Capítulo 19

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El sonido de los autos fuera del hotel terminó por despertarla. Había demasiada luz en el lugar como para poder enfocar la mirada. Una vez pudo centrar la mirada, volteó hacia un lado, encontrando a Bucky aún dormido, por lo que no se movió demasiado. Verlo a su lado le causó demasiada ternura, pues sabía que normalmente no podía dormir bien por las noches, pero ahora se encontraba ahí, completamente dormido.

Con cuidado, salió de la cama para poder dirigirse al baño y darse una ducha. El agua salía templada, por lo que simplemente se mantuvo bajo el agua y dejó que toda la pesadez que sentía se fuera junto al agua. Sabía que en pocas horas por fin terminaría con la pesadilla que la había llevado a todo lo que había sucedido en los últimos días. Ansiaba poder deshacerse de los sueros lo más rápido que pudiera, para así poder regresar a casa y volver a vivir su tranquila vida, pero sabía que no sería tan fácil volver a Brooklyn y fingir que no había sucedido nada.

Su plan para después de terminar con los sueros era dar a conocer el verdadero plan de la milicia y el porqué se habían convertido en enemigos de la humanidad. Deseaba con todas sus fuerzas el poder decirle al mundo lo que realmente había sucedido y terminar con su persecución, pero primero tenía que deshacerse de los sueros para poder dar ese paso.

Esperaba que el mundo volviera a mirarla con tranquilidad cuando caminara por la calle, y ya no sentirse como una amenaza para nadie. Era consciente de que el gobierno haría todo lo posible para que esa verdad jamás saliera a la luz, pero si tenía que pedir ayuda al resto, lo haría, no dejaría que los planes avariciosos del gobierno se concretaran.

Al salir de la ducha, secó su pelo con la toalla que había en el baño y se topó con Bucky recostado en la cama, con una amplia sonrisa. El pelinegro parecía que se había despertado no hacía mucho, por lo que el sueño aún era notorio en sus ojos.

-De saber que te darías un baño, me habría despertado más temprano para entrar contigo- mencionó con tranquilidad, haciendo que las mejillas de Wanda se tornaran rojizas.

-Aún queda agua tibia... podrías ducharte- respondió, evadiendo la mirada del pelinegro.

La castaña se acercó a la mochila donde se encontraba su ropa, para poder comenzar a vestirse, pero al sentir cómo unos imponentes brazos la atraían, simplemente pudo suspirar.

Bucky dejó un pequeño beso en el hombro de ella, haciéndola sonreír levemente, apenada. A pesar de lo que había sucedido por la noche, no podía evitar sonrojarse al sentir el tacto de él sobre su cuerpo semi desnudo.

-Será mejor que también me duche, o tardaremos aún más en encontrar a esa mujer- mencionó, separándose de ella.

-No necesitamos vagar por la ciudad, sé donde trabaja- respondió, dando media vuelta.

-¿Lograste encontrar la información?-

-Pensaba decírtelo ayer que saliste del baño... pero...- él supo que no se atrevería a decir en voz alta lo que había sucedido con ambos por la noche, por lo que simplemente asintió.

-Está bien. Cuando salga y desayunemos algo, iremos a encontrarnos con ella, ¿de acuerdo?- ella asintió a sus palabras.

Pronto Bucky se separó de Wanda, no sin antes depositar otro beso en su hombro. La puerta del baño sonó al ser cerrada, por lo que ese fue el momento en el que ella comenzó a vestirse.

Al estar completamente vestida, salió de la habitación para poder dirigirse a la recepción a entregar el portátil que le habían entregado la noche anterior. El hombre solamente le sonrió al tomar el computador y siguió con lo que había estado haciendo, por lo que ella regresó a paso tranquilo hasta la habitación.

Ser valiente es comenzar de ceroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora