A Tu Lado [BKTD]

Ilusión.

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— No voy a decir nada.

Anuncio en voz alta mirando al frente.

—Esta bien, no volverá a pa—

—No lo hago por ti. Es por mi gente. —Todo rastro de alivio se fue del alfa pero Shoto para ese momento ya ni lo miraba. — No quiero el olor de ella en mi nid-- en mi cama, ve a darte un baño.

El alfa se movió rápido, su alfa interno gruñendole por ser un idiota y apresurandolo a que se quite el olor de esa zorra. También porque no quería ver el rostro decepcionado de Shoto.

Se volteo una última vez para verle cubrirse el rostro mientras débiles temblores le recorrían todo el cuerpo.

Cuando escucho la puerta ser cerrada se recompuso de inmediato.

Apenas escucho al alfa entrar camino a su puerta que daba al pasillo, se acercó a revisar que no hubiera alguien escuchando pero sólo estaba Sero al inicio del pasillo, de espaldas, tal vez vigilando que nadie se acerque.

Junto las cejas, el beta había intentado que no fuera donde estaba Katsuki entonces lo sabía, lo miró por unos segundos y cerró la puerta. La manija estaba destrozada y trató de que su puerta esté cerrada al menos.

Katsuki salió con el pelo húmedo, desnudo como de costumbre

El estaba ya sentado, esperando, tomó un vaso de agua y se prometió no llorar, no hasta que estuviera solo de nuevo.

El alfa se acercó de nuevo, temeroso pero Shoto no lo miraba, miraba el baño, el mueble destrozado que se podía adivinar. Iba a empezar a hablar pero Sero dio dos toques, frunció el ceño cuando la puerta se abrió. No podía ver a un amigo, sólo un traidor.

—¿... Majestad?

Katsuki gruñó mientras pasaba sus brazos sobre Shoto y lo dejaba en medio, aprezandolo en la cama, el omega se dejó, mirando a Sero y abrazando al alfa por el cuello para mantenerlo cerca.

—Que no nos moleste nadie. —Informó mientras su alfa estaba sobre él.

—¿... Esta todo bien?

Shoto volteo el rostro, acercó su boca hasta la oreja de Katsuki y susurro lo más bajo que pudo: —Que se vaya.

—Mi omega quiere que te vayas, imbecil ¡Largo!

Escucho todo con cero expresión en su rostro, el harem, Leyla, su dolor porque no lo marcaba y como su madre lo jodia constantemente por un heredero.

Leyla, fue lo que más le dolió, porque Sero lo sabía y no le dijo nada, trató de incubrirlos aún cuando Shoto lo consideraba uno de sus mejores amigos. Tenía que ir con un médico, rápido, y Izuku era su mejor opción en estos momentos. Descartar alguna infección apesar de que sabía que los harem en los castillos siempre eran vigilados y bien cuidados, pero no iba a arriesgarse a nada.

—Los quiero muertos.

Katsuki tomó la mano del omega, negó con la cabeza.

—A ella si, ese idota es un soldado cercano a la corona... No puedo.

Shoto quito su mano pero el alfa la busco de inmediato. No lo quería dejar ir.

—¿Quieres que se enteren que me traicionaste? ¿Que se rompa el tratado y tengo que quedarme aquí...?—El alfa se tenso ante la idea, si lo iba a hacer tenía que ser de noche, un trabajo sucio y a ocultas de los demás en donde ni sus más fieles podían participar, era cosa de él y Shoto como pareja. —Yo no quiero quedarme aquí.