Don't Be A Fool [Park Jihoon - Treasure]

🌻11🌻

Mi rostro permanece rojo de la vergüenza y tener las miradas sorprendidas de todos sobre mí, no ayuda mucho, en especial la del anteriormente mencionado; Doyoung.

¿No se supone que solo esperábamos a Junkyu? ¿Por qué especialmente hoy se les dió por reunirse?

— Yo...Ummh... — Doyoung se nota igual o incluso más sonrojado que yo, rasca su cabeza incómodo y desvía la mirada.

— Gracias, m-me halagas. — Dice finalmente, y Hyunsuk quien está a su lado suelta una pequeña risa, lo que causa que tanto Doyoung como yo, lo miremos mal.

¿Qué le parece tan divertido?

— ¿Doyoung? — Pregunta Mashiho con el ceño fruncido. — Creí que te gustaba Jun... — Al percatarme de lo que él idiota de mi primo está a punto de decir, no evito saltar del banco y taparle la boca con mis manos. Las miradas curiosas no tardan en posarse nuevamente en mí.

— Vaya, no espere que esto fuera así. — Suelto una risa nerviosa. — Sí, Doyoung...M-me gusta. — Voy bajando el tono de mi voz con cada palabra que suelto y no evito tartamudear claramente nerviosa. Bajo la cabeza intentando ocultar  lo avergonzada que me siento por mentir tan descaradamente.

— Bueno... — Junkyu aclara su garganta y le agradezco mentalmente por captar la atención de todos los presentes, ya que no hallaba la manera de salir de tan vergonzosa e incómoda situación. — Haneul, ¿vendrás con nosotros?

— No, lo siento. Tengo una cena familiar. — Digo y esta vez no miento, mamá sí me ha invitado a cenar esta noche junto a su futuro esposo. Justo ahora agradezco mucho tener ese compromiso, ya que si ese no fuera el caso, no sabría cómo negarme. — Incluso, debería irme ya mismo.

— Oye, Dobby, ¿por qué no la acompañas? — Pregunta Rey con una sonrisa juguetona en su rostro.

Ella sabe muy bien que me gusta Junkyu, ¡es una traidora!

— Sí, deberías acompañarla. — le apoya Hyunsuk, pero claro, son tal para cual, traicioneros.

— ¿Y por qué debería d... — Doyoung no termina la frase ya que se ve interrumpido por un codazo que le proporciona Yoshi. — Claro, yo te acompaño. — Fulmina con la mirada a Yoshi, mientras que el mismo sonríe de manera inocente.

— No es necesario. — Fuerzo una sonrisa ya que me encuentro bastante incómoda.

¿En qué lío estoy metida ahora?

— ¿Cómo no? Deberías provechar y confesarle tus sentimientos como me habías dicho que harías. — Mi boca se abre en un gesto de sorpresa. Rey claramente está disfrutando esto.

Maldita traicionera.

— Yo la acompaño. — Jihoon, quien no había dicho una sola palabra hasta el momento, hace que todo automáticamente posemos la mirada sobre él, mientras que se encuentra muy serio.

Nadie dice nada y la mirada de Jihoon sobre mí me causa escalofríos. El silencio que adueña entre nosotros comienza a incomodarme así que decido romperlo.

— Bueno, mi mamá debe estar esperándome. — Sin esperar una respuesta, hago una reverencia en señal de despedida y doy la media vuelta para marcharme.

De la nada se me han quitado las ganas de caminar y decido dirigirme a la parada de autobuses, un par de segundos después, escucho pasos acelerados acercarse a mí y trato de no prestarle atención alguna, cosa que es difícil cuando esa misma persona me habla.

— Así que...¿Doyoung eh? — Ruedo los ojos cuando escucho la voz de Jihoon a mi espalda e intento acelerar el paso. — ¿De verdad te gusta? — Esta vez me detengo y al hacerlo, su cuerpo choca con el mío, me alejo al instante como si un simple roce de su piel me quemace la piel.

— ¿Te importa? — Pregunto con fastidio mientras me volteo para hablarle de frente. — ¿Qué si me gusta?

— ¿Hablas en serio? ¿Qué pasó con Junkyu? — Lo fulmino con la mirada, mientras él me observa sin expresión alguna.

— ¿Desde cuándo mi vida amorosa es de tu incumbencia? — Elevo una ceja y él bufa.

— Tienes razón, no me importa. — Dice y yo me cruzo de brazos esperando a que termine de hablar. — Solo intento hacerte saber que no deberías hacerte tantas ilusiones con él.

— Que considerado de tu parte. — Suelto con sacarcamo. — Si no te importa el tema, ¿por qué te esmeras tanto en hacérmelo saber?

— Porque eres muy tonta e ingenua. — Ante esto frunzo el ceño con molestia.

¡Yo no soy tonta! Además, ¿qué tiene que ver una cosa con otra?

— ¿Ya terminaste? — Sin esperar respuesta me volteo para seguir con mi camino hacia la parada de autobuses, pero él nuevamente hace que me detenga y de paso, me moleste en un dos por tres.

— Asi que primero, te gusta Junkyu, quien no tiene ni tendrá jamás ojos para tí, y ahora te gusta Jongho, quien no tardará en rechazarte cruelmente. Deberías agradecerme, te salvé de la mayor vergüenza que pudiste haber pasado en tu vida. — Justo cuando termina de hablar, no tardo en proporcionar una bofetada, que provoca que su rostro quede completamente ladeado.

— ¿Por qué siempre tienes que decirme cosas tan hirientes? — Soy conciente de que sueno dolida, pero poco me importa. — Sé que él no le ve de la manera que yo lo hago, no hace falta que abras tu maldita bocota para recordarmelo siempre... — Parpadeo varias veces, ya que gracias a lo llorona que soy, algunas lágrimas se amontonaron. — En cuánto a lo otro, no absolutamente nada que agradecerte, imbécil. — Y esta vez si me voy, sin girar ni una sola vez en su dirección.

Sus palabras sí me hicieron profundamente, aunque me gustaría negarlo.

Sí Jihoon, sé que ante Junkyu no soy más que una simple amiga más, pero tenía una mínima esperanza de que fuera diferente. Quería engañarme un rato a pesar de que no es algo sano, quería ilusionarme con la idea de que probablemente le gusto. ¿No podías simplemente callarte y dejar que me sumerga en la fantasía que tanto mi corazón como mi mente se encargaban de crear para mí? No hacia falta que llegaras con tus crudas palabras, llenas de esa verdad dolorosa que me negaba a ver con mis propios ojos.

O puede que ya lo haya visto y decidí sólo ignorarlo.

Sin darme cuenta, mi vista  se comienza a nublar debido a las lágrimas que en mis ojos se comienzan a amontonar nuevamente. Levanto la mirada y parpadeo repetidas veces para evitar que las misma caigan de mis ojos. No voy a llorar no voy a darle el gusto.

Voy a fingir que tus crueles palabras jamás existieron y dejaré que el viento se las lleve, no hay forma de que pueda permitir que esas palabras me afecten.

No dejaré que tus palabras tengan peso sobre mí, Park Jihoon. Ese es un placer que definitivamente no te voy a conceder.