🌻 07 🌻

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Luego de lo sucedido en la habitación de Junkyu, ni Jihoon ni yo tenemos el atrevimiento de cruzar palabra alguna, simplemente nos ignoramos el resto de la noche. Tampoco continuamos con el juego -hecho que agradezco profundamente- Yoshi propuso ver películas y no nos negamos en absoluto, y eso hicimos, hasta que uno a uno, nos fuimos quedando dormidos. Por la mañana decidimos que las chicas haríamos el desayuno mientras ellos limpian el desastre de la noche anterior, luego de eso, cada quien se fue a su respectiva casa.

El resto del fin de semana estuve haciendo mis deberes pendientes y estudiando un poco.

Ya es lunes y como es habitual, me encuentro acompañando a Mashiho al entrenamiento del equipo, con la única diferencia de que está vez no me encuentro tan emocionada como en las veces anteriores

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Ya es lunes y como es habitual, me encuentro acompañando a Mashiho al entrenamiento del equipo, con la única diferencia de que está vez no me encuentro tan emocionada como en las veces anteriores.

Durante el entrenamiento me entretengo jugando algunos juegos en mi celular, unas que otras veces miro a los chicos juegar y mis ojos siempre terminan posándose sobre él.

Estoy consciente de que Junkyu y Hyesun tienen algo, pero eso no quita el hecho de que aún me guste, después de todo, nadie elige de quién quiere enamorarse y de quién no, y si bien no es del todo cierto que estoy enamorada, la verdad es que los sentimientos que tengo hacia Junkyu son tan grandes, que tomará un largo tiempo para olvidarlo. Mucho menos cuando sigue tratándome de esta manera.

— ¡Que cansado estoy! — Exclama Junkyu mientras toma asiento a mi lado, levanto la vista para encontrarme con su mirada, él se recuesta a mi lado y apoya su cabeza en mi regazo. En este momento le pido a mi corazón con todas mis fuerzas que se calme cuando siento que comienza a acelerarse.

Junkyu cierra los ojos y me tomo un momento para admirarlo de cerca, algunas gotas recorren su frente y reprimo las ganas de querer limpiarlas. Me doy la tarea de observarlo muy detalladamente, se ve muy cansado, se nota también por la manera entrecortada en qué respira, la piel se su rostro luce lisa, sin ningún rastro de acne o mancha, un tanto brillosa por el exceso de sudor. ¿Cómo es posible que sea tan hermoso? Incluso estando cansado y sudado consigue verse igual de perfecto.

Sin resistir mucho más, tomo un pañuelo y comienzo a secar el sudor, también me tomo el atrevimiento de peinar algunos cabellos que se encuentran pegados a su frente. Él abre los ojos y me mira fijamente, ante esto intento ignorarlo, pero se me hace casi imposible considerando que nos encontramos muy cerca.

— Haneul. — Me llama con total seriedad y es enconces cunado me atrevo a mirarlo a los ojos, él se incorpora nuevamente y yo sigo cada movimiento que hace con la mirada. — ¿Te gusta Jihoon? — Frunso el ceño ante aquella absurda pregunta.

— No. — Contesto completamente segura, aún con el ceño fruncido y él solo sonríe.

— Es un alivio saberlo. — Y sin más se levanta y se va con los demás chicos, dejándome completamente confundida.

— Señorita Takata, ayúdeme con ésto, por favor

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— Señorita Takata, ayúdeme con ésto, por favor. — El profesor Lee me extiende una pila de libros y comienza a caminar, yo lo sigo. Vamos de camino a la biblioteca. — Eres familia de Takata Mashiho, ¿cierto?

— Correcto.

— Supongo que debe conocer a sus compañeros del equipo de baloncesto. — Asiento, sin entender muy bien de qué va la conversación, pero me mantengo callada. — ¿Conoce a Park Jihoon? — Asiento una vez más. — Está reprobando en mi materia. — Lo miro asombrada un segundo, pero luego frunzo el ceño sin entender aún a qué quiere llegar. — Eres una de las mejores en mi materia, me gustaría que me ayudes.

— ¿Me está pidiendo que le dé tutorías? — Pregunto incrédula.

— Sé que no estudian juntos y que tal vez sea un problema por sus horarios. — Llegamos a la biblioteca, él abre la puerta y me deja entrar primero, indicandome luego de que debemos ir con la bibliotecaria. — Pero también sé que se ven muy seguido. — Me reprimo las ganas de preguntarle cómo sabe eso y, a cambio, estoy por preguntarle por qué le preocupan tanto las calificaciones de Jihoon, pero me interrumpe al hablarle a la bibliotecaria. — Aqui tiene, son los quince libros que tome prestados. — La bibliotecaria asiente mientras toma los libros y llama a otra chica para que los acomode en su sitio, le acerca al profesor otro libro y éste lo firma. Nos despedimos de la mujer con una leve reverencia y luego retomamos el camino fuera de la biblioteca. 

— ¿Por qué me está pidiendo que haga eso? — Pregunto, él me mira deteniendo el paso una vez que salimos de la biblioteca.

— Eres la mejor de mi clase, ya te lo dije. — Comienzo a negar con la cabeza.

— Me refiero, ¿por qué hace esto por él? — El musita un ligero “oh” entendiendo entonces lo que quiero decir.

— Lo hago por su madre, fuimos amigos en la universidad, solíamos ser muy cercanos hasta que... — Frunce él ceño y luego sacude su cabeza. — ...La cosa es que Jihoon quiere entrar en la universidad Central de Seúl, pidió una beca deportiva pero debe tener buenas calificaciones en todas las materias para que se la aprueben y necesita ayuda en solo dos materias, inglés y Lengua Coreana.

Vaya, las humanidades no son lo suyo...

— Entiendo, está bien. Hablaré con él para ponernos de acuerdo con el horario. — El profesor me agradece para luego hacer una reverencia, despidiéndose, me despido de igual manera y me dirijo hacia la cancha.

De camino pienso en el hecho de que ahora debo pasar más tiempo del que quisiera junto a él y sin quererlo, comienzo a ponerme nerviosa, no hemos cruzado palabra alguna, ni siquiera miradas desde la noche de la pijamada, bueno, desde lo sucedido en la habitación para ser más exactos.

No sé que esté pasando por su cabeza, pero yo solo me encuentro algo avergonzada por lo sucedido esa noche, recuerdo la manera en la que bailé y luego en la situación comprometedora en la que estuvimos envueltos y lo que hicimos estando en esa habitación solos, cómo estaba a horcajadas sobre él y la forma en la que nos besamos, o mejor dicho, todo.

Sacudo la cabeza en un intento por alejar esos pensamientos y, debido a lo distraída que iba, sin querer choco con un pecho firme. De inmediato pido disculpas y, cuando estoy a punto de apartarme, una mano se posa firmemente en mi cintura. Miro sorprendida a aquella persona y me encuentro con la mirada de Junkyu.

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Don't Be A Fool [Park Jihoon - Treasure]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora