Don't Be A Fool [Park Jihoon - Treasure]

🌻22🌻

Siento unas inmensas ganas de hacer pis por el gran frío que hace.

Necesito ir al baño.

Ya que en mi habitación no hay un baño, debo atravesar todo el pasillo para llegar al de la sala de estar. Llego al baño casi corriendo pero la puerta está bajo llave, ¡¿qué?!

Si no voy al baño ahora mismo, me haré encima y creo que ya estoy demasiado grandecita como para hacer esas gracias.

Imagino que alguno de los chicos está dentro y decido mejor correr al baño que está en la habitación de mi padre, por suerte su puerta está abierta, así que no dudo en entrar y voy directo al baño el cual también está ocupado.

Maldigo por lo bajo y quiero llorar, cruzo las piernas y comienzo a hacer un pequeño baile de esta manera para tratar de aliviar las ganas mientras toco la puerta un poco -bastante- inquieta. La puerta se abre y el ceño fruncido de Mashiho es lo primero que veo antes de jalar su brazo para sacarlo del baño. Lo siento primo, es una emergencia.

Cierro la puerta con una pierna y sin siquiera molestarme en ponerle seguro a la misma, dejo caer mis pantalones de pijama junto a mi ropa interior y un gran alivio me invade.

Entonces noto una mancha que no pasa desarpecibida ante la vista de nadie. Me ha llegado la regla y la gran mancha en mi pantalón de mi pijama lo demuestra. ¿Qué día es? Bueno, qué importa, me llegó igualmente

No puedo salir así, hay tres chicos en la casa y es obvio que no puedo pasearme por ahí con una evidente mancha roja. Muerdo ligeramente mi labio inferior, indecisa.

— ¿Mashi? — Pregunto pero no escucho respuesta alguna. — ¿Mashiho? — Subo un poco más la voz, con la esperanza de que ésta vez si me escuche.

Lloriqueo un poco y me acerco a la puerta, la abro un poco y asomo mi cabeza para comprobar que la habitación se encuentre completamente vacía. Suelto una maldición por lo bajo.

Vuelvo a encerrarme en el baño y me quito la pijama, tomo una toalla y me envuelvo en ésta, me asomos nuevamente por la apertura de la puerta para asegurarme de que no haya nadie, pego mi ropa a mi pecho antes de salir completamente para acercarme rápidamente a la puerta de la habitación y repetir lo mismo.

Verifico que no haya nadie en el pasillo y muerdo mi labio inferior nerviosa por la locura que estoy por hacer. Y, sin pensarlo más y dar chance al arrepentimiento, comienzo a correr hacia mi habitación intentando ser lo más sigilosa posible.

— Lindas piernas. — Escucho apenas pongo la mano en el picaporte de la puerta de mi habitación y ahí mis mejillas se tornan de un color rojo carmesí, ¡que vergüenza!

Sin voltear o decir una sola palabra, entro a la habitación a velocidad de la luz totalmente avergonzada. Me pego a la puerta y suspiro.

Comienzo a buscar entre mis cosas las dichosas toallas y me golpeo mentalmente por no comprar antes, puesto que no tengo ni una.

¿Por qué a mí?

Busco mi celular y no tengo opción mas que enviarle un mensaje a Mashiho para que vaya por ellas a alguna tienda y giro los ojos del coraje al leer la respuesta que recibo por su parte.

Mashi 🧸

¿Cómo las quieres? ¿Grandes? ¿Medianas? ¿Tal vez pequeñas? ¿Con o sin alas? ¿De qué marca?

Antes que se lo pregunten, el tener tres hermanas mayores y ser el único chico entre ellas, debería tener el conocimiento básico de todo esto, pero como estoy tan desesperada por ellas, le digo que me traiga cualquiera.