𝐏𝐀𝐑𝐓𝐄 𝐓𝐑𝐄𝐒
(𝐓𝐄𝐑𝐂𝐄𝐑 𝐕𝐎𝐋𝐔𝐌𝐄𝐍)
Por fin Lisandro Martínez obtuvo el corazón de Marlene Lockley después de un duro año en donde pasaron de todo para que la pareja finamente pudiera estar juntos. Lastimosamente luego de las acciones...
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Lisandro se levantó al escuchar unos toques desesperados en su puerta. Se levantó confundido ante los ruidos encontrándose con Lizbeth Lockley y Rodrigo Hernández quienes estaban en la entrada esperando a ser recibidos.
-Liz? Por qué los duros toques?- pregunta el argentino.
-Intentaré controlar mi enojo contigo- Lizbeth toma un respiro profundo -qué hiciste ayer con mi hermana?- pregunta calmada.
El defensa se extraña por las palabras de su cuñada -hicimos la cena en mi casa, nos divertimos y justo cuando amaneció, noté que me dejó una carta donde me decía que se iba a su departamento porque tenía que hacer unas cosas- responde -al analizar sus miradas, todo apunta a que Mar no está en su hogar?
-No exactamente- responde Rodri -es decir, si vino a la casa pero fue muy cortante con Lizzy y después se fue diciendo que precisamente tenía algo pendiente- describe el español.
-Sumando que tenía un curita en la frente...- inicia Lizbeth.
-Cómo?! Pues qué le pasó?!- se preocupa Lisandro.
-Pensaba que tú sabías- dice Liz.
-Y si se lastimó mientras estaba en su cuarto?- sugiere Rodri -Licha desconocía de las heridas...
-A ver!- detiene el mismo red devil -tenía más heridas?
Rodri suspira -Mar es una chica llena de misterios.
Liz intenta llamar a su hermana pero la manda directamente a buzón de voz -dónde mierdas se habrá metido?!- es ahí donde llama a Danny para buscar respuestas.
La italiana responde al instante -hola, Lizzy- saluda.
-Hey, Dann- responde amigable -oye, de casualidad no sabes dónde se metió Mar?
Danny tarda en responder -la verdad solo conozco parte de la verdad- decía en altavoz.
Lisandro se entromete -a qué te refieres con que parte de la verdad?
-Hola, Licha- saluda tragando saliva -Scott me dijo que la vio en las instalaciones del United. Traía un sobre en la mano- detalla -luego, Scott me dijo que no estaba seguro, pero deduce que Mar estaba siguiendo el carro de Jadon.
Los tres se miran sin saber qué responder -te agradezco, Danny- el argentino es quien habla.
-Lo que necesiten, acá estoy- dice la rubia y termina la llamada.
Por qué será que cada que Marlene Lockley desaparecía del radar de los demás, Danny Sciacca y Scott McTominay eran los que conocían de su paradero que relacionaba coincidentemente a Jadon Sancho? Era una duda que siempre rondaba en la mente de Lisandro.
Es Rodri quien rompe el incómodo silencio -puede que haya ido a recoger su última paga- sugiere -y se haya encontrado a Jadon de casualidad- insiste el español.
Ahora la duda era por qué su novia se iba con el inglés? -Qué extraño, no recuerdo que me haya dicho que tuviera planes con Jadon- responde confundido y a la vez incómodo.
-Licha, relájate- Liz fue quien notó que su cuñado se puso levemente tenso -de seguro solo se fueron a pasear. Recuerda que antes de que tu llegaras, Mar y Sancho eran mejores amigos, quizá solo buscan restaurar esa amistad.
-Puede ser...- dice no muy convencido.
-Lisandro, mírame!- Lizbeth obliga al argentino a que no desprenda la atención de ella -nunca dejarás de ser el primer amor de mi hermana, después de todo tienes el privilegio de ser la primera persona que logró enamorar por primera vez a Marlene Lockley, algo que el mismísimo Jadon Sancho fracasó pese a todos los años que estuvieron juntos.
El discurso de Liz hizo sentir mejor al defensa, sólo necesitaba recordar que desde un principio, Mar lo había elegido a él en las dos ocasiones, por encima de Jadon y Rúben -tienes razón, Liz. Dios! En qué pensaba? Mar me ama.
-Por supuesto- reafirma Rodri.
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-Ya me quieres decir a dónde me llevas?- pide Mar -porque deduciendo por el camino, parece que planeas secuestrarme- describe la naturaleza.
Jadon ríe -si te secuestré pero me lo agradecerás más tarde- dice irónico.
Mar solo lo mira extraño sin dejar de sonreír y por fin el moreno estaciona el auto. Habían llegado a un lugar rocoso y calmado, la brisa daba un poco de frío y el cielo estaba nublado. La inglesa dedujo que estarían realizando un hiking pues antes de llegar, pasaron al apartamento de Mar por ropa más cómoda.
-Ok, haremos una caminata por aquí- dice aún dudosa.
-Confía en el proceso- pide y ambos empeñan la excursión adentrándose más profundo en el área.
Llegaron hasta la cima con una vista encantadora donde se veía un lago a lo lejos y justo a tiempo para presenciar el atardecer. Mar se sienta reflejando que terminó demasiado cansada mientras que Jadon se le escapa unas risas -tonto! No cuento con tu stamina- dice frustrada.
-Si no me dices, no me doy cuenta, eh?- resalta burlón.
-Idiota- rueda los ojos juguetona.
El red devil adoraba hacer enojar a la morena porque su rostro le causaba ternura -solo bromeo.
-Ya dime qué hacemos aquí?- demanda.
-Te traje aquí para que líberes toda tu energía negativa- su amiga lo mira sin entender -me refiero a que esta mañana te vi muy molesta, estresada y enojada, por lo que he decidido a compartirte uno de los métodos que me enseñaron en mi rehabilitación- explica -grita.
Mar frunce el ceño -perdón?
-Grita, créeme, hazlo- insiste.
Esta no muy segura le hace caso y grita con su mirada al lago. Gracias a ello, sintió como si una carga menos se le fuera. No obstante, su instinto la hizo gritar de todo lo malo que ha vivido este último año, gritó sin dar ni una pausa larga hasta que ya no le quedaba voz. Pese a ello, aceptó que se sentía mucho mejor.
Intentaba recuperar su aire cuando se encuentra con Jadon mirándola con una sonrisa satisfactoria -mejor?- le pregunta.
Con ello, los sentimientos de la inglesa se volvieron a mezcla haciendo imposible deducir exactamente sus emociones -mejor- se limita a decir.
