Noche de pizzas: Tomando unos días de descanso...

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Que bien sientan las mañanas de los sábados...

Respirar el aire fresco, regado con el aroma de las moras; sentir el Sol acariciándote, levantando los pelos de tu piel; relajarse...

Escuchar el canto de los palomos, que picotean arroz en la plaza; el revuelo de las gaviotas, celebrando la llegada del Verano; o el ir y venir de gente, caminando de un lado para otro.

Siempre viene bien poder tener tiempo para uno mismo y descansar; sobre todo, después de tantas semanas de ajetreo...

Lo primero que hice, fue visitar el Tropicana. Me encanta el sabor a piña y coco de sus granizados. En estos días que el calor empieza a apretar, no hay nada que más apetezca. Disfrutar saboreándolos y el dulce frescor que queda en tu garganta, es un capricho que siempre que tengo ocasión, me he de conceder. Son sin duda los mejores...

-¡Fede, cuanto tiempo sin verte! ¿En que andas ahora? En mi casa, nos tienes a todos enganchados a tu programa...-Quien me hablaba era Ximo, el tabernero del bar y gran amigo mio...-.
-Que va, ahora estoy de vacaciones y vine para visitar el barrio...
-¿Y este grandullón?-Se refería a Dexter: él, siempre me acompaña a todos los lados; excepto cuando voy de purificación. Él es mi más fiel amigo y no me gustaría que nada malo le pasase. Y mucho menos por mis aficiones...-¡Como lo sigas alimentando así, se va a poner como un tigre!-Dijo mientras le daba unas palmaditas en el costado. Dexter, ladró en agradecimiento-¿Lo de siempre?
-Sí, por favor. Y añádeme un par de rodajas de limón.
-¡Marchando!

A Ximo siempre le ha acompañado un carácter vivaz y desternillante, igual que a la mayoría de su familia. Su gentilidad les ha permitido que nunca les faltara la clientela, desde hacía varias generaciones...

Decido sentarme dentro, porque en la terraza comenzaron a fumar... Es algo que me molesta mucho. Claro que tienen que fumar en algún lado; pero ¿por que me tengo que fastidiar yo, de disfrutar mi granizado en la terraza...? En fin, estoy de vacaciones y nada va a privarme de eso.

En el televisor están hablando de los partidos políticos: que si unos partidos harán esto; que si otros harán aquello... Cuando hay elecciones se tiran con lo mismo; una y otra vez...
El ruido de la cafetera, me absorbe de mis pensamientos y me sumerge en otros que me llenan de nostalgia. Me recordaba a mis padres: tenían una cafetería, donde pasaba buena parte de las tardes; durante el comedor del colegio... Pero de eso, ya ha pasado mucho tiempo.

Se abrió la puerta y una voz muy familiar, asomaba entre el jaleo del televisor, las cafeteras y el bullicio de gente; almorzando y tomando sus aperitivos.

-¿Como estás, Hermanito? ¡Un café del tiempo...!-Y tanto que conocía su voz, se trataba de Sonia; la hermana pequeña de Ximo-.

Me acerqué a la barra, a saludarla. No había cambiado nada; siempre con prisas a todos los lados... Tenía una forma muy particular de mover la cucharilla. Cuando lo hacía era porque estaba estresada pero a mí siempre me pareció una manera bastante elegante; excepto por el taconeo y los golpecitos que daba con las uñas sobre la taza...
-¡Hola!-Le dije en un tono amistoso-¿Me deja invitarle a algo, señorita?
-¡Fede! Cuanto tiempo ha pasado... ¿Bastón nuevo?-Su voz desprendía ternura. Ella me ayudó todos los días que falté a clase; desde el instituto, hasta los primeros años de universidad. Salimos un tiempo; pero no cuajó la cosa-.
-Eh... Sí, este lo usaré solo para los paseos.-cuándo eramos novios; ella, me regaló uno. Pero terminó rompiéndose durante un exorcismo...-. Es de una aleación de titanio, mucho mas ligero y resistente.

Sin esperarlo, me arropó con sus brazos; pegando su oreja en mi pecho:

-Pasé mucho miedo...-No entendía a que se refería-. Aunque me cueste aceptarlo; no soportaría el hecho de saber, que nunca más te voy a volver a ver...-Sus lágrimas calaron en mi camisa. También me hicieron llorar; pero lo disimule-.

Unos meses antes, quedamos atrapados en un convento. Una mujer, quería saber que sucedió con su bebé; debido al revuelo sucedido con los casos de bebés robados. El trabajo se nos complicó y quedamos incomunicados cerca de una semana...

-Esto, os lo invita la casa...-Nos sacó una bandeja de bombones y pastelitos-.
-Oh... ¡Gracias, Hermanito!-Cogí un par de bombones y un pedazo de tarta de manzana; estaban de muerte...-.

Nos quedamos un poco más de rato hablando. Me contaron, como habían cambiado las cosas por el pueblo:
A Carlos, le habían contratado en un centro comercial; y se fue a vivir a las afueras. Verónica, había escrito un nuevo libro y marchó a promocionarlo en Sudamérica. Pere, estaba como siempre; haciendo una fiesta tras otra. Y los demás, estaban también dispersos y bastante atareados con sus hijos.
-¿Cómo...?¿Que Patri también ha quedado embarazada?
-Así es-afirmó Sonia-. En la próxima despedida de solteros; los que verdaderamente quedaremos solteros: seremos nosotros tres.
-¡Oye, oye! Lo dirás por ti; porque yo ya he encontrado a mi media naranja.-Interrumpió Ximo-.
-¡Hasta que no te le confieses no valdrá, Hermanito! Así que tú sigues soltero como todos...

(Bip, bip...)Me sonó el móvil...
-¿Sí?-Era mi asistenta; teníamos otro trabajo y era importante...-.

Ojos en la oscuridad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora