A Tu Lado [BKTD]

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Shoto tuvo mucho cuidado en las cosas que empaco, se durmió temprano y aunque hubiera querido dormir más no pudo. Se levantó con el sol para tener un momento consigo mismo pero tocaron su puerta.

—El príncipe Katsuki ya lo está esperando en el carruaje.

Sero entró por sus maletas y cargo un par mientras dos criadas se llevaban otras, sólo pudo caminar detrás mientras se ajustaba el cinturón a sus pantalones de tela.

Toda su familia estaba abajo, incluido Touya pero los demás parecían ignorarlo.

—¿Y mi baúl? —Preguntó hacia Leyla que estaba ahí. Le pareció extraño pues ella era una de las que trabajaba en la cocina, ni siquiera había ido a su habitación a ayudarle.

La muchacha señaló dentro del carruaje.

—Su majestad Katsuki fue quien la trajo.

Shoto junto sus cejas por un momento, era nuevo que alguien toque sus cosas sin permiso.

Su familia los acompañó hasta el puerto, había un barco mediano pero se veía bien cuidado y lo suficientemente espacioso para un viaje tan largo.

La despedido fue rápida, pues los reyes ya habían subido y el alfa estaba de brazos cruzados esperando por el.

—Cuidate mucho. — Pidió su madre tomándole del rostro. —Iremos a visitarte para la coronación del Príncipe Katsuki. Te mandare cartas. Mandame tu también.

Asintió mientras sus dos hermanos lo abrazaban por turnos, Natsuo no dejaba de mirar al alfa rubio, si bien era un poco más alto a simple vista podía ver músculos enormes baja esa camisa y los pantalones de tela.

Enji se acercó a él, no eran muy cercanos porque su padre siempre estuvo tras Touya, rogándole que estudiará y no se había dedicado tanto a sus otros hijos. Pero Shoto siempre estuvo en la biblioteca y sólo le fue dada una pequeña guía que supo aprovechar para ser alguien tan preparado como lo era ahora.

Le puso una mano en el hombro.

—A la menor falta al acuerdo, Shoto, y esto se disuelve.

—Daré lo mejor.

Sabe que no es, culpa de su padre, mucho menos de su madre, pero mientras subía tras el alfa se le arrugar in los labios recordando todo

...

Se quedó en un borde mirando a su familia hasta que el barco se alejo lo suficiente, sólo podía ver las montañas de su tierra y repetirse como mantra que era lo mejor para su pueblo.

Los reyes se habían encerrado en una habitación al otro extremo del barco, había visto a Bakugo entrar a otra habitación hace un rato y no sabía dónde estaba la suya...

—¿Príncipe Shoto?

Miró a una chica que le indicó donde podía ir si quería descansar, trago saliva cuando apuntó a la habitación donde el alfa se había perdido. Agradeció y se quedó mirando el horizonte, pensando.

No iba a hacerse ilusiones, no con alguien como él, si lo tomaba ahora podía embarazarse y no era bueno, para él y su propia cultura en donde era casi impensable consebir un cachorro fuera de la unión. Tenía que buscar un lugar donde prepararse el té que tomaban las mujeres para no embarazarse pero dudaba que no le cuestionaran si iba a las cocinas, se lo contarían a los reyes o al alfa.

Entonces, sólo podía darle asco al alfa.

...