Jaemin siempre fue testarudo y rebelde incluso más que la mayoría de las personas, pero cuando el alfa de la manada del norte lo exige como su omega ¿se entregara y sera sometido o podría resultar todo lo contrario?
Agarrando la parte de atras de mi...
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El sol de la tarde se está poniendo lentamente proyectando la habitación en un cálido resplandor.
Jeno está tendido en toda su longitud sobre la cama recién hecha. Debió haber cambiado las sábanas mientras yo estaba en la ducha.
Él se volvió ligeramente en una cadera, luciendo feliz y contento, disfrutando de la euforia del nuevo vinculo completado.
La mirada de él es intoxicante, un brazo debajo de la almohada sobre la que descansa su cabeza, la otra mano apoyada en la cama contra su pecho.
Sus abdominales se muestran con cada exhalación que toma.
No tenía nada más que un par de calzoncillos. Esas piernas fuertes y delgadas que casi tocan el extremo de la cama, su tobillo izquierdo ligeramente sobre el derecho con una ligera curva en la rodilla.
Sus ojos se posan en los míos mientras me da una sonrisa perezosa, los ojos medio cerrados y pesados. Hay una expresión de satisfacción en su rostro, casi me río, pero no lo sé.
Golpea el lugar frente a él con su mano para que yo pueda unirme a él. Rápidamente me cambio de ropa y dejo que mi pelo se seque. Sentado en la cama junto a sus pies, dejé que mis dedos rozaran su pantorrilla, viendo cómo el músculo se contraía a causa de mi contacto.
―Ven aqui,― me agarra de la cintura, tirando de mi fácilmente hacia él, envolviendo su pierna izquierda sobre la parte superior de mis muslos. Él me mete contra su pecho, su barbilla apoyada en mi cabeza mojada, mis labios rozan su cuello, era natural hacer eso. Solo presionar mis labios contra su cuello sin pensarlo... me impresiona
Gruñe humildemente, en el fondo de su garganta casi como si estuviera ronroneando de contento. El toque de sus dedos en mi espalda dibujando pequeños círculos hace cerrar mis ojos, esas yemas de sus dedos me están calmando, él no está tratando de provocar disturbios dentro de mí, está tratando de crear una calma entre nosotros.
Envuelto de forma segura contra su cuerpo, me derrito contra él, cierro los ojos, inhalo quién es...mi salvaje alfa
―Así es como podría ser entre nosotros.― dice besando mi cabeza, acercándome más a él.
Su corazón late contra mi oido, suave y silencioso con su humor relajado.
Nos recostamos el uno con el otro, envueltos en los brazos del otro, cerrando los ojos, pensando en sus palabras, pensando que esto debería haber sido así en primer lugar.
¿Puedo darle la absolución que tan desesperadamente necesita, puede alguna vez ser quien necesito que sea, para que la absolución suceda?
―¿Quieres esto? ― su ritmo cardíaco se eleva muy levemente, apenas perceptible.
Estoy incómodo con esto, estoy empezando a sentir cosas por él, no es exactamente lo que está buscando, lo quiere todo, pero no puedo darle todo.
―Estamos emparejados... está hecho, mi elección se ha ido Jeno, estoy seguro de que con el tiempo las cosas funcionarán, solo entiende que para mi, es muy dificil tratar de amarte cuando me quitas todas mis elecciones forzándome.― Alejándome de él, sentado en el borde de la cama, apretando mis manos en puños.
