Los pasos seguros se escuchaban por la base militar. Sam se encontraba en la habitación de computadoras intentando lograr contactar con alguno de ellos, pero parecía que aquellos dos no pensaban dejar que lo lograra.
Llevaba ya varias horas rebuscando en cámaras de vigilancia para ver si en algún momento se captaba en qué se estaban moviendo, para así poder comenzar a rastrearlos.
Para su fortuna, al no haber ninguna prueba que apuntara a que sabían donde se encontraban, el gobierno no se había movilizado. Estaban a la espera de que alguno de los dos cometiera un pequeño error para lograr saber donde se encontraban.
Cada cámara que revisaba de aquel pueblo que habían visitado se encontraba libre de pruebas, lo que lo tranquilizaba, pero a la vez lo desesperaba. Necesitaba saber si se encontraban bien, sobre todo, necesitaba saber qué era lo que planeaban hacer, para poder dirigir a la milicia hacia un punto totalmente diferente.
-Veo que realmente estás del lado del gobierno- escuchó detrás de él. Al voltear, se sorprendió de ver a Rhodes ahí.
-No sabía que te habían llamado- mencionó con curiosidad.
-Parece que las cosas se están complicando, así que pidieron mi ayuda también- respondió con simpleza.
Sam dio media vuelta y comenzó a manipular las computadoras nuevamente, pero ahora investigando algo aleatorio, pues no creía que fuera buena idea meter a Rhodes en ese problema. Sabía perfectamente que él haría lo que la milicia le dijera, aunque no fuera algo bueno, por lo que no confiaba en que fuera buena idea el decirle lo que realmente estaba sucediendo.
-Si te soy sincero, temo por lo que pueda suceder- confesó Sam.
-Ambos eran cercanos, pero robar armamento militar... no es algo que debamos dejar que hagan, aunque sean conocidos-
-Siento que debe de haber algo que no sepamos... ninguno de los dos son simples ladrones, y lo sabes- comentó con seriedad, llamando la atención del otro.
-Para mí también es difícil de creerlo, pero no sabemos de lo que es capaz la gente que nos rodea- sus palabras solo le afirmaron a Sam que no era buena idea decirle lo que estaba sucediendo.
-Solo espero que las cosas no se pongan peor de lo que ya están- murmuró.
-Para eso tendrán que entregarse lo antes posible- sentenció Rhodes, haciendo suspirar pesadamente a Sam.
El que ahora alguien más estuviera involucrado en la busqueda de Bucky y Wanda solo empeoraba la situación, pues ahora necesitaba persuadir a alguien que conocía muy bien sus tácticas. Tendría que moverse con bastante cuidado si quería evitar que apresaran a sus amigos, pero tener a alguien que también había formado parte de los vengadores, solo dificultaba las cosas.
* * *
Al llegar la noche, ambos se encontraban analizando los siguientes movimientos que harían, pues no podían simplemente tomar camino hacia Canadá, pues era obvio que el gobierno estaba a la espera de que intentaran huir del país, por lo que tenían que planear todo con precisión.
-Bien, entonces partimos mañana por la noche- mencionó Wanda con seriedad.
-Lo mejor será entrar por la frontera de aquí, en Detroit. Estamos lo suficientemente cerca de nuestro destino, así que comenzaremos el verdadero viaje hasta Quebec-
-Solo espero que no haya demasiados inconvenientes en el camino- murmuró la castaña.
-Los habrá... pero tendremos que manejarlo- respondió Bucky con una mueca.
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Ser valiente es comenzar de cero
FanfictionTras haber ganado la lucha contra Thanos, gran parte del universo obtuvo su vida de regreso, pero nadie pensó en lo que los superhéroes habían perdido. Wanda Maximoff se había quedado prácticamente sola, sin Natasha, sin Steve y, sobre todo, sin Vis...