02. - Reclamación

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Un ego herido es más doloroso que un golpe.


El viento sacude los árboles mientras las gotas de la lluvia golpean contra las ventanas. Me siento en la oficina de mi hermano escuchando a los dos hombres alfas discutir los términos de mi vinculación. Ellos hablan de un lado a otro como si yo no existiera. Estoy tratando de mantener mis emociones bajo control, cabeza abajo... sumiso.

Me siento cómo debe sentirse un prisionero, bloqueado... desesperado. "Jeno" como lo ha llamo mi hermano, parece que se conocen desde hace años a pesar de eso, hoy es la primera vez que lo he visto.

El le dice a mi hermano cómo voy a ser marcado por él; con fuerza y con ira, seré tomado de la vieja manera... segun elllos por el camino correcto.

El horror se filtra fuera de mi piel cuando él me da una mirada lateral, midiendo mi reacción. Estoy tan cerca de gritar, de golpear algo, estoy tan cerca de perder mi compostura.

― ¿Qué hay del nivel de habilidad, que tiene él ― Sus ojos me juzgan.

Estoy hirviendo locamente de la cólera, luchando para mantener mis emociones reprimidas; tanto mi lobo como yo, sentimos. Clavo mis garras en la silla para no tirarme hacia él y clavar mis colmillos profundamente en la superficie de su cuello.

― El es uno de nuestros guerreros, es pequeño pero muy hábil , lo mejor que tenemos.

La rabia pura brota de mi, golpeando mi piel como el calor del verano abrasador. Puedo probar la sangre que he causado gracias a que he mordido mi lengua para contenerme.

― ¿Cuántos hombres ha tenido?. ― Gruñe las palabras, mirándome de reojo, con su intensa mirada.

― No, le aseguro que su virtud todavía está intacta.

Me pongo de pie abruptamente, tiro mi silla hacia atrás, dejando solo el sonido mientras cae, el disgusto, la rabia que siento ahora mismo.

Desnudo mis dientes a ambos en una calculada demostración de falta de respeto.

― ¿Es así frecuentemente?.

― Si . ―dice mi hermano, pasándose los dedos por el pelo y por el rostro.

Doy zancadas dirigiéndome hacia la puerta, gruñiendoles en el camino, dejando que la puerta se cerrara de golpe hago rápidamente mi camino a mi habitación.

Una vez allí, grito como si estuviera loco. Espesas lágrimas fluyen por mi rostro mientras yo me ahogo en los sollozos tan profundamente que hace temblar mi cuerpo. Rompo carteles y estantes de mi pared, empujo todo de mi escritorio, en un ataque de rabia. Incluso hago lo más tonto de las cosas y tirar mi teléfono a la pared, rompiendo la pantalla.

¡Los odio! No siento más que desprecio por el norte y su maldito líder que se hace llamar Jeno. Él sabe que no tenía otra opción, estaba entre la espada y la pared.

Mi hermano... me trato como si fuera una cosa, no me defendio, incluso estuvo de acuerdo a todo lo que Jeno dijo, odio a todos en este momento. No puedo detener las lágrimas y la rabia que se aferran a mí.

Acostado en la cama, mi cara enterrada en la almohada, sigo llorando cuando la puerta se abre.

― ¿Siempre te comportas así?. ― Es él, Jeno, con su profunda voz interrogando. No respondo, sólo mantuve mi cabeza enterrada en la almohada, esperando que se fuera.

Siento que sus ojos perforan la piel de mi cuello, haciéndome sentir incómodo, como si quisiera cabar un pozo para ver el interior de mi.

― Esperaba más de ti, pero esta conducta puede que talvez sea tolerada por los miembros de tu manada.― Su voz gotea con disgusto. ― Pero a donde vas, no será, soy tu alfa y ahora tendrás que controlarte mejor como el omega que espero que seas.

I'll Make You Cry | Nomin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora