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Hongjoong lo ignora y me busca con la mirada la cual es rápidamente obstruida por Mashiho al posicionarse a un lado de Jihoon y se cruza de brazos.

— ¿Qué buscas? — Pregunta mi primo, y por su tono de voz, deduzco que no está para nada contento con la visita.

— A ustedes no, eso está claro. — Ironiza Jaehyuk. — Dile a Haneul que salga. — Ordena.

— ¡Vete! — Grito desde atrás.

Evito su mirada a toda costa, puesto a qué Mashiho no es tan alto como para impedir que vea al interior de la casa, pero sé con certeza que Jaehyuk debe tener una expresión de fastidio en su rostro.

— Vamos, cariño, solo quiero hablar contigo.

«Cariño».

Aquel apodo se repite una y otra vez en mi cabeza, ¿cómo es posible que antes anhelaba que  llamara de esa forma y ahora escucharla me causa asco?

Logro ver cómo se asoma por sobre el hombro de Jihoon, quien no tarda en intentar taparle la vista nuevamente.

— ¿Cariño? — Pregunto incrédula. — ¿Desde cuándo te gustan los apodos cursis?

Una vez, cuando estábamos juntos, le pregunté el por qué aún no me había puesto algún apodo cariñoso y su simple respuesta fue que no le agradaban ese tipo de cosas, que eran solo cursilerías y que no pensara que me pondría alguno nunca. Anhelaba que algún día me llamara de forma cariñosa, pero eso nunca pasó, hasta ahora.

— Ella no quiere hablar contigo.

— Piérdete, mocoso, quiero verla.

— Eres tu quien debería perderse por ahí. — Responde Mashiho.

— ¡Mashiho, pero que alegría volver a verte! ¿Cómo estás, bro. — La falsa alegría con la que habla es muy notoria, tanta que hasta siento ganas de vomitar. Me atrevería a decir que hasta Jihoon lo está observando con una expresión de “¿Qué le pasa a este tipo?”. — ¿Podrías dejarme hablar con Haneul?

— Por supuesto. — Mis ojos se abren a tope. — En cuánto yo esté de tu tamaño. — Termina de decir y no evito que una pequeña risa escape de mi garganta.

Ellos jamás se han llevado bien, en algún momento Jaehyuk intentaba relacionarse con Mashiho, pero él solo no lo toleraba, lo cual era algo inusual puesto que a Mashiho casi todo el mundo le cae bien. Supongo que él veía venir sus malas intenciones conmigo desde el principio.

— Haneul, solo quiero hablar contigo, será una conversación tranquila, sal. — Demanda nuevamente y estoy segura de que está comenzando a desesperarse, después de todo, nunca fue alguien paciente.

Yo me hago espacio entre los chicos y me posiciono frente a él, sonríe complacido en cuanto me ve, pero yo me cruzo de brazos y levanto una ceja ens y dirección.

— A lo que sea que vengas no me importa, creo que te lo deje bastante claro la última vez, no quiero saber absolutamente nada sobre ti.

— Vamos, nena, solo dame cinco minutos. — Súplica, a lo que Jihoon bufa y enrolla su brazo en mi cintura apretándome a él, gesto que nos toma por sorpresa a todos. Por mi parte intento no demostrar lo mucho que me sorprendió eso y decido solo dejar que prosiga. Mashiho nos mira de reojo, curioso, pero no dice nada, aunque sé que está comenzando a preguntarse cosas y que luego nos hará un interrogatorio por eso. Por otro lado, Jaehyuk observa brevemente el brazo de Jihoon para luego buscar mi mirada.

— Creo que ya la oíste. — La voz de Jihoon suena más profunda y ronca de lo normal, cosa que causa un escalofrío por todo mi cuerpo.

— Volverás a mí, Haneul. — Advierte. — Siempre vuelves. — Sonríe autosuficiente. — En cuánto este niño te haga alguna cagada, regresaras arrastrándote hasta mí, como solías hacerlo. — Esboza una sonrisa y puedo jurarles que estuve a punto de golpearlo, si no fuera porque Mashiho se me adelantó.

Don't Be A Fool [Park Jihoon - Treasure]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora