cap 10

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El brillo de la mañana dió en la cara del azabache a muy tempranas horas por lo que tuvo que abrir los ojos por obligación.

Casi de inmediato recordó a cierto invitado de anoche quien aún seguía profundamente dormido debajo suyo.

Quien diría que el método había funcionado, ambos seguian en la litera, incluso se sorprendió de lo bien que había dormido. El frío estaba muy notorio esa mañana, al punto de no querer levantarse, ambos estaban muy cálidos juntos y no quería arruinarlo.

—Seungmin, despierta.—susurró al menor, si bien no quería hacerlo, tenían que despertar tarde o temprano.

—5 minutos más.—balbuceó aferrándose al mayor con más fuerza. Este sonrió enternecido pero no dejó de insistir.

—Ya casi son las 10am, tenemos que despertar.—casi de inmediato el menor saltó de la cama.

—¡¿10am?!

—¿Tenías algo importante qué hacer?

—Tenía que encontrarme con Jisung a las 9.—paniqueó.—Ahora va a matarme.

—Relájate, solo tienes que disculparte.

—No es tan sencillo, prometí que lo llevaría al cine, llevaba entusiasmado hace más de una semana, incluso ya tenía sus entradas.—dramatizó.

—¿Iban a ir juntos al cine?

—Sí, ahora no se cómo hablarle, tengo varios mensajes y llamadas suyas.—afirmó revisando su móvil, si tan sólo hubiera logrado dormir anoche no abría despertado tan tarde.

—Te llevaré a su casa, para que puedas disculparte.

—El va a matarme, pero creo que lo merezco.


[...]


Unos minutos más tarde ambos ya estaban frente a la casa de Jisung, el castaño había intentado llamarlo varias veces pero este no contestaba.

Tocó el timbre con temor a lo que se venía, se escucharon algunos pasos hasta que porfin la puerta fue abierta.

—Sunggie, perdóname, te juro que no lo olvidé.—suplicó.

—No necesitas disculparte Seungmin, no voy a perdonarte, si me permites, tengo un enlace pirata que buscar.—afirmó apunto de girarse para cerrar la puerta.

—¡Espera!—hablo está vez el azabache.—Tengo entradas en un salón privado para la película que quieres ver.— Jisung reaccionó interesado.—Sólo pido que por favor perdones a Seungmin, fue culpa mía que no llegará a tiempo.—el nombrado se ruborizó de inmediato.

—¿Acaso estaban juntos o qué?

—Así es, anoche se quedó hasta muy tarde y le ofrecí quedarse en mi departamento.

—¡No me digan que ust...!—el castaño le cerró la boca casi de inmediato.

—Deberíamos ir a ver la película, ¿no lo crees Sung?—amenazó a lo que éste asintió con miedo.

Ambos menores subieron al vehículo de Christopher mientras se susurraban algunas cosas al oído.

—¿Qué clase de relación tienes con el ratito?

No soy ella Donde viven las historias. Descúbrelo ahora