La iglesia de Satanás: Caso paralelo.

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Paramos en una heladería cerca del puerto. Necesitábamos recapacitar sobre los hechos que habíamos vivido durante el anterior caso.

-Finalmente, no hemos podido entrevistar al dueño de la pizzería.-Dijo Sergio con un tono de decepción-.
-Me parece muy feo por su parte que no se haya dignado a aparecer-añadí-. Aunque visto lo visto, era comprensible...
-Sí, pero seguro que se hubieran despejado mas incógnitas sobre el caso.
-Despejamos lo que tuvimos que despejar. El resto, solo era morbo.
-Pues sí... Pero creo que dejamos hilos sueltos...
-Lo importante es que han terminado los sucesos y que todos han quedado satisfechos. Poco más podíamos hacer...
-Estaría bien que hiciéramos un programa recopilatorio con el antes y el después de nuestra llegada.-Sugirió MeiShui-.
-Desde luego, si no, nos pasaremos el año que viene-le respondí-.

-¿Que más tienes, MeiShui?-le pregunté; debíamos ponernos en marcha para el siguiente caso-.
-Pues tenemos el faro de Mouro; donde un grupo de pescadores aseguran que allí se producen apariciones. Unas vías de tren abandonadas; donde se han producido misteriosos accidentes, en Cáceres. Y un poblado íbero, muy cerca de aquí; donde un par de excursionistas aseguran haber escuchado ruidos metálicos y lamentos, como si se librara una batalla...
-Interesante... ¡Como siempre; un muy buen trabajo, MeiShui!

Desde que la conocí, me pregunto, el cómo lo hace... Da igual lo que nos demoremos con un caso; ella, siempre estará al día y preparada para todo lo que nos aborde. Siempre ha sido una chica cien por cien trabajadora... La verdad, es que a pesar de llevarme yo, todo el reconocimiento... Lo cierto es, que a veces me hace sentir envidia. Estén donde estén sus padres; pueden sentirse bien orgullosos...

-Me parece asombroso, el cómo os movéis vosotros dos...-Dijo Sebastián-.
-Ja, ja...-le sonreí-. La vida es puro movimiento, amigo mío-me puse filosófico-.
-Tomaré ejemplo para llevar a mi redacción.-Me contestó-.

Se pusieron a leer el periódico, MeiShui y yo, terminábamos nuestros tentempiés: yo, mi bombón tocado de whisky; ella, su té rojo con azúcar tostado y canela-con las semanas que llevábamos investigando, los camareros ya aprendieron nuestros gustos-.

Estábamos por decidirnos en investigar el poblado íbero, dado a su proximidad-en la provincia contigua-. Pero esa historia era apenas conocida y no sabíamos si gustaría al público. No queríamos otro caso como el de Gredos, dónde los testigos inventaron su testimonio, simplemente para conocernos. A nosotros nos llenó de satisfacción; pero, a los directivos no les gusto nada, dado el tiempo y el dinero que habíamos invertido.

De pronto, Sergio Interrumpió nuestro debate.

-¡Mirad! Han detenido a los miembros de una secta por sus rituales satánicos y profanos... Por favor, ¿cómo pueden cometer semejantes atrocidades?-dijo-.

Todos asentimos... Y acto seguido, Sebastián nos recomendó un misterioso caso que salió en su revista.

-¿Por qué no visitáis "La iglesia de Satanás"? Seguro que vosotros, conseguís desmontar la tapadera; si trabajáis como hasta ahora.-Su tono denotaba rivalidad-.
-¿No quedó demostrada su estafa?-Había escuchado sobre ese caso. Pero ya hacía mucho tiempo; cuando iba a la universidad-.
-Solo fueron excomulgados. Y declarados herejes por parte de la Iglesia. Pero siguen teniendo sus feligreses; quiénes aseguran que lo qué acontece allí, tiene origen divino.
Es un asunto que despertará el interés en vuestra redacción. Y que causó furor cuándo saltó a la prensa.

La verdad, es que la idea me llamaba. Tratándose de Sebastián, seguro que daría sus frutos. Pero me preocupaba que no quedara nada que investigar. Debido al gran número de investigadores que han ido a tratar lo que sucedía; tanto, por parte de los equipos de prensa; como por parte del seno de la Iglesia; o, incluso miembros del mismísimo Gobierno.

-¿Por qué lo haces, Sebastián? Somos parte de la competencia...-Dije siguiéndole el juego; aunque no podía ocultar mi sinceridad-.

-Tú mismo lo has dicho...-dijo mientras se levantaba y colocaba el periódico sobre la mesa-. Somos amigos, ¿no? Considéralo, una muestra de agradecimiento por permitir que trabajáramos en vuestro mismo caso...

Me hizo un gesto cariñoso en el hombro y acto seguido se despidieron.

En ese momento entendí, que no me lo estaba recomendando; más bien, me estaba pidiendo que lo investigara...

Ojos en la oscuridad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora