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Decir que me encuentro nerviosa es poco, estoy consciente de lo tonto que es estar nerviosa por ir a casa de Junkyu, pero no es por esa razón, me encuentro de esa forma gracias a que fue él quien me invitó. Es absurdo, lo sé, pero me hace preguntarme; ¿por qué quiere que vaya? Es decir, eso me suena más a reunión de chicos, ya saben, ver partidos de baloncesto, jugar videojuegos, yo que sé. Lo único que sé es que yo no encajo ahí.

Tal vez solo está invitandome en plan de amigos, porque no somos más que eso, pero una parte de mi se emociona con la mínima esperanza de que tal vez yo también le guste y quiera pasar algo de tiempo conmigo.

Y si lo pienso bien, puede que sí sienta algo de atracción por mí, es decir, él siempre está haciendo comentarios lindos hacia mí, cómo; “Que linda te ves hoy, Haneul” , “Tienes una sonrisa muy hermosa” , “Me gustan tus cachetes, eres muy tierna” y un sinfín de comentarios que no hacen más que sonrojarme tanto al punto de parecer un tomate, literalmente.

Sacudo la cabeza y me digo a mi misma que tengo que dejar de perder el tiempo y arreglarme para ir a casa de Junkyu. Tengo exactamente una hora antes de que llegué Mashiho por mí, pero al escuchar el sonido de alguien tocando la puerta principal, no evito saltar del susto, reaccione y salí corriendo de mi habitación para ir a abrir.

— ¡Papá! — Grito en cuanto lo veo dejar la maleta a un lado de la puerta para luego sacarse el abrigo. Corro hasta donde está y lo abrazo fuerte, él se ríe y corresponde mi abrazo. — Creí que no regresarías hasta el domingo. — Digo mientras deshago el abrazo.

— No me sentía bien, cariño. Le pedí a mi jefe regresar antes.

— ¿Te encuentras bien? — Pregunto preocupada.

— Solo estoy cansado y estresado. Iré a acostarme. — El timbre de la casa suena antes de que pueda siquiera pensar en responder y ante esto papá me mira curioso. — ¿Esperas a alguien?

Papá abre la puerta y un sonriente Mashiho aparece tras ésta. Pero no está solo, viene acompañado de alguien, pero no logro ver de quien se trata. Papá abre más la puerta dejando entrar a Mashiho junto al chico de tez blanca, cabello largo y más alto que él. Es muy lindo.

— ¿Se puede saber por qué sigues en uniforme? — Mi atención vuelve a Mashiho que ni bien llega, comienza a reclamarme. El chico junto a él solo mantiene una sonrisa ligera en sus labios, haciéndolo ver adorable.

— Mashiho, no grites, papá se siente mal. — Ante esto papá hace un gesto con la mano resotandole importancia.

— Ve a arreglarte, ya. — Ordena mientras me toma de los hombros, me voltea y me empuja hacia el pasillo. Sigo el camino hacia mi habitación, tomo el primer conjunto que veo, me hago una cola alta y no suelo usar maquillaje, pero está vez opte por colocarme un poco de máscara de pestañas, un labial rosita y me hago un delineado leve en cada ojo. Luego de esto, me miro al espejo con una sonrisa, satisfecha con el resultado.

— ¡Haneul, vamonos ya! — Grita Mashiho, me apresuro a tomar un bolso y lanzar mi celular, cargador y audífonos dentro de la misma. Me coloco un poco de perfume  para finalizar y salgo de mi habitación ya lista. — ¡Haneul, muero de... — Se detiene en medio de su oración cuando me ve y su amigo se limita a sonreír mientras se sonroja levemente. — Vaya...

— Ya estoy lista, deja de gritar. — Regaño. — Ya podemos irnos. — Tomo mis llaves y abro la puerta. — ¡Adiós, papá! — No recibo respuesta, así que supongo que debe estar dormido. Los chicos salen y cierro la puerta con llave.

De camino a la casa de Junkyu, estuvimos contando anécdotas divertidas. Aunque bueno, era más bien Mashiho contando bromas que solía hacerme cuando éramos niños, ya que Haruto -el amigo que vino con él- no habla mucho, solo se ríe de lo que cuenta Mashiho y de mis reacciones.

En cuanto llegamos a casa de Junkyu, no puedo evitar ponerme nerviosa, Mashiho toca la puerta mientras Haruto y yo nos mantenemos detrás de él. Un sonriente Junkyu nos recibe y eso solo causa que mi nerviosismo aumente.

— ¡Ya llegaron, los estábamos esperando! Vamos, entren, acaba de llegar la pizza. — Ante esto Mashiho entra corriendo, mientras que Haruto se ríe por lo bajo y lo sigue. Por mi parte me quedo en el mismo lugar y muerdo levemente mi labio por estar a solas con Junkyu. — Haneul, te ves muy bien. — Él sonríe amablemente causando que me sonroje, se hace a un lado para que pueda pasar y así lo hago.

En la sala de estar se encuentran algunos chicos del equipo de baloncesto y otros a quienes desconocía, noto que también hay algunas chicas -bastante lindas en mi opinión- por un momento me siento intimidad al tener diversas miradas sobre mí, después de todo no soy del tipo de persona que le guste estar rodeada de gente. Me resulta algo muy incómodo y que incluso me causa ansiedad, más si se trata de personas desconocidas.

Hago una leve reverencia en señal de saludo y sin esperar a que me devuelvan el gesto o algo por el estilo, giro sobre mi propio eje para ver a Junkyu.

— Me gustaría...Ir al baño. — Musito un poco apenada, pero él solo asiente, comienza a caminar y yo lo sigo.

— Ve por el pasillo, es la segunda puerta a la izquierda. — Asiento en respuesta y le agradezco para luego comenzar a caminar a dónde me señaló.

Rápidamente llego a la puerta del baño y cuando estoy a punto de abrirla, ésta se abre abruptamente haciendo que me sobresalte en el lugar. Para mi desgracia, la persona que se encuentra frente a mí, no es más que la pesadilla que me ha estado atormentado estos días; Jihoon.

 Para mi desgracia, la persona que se encuentra frente a mí, no es más que la pesadilla que me ha estado atormentado estos días; Jihoon

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Don't Be A Fool [Park Jihoon - Treasure]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora