"¡No! ¡No! ¡Vamos!" Lo escuchaste desde la habitación de tu hermano. "¡Ja! Te dije que soy mejor que tú"Pausaste tu música, te levantaste de tu cama y caminaste hasta la habitación de su hermano. "¿Podrías estar un poco más callado?" Preguntaste un poco furiosa.
"Lo que sea, vete" dijo Ryohei y te empujó fuera de su habitación.
"No te preocupes, lo intentaremos" escuchaste decir al amigo de Ryohei.
Le sonreíste. Le sonreíste a Daikichi Karube. Él siempre ha estado en tu mente. Desde que lo conociste por primera vez. Su rostro combinaba perfectamente con su cabello y cuerpo. Es simplemente perfecto en todos los sentidos.
Oh, las cosas que quieres que te haga. Quieres que envuelva sus brazos alrededor de tu cuello y te ahorque. Quieres que te folle tan fuerte que te olvidas de todo lo demás. Es solo cuestión de tiempo que tus pensamientos sucios se hagan realidad.
"Heeyy" saliste de tus fantasías y viste a Karube mirándote.
"¡Oh! O-oye" Dijiste un poco nerviosa. "Estás desconectada, ¿estás bien?" Lo miraste.
"Sí, estoy bien" sonreíste. "¿Dónde está Ryohei?" "Fue a tomar una ducha. ¿Quieres pasar el rato mientras está fuera?"
Tus ojos se abrieron un poco y te quedaste sin palabras. "Yo- um... S-sí, claro, por qué no". Caminaste a su lado y te sentaste.
"Así que uh, ¿qué haces para el trabajo?" Le preguntaste.
"Trabajo en un bar" te respondió sonriéndote.
"Ah, okey."
"¿Tú que tal?"
"Oh, todavía no tengo trabajo"."¿Por qué no?" Él cuestionó.
"Simplemente no he encontrado uno bueno todavía". Respondiste a su pregunta y miraste el juego que él y tu hermano estaban jugando.
"¿Qué es este juego?" Tu preguntaste.
"Es mario kart". Él dijo: "El juego es bastante bueno. Solo necesitas conducir y ganar. Y yo soy mucho mejor que tu hermano". Él se reía y tú reías con él.
Hubo un silencio entre ustedes dos. Lo miraste. Miraste sus labios, luego sus ojos, luego su nariz, luego sus orejas.
Todo era perfecto. Él era impecable. Sería imposible nombrar una imperfección en este hombre.