— Jungkook _—dijo_—
— siempre me quedaré a tu lado porque la razón por la que vale la pena vivir eres tú, mi señor_—
Yoongi solo pudo mirarlo directo a los ojos algo decepcionado de no haber conseguido protegerlo, porque una vez su hermano se enterará de su escape junto a su guerrero no dudaría en darle sentencia de muerte.
— me lo prometiste__—
— Lo hice Yoongi, lo cumplí_—
— no es cierto, tú te condenas justo ahora ya debieron enterarse es muy tarde para que regreses_—
— aunque hubiera tiempo, no me iré, ahora entremos esta helando_—
Entraron a la vieja cabaña, el mayor se encargo de encender la chimenea y también de desempolvar el lugar, ordenó una de las camas sacando las provisiones que había dejado allí para ese momento, entregó un abrigo muy grande al príncipe pues desde hoy comenzaría la nevada, además de suaves y cálidas sábanas. Encendió una pequeña estufa y colocó agua a hervir para prepararle algo de chocolate, mientras hacía tiempo se sentó para escribir y dibujar en un gran pedazo de papel.
— éste será un mapa, nos iremos mañana_— comentó concentrado en no dejar un solo detalle de su memoria plasmando el camino a las llanuras_—
Yoongi no respondió, se dedico a alistarse para dormir en señal de protesta por haber sido ignorado en su petición, ahora más que nada sabía que sólo había una opción llegar a las llanuras, adaptarse a esa manada y procurar nunca ser encontrados.
Mientras cepilla su cabello, su mirada avanzó hasta Jungkook, quien se encontraba concentrado en retratar dicho camino, lo miró con detenimiento de pies a cabeza, entonces se encontró los orbes marrones fijos en él, apartó la mirada con prisa y escucho la suave risa del contrario.
Sintió como este se ponía de pie, pero no sé atrevió a mirarlo, solo estaban ambos en esa cabaña, sin nadie alrededor, su corazón latía con prisa y una vez los pasos se acercaron a él su expectativa crecía.
Una taza de chocolate caliente.
Fue ofrecida justo en su panorama alzó la vista y su guerrero le dedicó una tierna sonrisa, para volver a su lugar y continuar su labor.
Yoongi terminó su bebida y decidió acostarse, se cubrió con la sábana mirando aquel techo, pensó en que ya no tenía una casa, una manada, ni un lugar donde vivir, pensó en su mamá, podría acaso volver a verla, algún día ¿quizás? Los pequeños niños de la fundación, todo el azulejo del norte, toda esa tristeza se alivio un poco al mirar al alfa, hubiera dolido más si él ya no estuviera.
Con ese pensamiento se quedó dormido hasta el día siguiente.
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Through your blue eyes [KOOKGI]
FanficHabian pasado siete años desde que Jungkook se convirtió en el guardián del príncipe Yoongi, pero cuando no había nadie más que los dos presentes eran sólo un par de amigos que se necesitaban tanto sin importar la magnitud de los sentimientos aquell...