cap 5

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El azabache creyó que después de haber acomodado toda la habitación el castaño se iría, pero no fue así, este aún se encontraba clasificando los platos de su cocina en orden de tamaño, algo que se le hacía ridículo por qué sabía que eso no duraría ni una semana, aunque tenía que admitir que se le hacía tierno ver a Seungmin concentrado.

—Ya está, creo que mi trabajo aquí ha terminado.—admitió satisfecho.

—No tenías por qué hacerlo, pero gracias de todos modos, supongo que ya se te hizo tarde y prometí llevarte de regreso.

—Emm si te lo agradecería, pero antes quisiera hacerte una invitación...—añadió algo nervioso.—Verás... acabo de llegar a Corea y mañana voy a reencontrarme con mis amigos de la infancia y... quería que tú vinieras conmigo... s-sólo si es que tú quieres, claro.

El azabache estaba sorprendido por la invitación, creyó que el castaño no había tenido una buena impresión sobre el y se iría sin intentar algún tipo de amistad.

Quizás era buena idea conocer más personas, pero como le diría al castaño que él no era bueno socializando con los demás.

Soorim jamás le pediría algo como ésto, ella tenía en cuenta su cortedad hacía las personas y no le obligaba a socializar con alguien, sólo ella.

No estoy seguro de que sea buena idea, no suelo relacionarme mucho con los demás.

—Descuida, estoy seguro de que les vas a caer bien, de pequeño yo era igual de tímido que tú y ellos me incluyeron en su grupo de amigos, no dudo en que hagan lo mismo contigo, sólo confía en mí.—admitió con sinceridad.

Cómo le iba a explicar que el no era tímido, simplemente era demasiado cortante, jamás conseguía mantener un tema de conversación de más de 10 segundos y para él era un gran logro haber socializado con el hermano de Soorim, pero esto había sucedido por qué el chico lo hacía sentir cómodo, como si lo conociera de mucho tiempo.

—Voy a intentarlo, gracias por la invitación.

Tenía que intentarlo, quizás la razón por la que no ha logrado hacer amigos es por qué nunca jamás se ha atrevido a socializar con nadie más que Soorim.

¿O tal vez por qué no quería hacerlo?


[...]


La siguiente mañana se sintió muy diferente, como si existiera una razón para seguir viviendo, tal vez conocer a Seungmin era lo mejor que le había sucedido.

A sólo unas cuadras se encontraba la cafetería en la que se supone debían estar los amigos de Seungmin.

No entendía por qué estaba tan nervioso, incluso se había esmerado en lucir presentable.

Había perdido varios kilos en estos últimos meses lo que hizo que la ropa le quedará algo suelta, aunque no sería del todo difícil recuperar su peso.

Cruzó la puerta del local visualizando a unas cuantas mesas al castaño, este estaba conversando sonriente con un chico rubio a su lado.

Se sintió mal en ese momento, temía ser excluido, Seungmin se veía muy relajado entre sus amigos, quizás sólo sería un estorbo para ellos.

En el momento en el que pensó en salir de ahí fue nombrado por el castaño, quien notó su presencia desde que entró al café.

—Christopher, ven con nosotros, te estábamos esperando.—exclamó sonriendo, no supo el porque pero estaba realmente agradecido con Seungmin, el lograba hacerle sentir más confianza con una simple sonrisa.

Se acercó a la mesa algo ansioso, no sabía que decir, lo único que hizo fue sentarse y mirar a Seungmin, esperando que éste lo ayudará, y así lo hizo.

—Chicos, él es Christopher, mi ex cuñado.—señaló al mencionado.—Chris ellos son Jisung, Jeongin y Felix.

—Un gusto conocerte Christopher, Seungmin no paraba de mencionarte desde que llegó.—admitió el rubio recibiendo un codazo por parte del castaño.

—Eso es cierto, a nosotros no nos has visto por más de 5 años y ni siquiera nos has preguntado cómo estamos.—reclamó Jisung, ofendido.

—No les hagas caso Chris, son unos idiotas.

—¿Ya viste cómo nos trata? eso no se dicen los amigos, Minnie.

—¡Ustedes me dicen cosas peores por chat! Es más, ustedes me educaron par de tontos.— reclamó

—¡Yo no te eduqué así!

El pelinegro no paraba de reírse de manera discreta, jamás había estado en un círculo de amigos tan escandalosos, quizás no estaba socializando con ellos pero por alguna razón no se sentía excluido.

—Y Chris dime, ¿cómo te llevaste bien con este chico? La verdad que a nosotros nos fue difícil convivir con el, era un niño revoltoso, cuando lo conocimos era realmente tierno y esponjoso, pero resultó ser un cachorro revoltoso.

—¡Oye! ¡He cambiado!

—Creo que es alguien muy adorable.—admitió el pelinegro con sinceridad, jamás se guardaba sus pensamientos, ser una persona transparente era lo suyo.

Sin embargo ver lo sonrojado que dejó al castaño le recordó a alguien muy especial.

Ella hacia los mismos gestos cuando la elogiaba.

—¿Eres gay?

—¡Jeongin!—gritó el castaño alarmado.

—No lo soy.—respondió sin titubear.

—Es que miras a Seungmin como si fuera una especie de ángel con alas y toda la cosa.

—Pueden dejar de hablar estupideces, aún no hemos pedido el desayuno.—reclamó el castaño bastante sonrojado con todo el asunto.

—Bien pero si terminan casados quiero ser el padrino.

—Discúlpalos, no debí invitarlos, que vergüenza...—se cubrió con las manos.

No soy ella Donde viven las historias. Descúbrelo ahora