No soy ella

cap 11

—¡Christopher!—llamó el castaño desde el otro lado del pasillo, había corrido detrás de el después de que esté dejara la sala de proyección.—Por favor no te enojes con Jisung, el a veces suelta las palabras sin pensar, perdónalo ¿si?

—No estoy molesto con el.—intentó explicar.—Creo que tiene razón, sólo hago el ridículo, no puedo encajar con tus amigos.

—¿De qué hablas? No digas eso de ti, eres una gran persona, tienes una gran personalidad.

¿Por qué Seungmin tenía que ser tan bueno con el?

¿Por qué insistía en ser su amigo?

El no lo merecía, pero tampoco se imaginaba sin él.

—Jisung está muy arrepentido, en realidad cree que eres genial, lamento si lo malinterpretaste.

—Seungmin, ¿por qué me aceptas aún sabiendo que yo provoqué el accidente de tu hermana? ¿por qué me ayudas?

—Tú no lo provocaste Channie, fue un accidente.—de verdad quería creerlo, pero no podía, su conciencia le repetía una y otra vez que era culpa suya.—Deja de torturarte con eso por favor, se que la extrañas mucho y que... aún la amas, pero debes continuar.

¿Por qué sus palabras sonaban dolidas?

—La necesito, Seungmin.—admitió con la voz quebrada.—Déjame abrazarte por favor.—añadió rodeando al menor con sus brazos, tenía que dejar de refugiarse en el castaño, sabía que no estaba bien, tener a Seungmin cerca sólo le recordaba lo mucho que merecía sufrir por haber provocado la muerte de Soorim, lo correcto era alejarse de él y conformarse con su soledad, no estaba bien recordar a Soorim cada que veía a Seungmin, esto sólo lo haría más miserable, creyó que estaba superándolo, de verdad pensó que podía volver a comenzar con ayuda del menor, pero solo estaba empeorando, alejarse de Seungmin parecía lo correcto, pero le asustaba hacerlo, las cosas se estaban complicando.

—Channie, mírame.—ordenó el menor y éste obedeció.—Tú debes continuar, tienes que superarla, ella estaría muy triste de verte así. Sé feliz, no te atormentes con esos recuerdos toda la vida, puedes hacer nuevos amigos y yo voy a estar para ayudarte.—intentó consolarlo y el mayor se sintió algo motivado, y es que tenía la habilidad de levantarte con sólo unas palabras.

—Perdón por esto, es solo que aún me es difícil.—admitió.

—Podrás hacerlo, yo voy a ayudarte, confia en mí.—sonrió transmitiendo seguridad.

Seungmin tenía los ojos tan hermosos cuando sonreía que el mayor se perdió en ellos por unos instantes al punto de olvidar por lo que estaba llorando.

Esto era algo singular del menor, algo que por primera vez el azabache pudo detallar, algo único en el y que no olvidaría.

—Gracias, ya me siento mejor.—admitió, aunque no era del todo cierto.

—Entonces, ¿volverás a la sala? Estoy seguro de que Jisung muere por disculparse.

—Voy a regresar, pero no necesita disculparse, en verdad estoy bien.—declaró, su atención ahora estaba centrada en Seungmin. Quería concentrarse en todo lo que lo hacía único y diferente y dejar de aferrarse a sus comparaciones que sólo lastimaban aún más su conciencia, el era cómo un libro, uno muy grande y de millones de páginas que estaba seguro no se cansaría de leer.

La película estaba por terminar y el ambiente era agradable hasta el momento, el castaño mayor estaba arrepentido por sus comentarios pero al azabache no parecía importarle o eso es lo que creyó, este al ver que toda la atención del mayor estaba centrada en Seungmin.

—Fue una de las mejores películas que he visto.—declaró el castaño menor.

—Te pasaste la mitad de la película comiendo, estoy seguro que ni siquiera recuerdas el nombre.—añadió Sung.

—¡Hey! Cumplí con mi promesa, verla completa no estaba en el acuerdo.

—Lo que sea.—rodó los ojos—¿Qué hacemos ahora?—pregunto más animado, quería pasar más tiempo con Seungmin, luego de su regreso no pudieron pasar mucho tiempo juntos y no podía perder la oportunidad.

El mayor de todos no estaba del todo convencido con esto, sabía perfectamente que ellos querían divertirse sin su presencia y eso por alguna razón le asustaba, ¿qué estaba pasando con el?

—En realidad estoy algo cansado, podemos salir otro día Sunggie.

—Entiendo.—añadió desilusionado.—Saldremos en otra ocasión.—mencionó observando la puerta de su casa desde la ventana del vehículo.—Gracias por traerme Christopher, nos vemos se despidió de ambos.

—¿Crees que esté molesto?— preguntó el menor algo preocupado.

—No lo se.—admitió, descifrar a las personas no era lo suyo.—¿Quieres que te lleve a tu departamento?

—Sí, por favor.—el mayor comenzó a conducir hasta el sitio.

La tarde empezaba a gobernar las calles, el menor bajaba del vehículo con tranquilidad. No sabía el porque pero su cuerpo comenzaba a inquietarse luego de esto, cada movimiento del castaño le avisaba a golpes que estaba alejándose de él y eso le alteraba.

¿Que haría ahora?

Regresar a casa, acostarse en su litera, releer un libro, algo que lo distraiga de la soledad que lo alberga, el hecho de haber convivido con Seungmin durante un tiempo le daba una razón para levantarse con ánimos en las mañanas, por eso le asustaba tanto quedarse solo de nuevo.

—Channie, ¿estás bien?—se preocupó el menor, había notado la inquietud del azabache después de salir del vehículo, sus ojos estaban cerrados y sus manos aferradas con fuerza al volante, parecía estar entrando en una especie de ataque.—¡Channie!—insistió pero este no respondía, hasta que finalmente se adentro al vehículo y le tomó las manos para tranquilizarlo, el mayor reaccionó de inmediato y apretó sus manos con más fuerza.—Ven conmigo, creo que no es seguro que conduzcas en este estado.—afirmó el menor guiando a este fuera del vehículo.

El azabache lo siguió con más tranquilidad, la puerta de su departamento tenía una clave algo predecible y su interior era ligeramente minimalista, no tenía nada especial pero se sentía muy cálido dentro.

—Se que no es como imaginabas pero es lo mejor que pude conseguir en este sitio.—admitió.—Voy a preparar algo caliente, puedes esperarme en la sala.—ofreció.

El mayor se encaminó hasta dicho lugar y esperó por este, realmente no sabía que estaba haciendo allí y tampoco cómo llegó, pero no quería irse.