A Tu Lado [BKTD]

Mañana

Cuando sintio al alfa despertar fue consciente de que no pego un ojo en toda la noche, lo vio caminar desnudo al baño en donde se perdería un buen tiempo seguro.

Anoche, luego de que el alfa se quito de encima de él se movió rápido al baño en donde se aseo con rapidez, no tenía caso tenerle vergüenza al alfa por lo que salió aún con gotas que resbalan por su cuerpo y se vistió lo más rápido que pudo para acostearse y fingir dormir.

No se sentía diferente, recordaba que los libros decían que la unión era un momento hermoso en donde ambos se corresponderían y que sus almas se iban a entrelazar. Le sabía a basura, no fue hermoso en absoluto, le dolían las caderas y su cintura junto a sus muslos tenían las manos de su, ahora, alfa marcadas. Su cuerpo estaba resentido y quizás de ahora en adelante tendría que hablarlo un poco con él pues el sexo no tenía que ser malo siempre.

No iba a soportarlo, y ese hombre parecía tranquilo.

Apretó los ojos con vergüenza recordando que hubo momentos en donde se sintió bien, y el alfa sabía que lo hizo sentir bien porque repetía el movimiento sugerentemente cuando quería que le quitase las uñas de la espalda.

Aun no salía el sol y el alfa ya estaba alistandose ¿Que tanto tenía que hacer si no era Rey aún?. Se sentó revisando las marcas en su cintura de nuevo cuando la puerta del baño fue abierta. Apartó la mirada cuando salió el otro aún desnudo y empezó a buscar ropa en el armario de madera.

—Cambiate. Aquí se desayuna temprano.

Shoto asintió y camino hasta buscar sus pantalones de tela y saco pero la mano del alfa lo detuvo cuando tomó la prenda.

—Te lo dije antes: Debes vestir ahora como un Guerrero.

—Es lo único que tengo... no se como deba vestir de todas formas.

El alfa solo le quito el saco por lo que intuyo que estaba bien que solo use el pantalón de tela y la camisa, así interpretó que estaba bien con eso.

En su casa solo dejaba de usar su abrigo cuando hacía demasiado calor y estaba fuera, pues el castillo al ser de piedra conservaba una temperatura agradable para permanecer adentro en verano. Se sentía algo incómodo, siempre había estado cubierto porque le habían enseñado una forma de vestir en la que estuvo cómodo mucho tiempo y ahora toda su vida estaba de cabeza.

El alfa espero por él en la puerta mientras se ponía sus botas de cuero y se tomó unos pocos segundos para ir al baño y lavarse la cara, afortunadamente había un espejo ahí en el que reviso su cabello y si había alguna imperfección en su piel. Solo pudo ver la mordida que resaltaba en su cuello, no quería abrochar todos los botones hasta el final pues aunque la tela era fina la herida estaba fresca y le ardía.

Aún no sabía que iba a hacer en su celo, pero si su omega se llegara a sentir atraído por el alfa lo terminaría mordiendo y la unión seria completada.

Por supuesto, eso no podía ser.

Cómo actuó el alfa dejaba en claro que era alguien que seguía sus propios deseos y si era lo suficientemente inteligente podía hacerle tropezar en su juego y sólo buscar detalles para romper el tratado. Claro que sí salía mal no sabía de lo que ese alfa era capaz.

Cuando salió el alfa ya tenía la puerta abierta, se puso a su lado y ambos caminaron por los extensos pasillos. Tenía su habitación en una de las habitaciones más altas, no tan arriba como los reyes pero un lugar bueno que dejaba en claro su posición. Era una habit enorme junto al baño ahora que salía, porque no habían otras habitaciones cerca, y solo había otra puerta pequeña que estaba antes de doblar el pasillo.