Culpa

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Shoto estaba en duda de si ir a desayunar, Bakugo no había llegado y ya iba a ser la hora del desayuno y no quería faltar al protocolo.

¿Sería malo si fuera solo? ¿Era peor que no fuera o qu elo haga solo?

Recordó a sus guardias, haría que lo escolten o preguntaría si podrían hacerlo.

El alfa de pelo rojo estaba en la puerta, como siempre. Pero había otros dos que no conocía pero que lo reverencia ron cuando lo vieron.

—Buenos días ¿Sucede algo, majestad?

—... Buenos días. El Príncipe Bakugo no llegó a dormir y ya es hora de desayunar. No se que debo hacer.

Vio al pelirrojo mirar a los guardias y estos asintieron dándole la razón al omega. El alfa no había llegado, parecía que su pareja era el único que no sabía dónde estaba.

Eran pocas cosas que hacían que el príncipe falte a su habitación en la noche y Kirishima sabía que no estaba acompañando a su padre o en una pelea.

—Yo lo escoto, majestad.

Shoto camino a su lado, sin hablar, no quería ni preguntar dónde estaba, no le interesaba había podido dormir sin miedo desde que dejó su hogar. Pasaba por los pasillos y habían balcones en donde deseaba tomar desayuno con la ligera brisa y vista de los jardines.

No le dejarían, seguro. Todos estaban tan ocupados como para apreciar pequeños detalles.

Cuando entre al comedor familiar pudo ver a la reina y al rey, ambos comiendo en silencio pero con una sonrisa gentil que nunca creyó ver en ella.

—El Príncipe Shoto me pidió que lo escoltara, provecho majestades.

—Buenos días, buen provecho. —Saludo.

No tenía ni ganas de mirar la cara de la reina, ya sabía que esperar de ella.

—Buen día, gracias. —Respondió Masaru de inmediato.

—Gracias, Draco. —Respondió la reina mientras tomaba asiento, la vio sonreírle al guardia y luego se volteo a él. — ¿Y Katsuki?

Algo sorprendido por su actitud "amable" de hoy, parpadeo antes de responder.

—Uh, no lo se. No volvió luego de que fue a cenar.

—Ya veo. Kirishima te escoltara de vuelta.

Shoto asintió, pero notaba a la reina algo más amable, más calmada, no tan alterada como cuando estaba con su hijo.

Desayuno en silencio y disfruto de su té en silencio, cuando estaba sirviéndose la segunda taza de sus hierbas que había traído de casa vio a la muchacha que le ayudaba, ella le dijo que trabajaba en la cocina diario y había logrado que le sirviera en el desayuno. Traía fresas que dejó en la mesa y luego se retiro.

Tenía miedo de tener un cachorro, había sido tomato pocas veces pero el alfa parecía tomarse en serio su deber, repetía que lo era y cuando lo tomaba iba directo al punto. Lo tomaba y se largaba al baño, como si tomarlo fuera un suplicio, como si le diera asco.

Para Shoto era algo... nuevo, se sintio incómodo.

Estaba acostumbrado a tener a alfas detrás de él, siempre, rogando minutos de atención, un intercambio de palabras y un paseo era algo que sólo el príncipe Inasa había conseguido.

¿No era atractivo aquí? Es decir, cada pueblo tenía sus estereotipos.

Estaba por tomar otra taza cuando la puerta se abrió, con su alfa con diferente muda de ropa y el pelo húmedo, debió ir a su habitación a cambiarse.

A Tu Lado [BKTD] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora