El castillo era enorme, de niño muchas veces tuvo que tranquilizarse para no entrar en pánico porque se había perdido y era un cachorro que siempre estaba de la mano de su mamá pero era algo travieso y aventurero decía Mitsuki mientras lo regañaba.
Aun había demasiada gente para su gusto, unos cuantos nobles que aprovecharon de hacer una visita. Entre ellos, Momo Yaoyorozu.
Estuvo de aquí para allá con Shoto desde hace dos días, desde que su familia se fue, y de verdad que Katsuki no estaba nada de acuerdo con aquello.
Volvieron a su habitación, Shoto casi un peso muerto a su lado, decaído, triste y su olor estaba volviéndolo loco porque no sabía qué hacer ante su omega triste.
—... Tengo que volver.
Katsuki se tenso frente a su armario, estaba quitándose esa estúpida ropa formal.
—No.
—Katsuki...
—He dicho que no.
—Es mi pueblo.
—Y ahora tu eres mi omega y este es tu pueblo. —Reafirmó girandose a verlo.
—¿Vas a encerrarme? Necesito estar ahí. —Hablo rápido sentándose en la cama, se distrajo un momento cuando su pijama dejaba a la vista un hombro de Shoto. —Acompañame.
—No puedo dejar a mi pueblo.
El omega no dijo más, pero sus ojos eran tan expresivos que Katsuki casi podía sentir como se incendiaba por la carga de odio que contenía. Shoto le dio la espalda, se acostó con movimientos fuertes y su olor pasó de triste a enojo.
El cenizo sentía náuseas, pero no podia dejar la habitación y bajar a su cuarto lleno de omegas qué siempre le esperaban. Había demasiada gente, alfas, betas por todos lados que le habían dado más de una mirada a su omega. Se acostó a su lado, en silencio.
A la mañana siguiente se levantó con el sol, arrojó las cobijas con la fuerza suficiente para que él omega se despertará. Lo escucho gruñir y salio de la habitación. Al menos, a esta hora ningún noble se levantaría, podría hacer lo que quería sin ojos curiosos por un par de horas.
Shoto arrugó la nariz cuando Yaoyorozu volvió a quejarse. Para suerte suya pasaba Kirishima y pidió que ayudara a su amiga a llevarla al salón de médicos.
El soldado infló el pecho con orgullo y con educación que pocos tenían en este lugar cargo en brazos a la princesa y la llevo.
—Midoriya viene en unos momentos, majestad ¿Hay algo más en lo que pueda servirle?
—Estoy bien, muchas gracias.
El soldado hizo una reverencia y se fue.
Su amiga volteo a mirarlo apenas escucharon sus pasos alejarse.
—¿Todos aquí son tan guapos?
—Basta con eso.
Shoto la había escuchado hablar estos días de lo afortunado que era por tener un esposo, joven, guapo y fuerte. La había mirada mal cuando ella señala un chupeton qué quedó a la vista luego de su paseo qué no se borraba de la unión de su cuello y su hombro, al lado contrario de su mordida.
Ella decía que estaría feliz con un marido como Katsuki. Pero ella solo los había visto interactuar de lejos en la fiesta, Katsuki había quedado como un alfa atento y protector a la vista de todos. Que era el plan, pero estaba algo lejos de la realidad.
![](https://img.wattpad.com/cover/331993102-288-k950628.jpg)
ESTÁS LEYENDO
A Tu Lado [BKTD]
FanfictionUn matrimonio arreglado, el único deber de Shoto era lucir bonito y tener un hijo para Katsuki. Sería fácil si Katsuki simplemente cerrará su maldita boca y dejara de llegar oliendo a otros omegas.