentar las consecuencias una vez que tomé la decisión de golpear a Dias- confiesa -sabía de lo que se venía y aún así fui a salvarte. Tu vales la pena ante todo.
Había quedado conmovida por esas palabras -pues no! No quiero que mi sacrificio sea en vano si es que vas a delatarte frente a todos!- niega.
-No solo iba a confesar todo- detiene Jadon -también iba a convencerlos de devolverte tu empleo- desvela -al igual que tu, odio que hayas puesto en juego tu carrera por alguien que al principio de temporada fue un egoísta e inmaduro contigo.
Mar buscaba qué más decirle -has cambiado- se relaja -sólo olvida lo que pasó, ok?- pide vencida.
-Lo haré. Bajo una condición- negocia -que vengas conmigo.
-A qué?- la morena alza una ceja.
-A que te ayude a liberar todo tu coraje que traes dentro- revela Jadon con una sonrisa.
