I'll Make You Cry | Nomin

21.- Tocar

Solo un toque nada más.

A regañadientes, aparto mi mano de él, creando un espacio muy necesario.

Necesito respirar. Su presencia me hace cosas, me hace querer cosas de él que no estoy listo para tener.

― ¿Estás bien, Jaemin?

― No.―  Se alza a toda su altura, invade mi espacio, acercándose lo suficiente para hacer que mis entrañas se aprieten, el lazo ruge a lo largo de mi espina dorsal. ― Me has arruinado Jeno, has arruinado todo lo que soy.

Quiere tocarme, la compulsión se contrae y se retuerce por su brazo, entre sus dedos. Quiere llegar. Puedo ver sus músculos temblando con el esfuerzo de contenerse.

Es doloroso para él, manteniéndose alejado, es como un dolor constante que siente profundamente en la boca de su estómago. Me aparto de él, ya no puedo soportar su calor.

― No puedo ser lo que quieres que sea Jeno.

― No te pido nada que no puedas dar.― Su voz es tan tranquila, tan... suave.

Es en sus ojos, los colores junto con las emociones. Lo saboreo en él, la agonía, el arrepentimiento... fracaso. Quiere que le dé la absolución. No puedo.

Le he sellado a mi en un nivel tan básico, químico, es primordial y él no quiere nada más que yo. Todo lo demás no tiene importancia. No siento nada más que él; Todo lo que siente, todo lo que quiere.

Siento que rueda a través de mi cuerpo como grandes olas golpeando la orilla..Uno tras otro, sus pensamientos casi me ahogan.

Mi compulsión quiere darle lo que quiere, mis instintos quieren que me dé la vuelta, doble mi cuello en sumisión, caer a cuatro patas y le deje tener lo que la luna exige.

― Me haces débil Jaemin.―  Asiento con la cabeza, exhalando culpablemente.

― Lo sé, y es lo menos que te mereces.― Él toma mi mano, apoyando la palma en su frente.

― Puedo sentirte aquí. ― Me desliza la mano por la cara, las puntas de mis dedos rozando sus labios, arrastrandola sobre su marca y su cuerpo se estremece de placer ―Te siento aquí.―Presiona mi palma con fuerza en su corazón latiendo. Traza mi mano por su pecho desnudo, las puntas de mis dedos estan creando líneas de calor entre nosotros, luego por su abdomen, finalmente colocando mi palma en su virilidad.― Siempre te siento aquí.―  Me pone las manos en mi cabeza. ― Quiero estar aquí.

El calor saturante de la palma de su mano penetra profundamente en mi cerebro. Mis párpados se cierran ligeramente con placer. Las puntas de sus dedos se deslizan con tanto cuidado por mi rostro, trazando sobre mis labios, descansando en mi cuello.

― Mi marca en ti casi desaparece...quiero volver a marcarte.― Sin un vinculo completo la marca va desapareciendo con el paso del tiempo, el puede marcarme en este momento y no lo detendria. Sin embargo, sus dedos descienden entre mi pecho, sobre mi corazón.―Quiero estar aquí... ― Mi lobo esta ronroneando de placer. Esas puntas de los dedos pasan por mi vientre, y terminan entre mis piernas, sus manos tocan mi pene sobre la tela de mi ropa pero sus dedos hacen el recorrido hacia atrás. ― Necesito estar aquí. ― Deja que las palabras caigan en el lugar que quiere estar.

Me aprieto involuntariamente. Estoy nublabo por su deseo y el mío. Se suelta, retrocediendo muy lentamente. Sus ojos negros brillantes me miran atentamente. Ambos estamos peleando batallas internas que no se pueden ganar.

― ¿Sabes lo que se siente que estes aquí, Jaemin?―  Se señala a sí mismo, con un dedo, toca su cabeza. ― Una maldición hermosa...―  logro ahogarme, mi voz se agrieta ligeramente. Estoy llevando el peso de sus ojos sobre mi.