capítulo 2

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Gema

Miro fijamente el espejo, como toda persona normal lo primero que hice una ves que ordené mis pensamientos fue venir a examinarme a cuerpo completo.

Aja, pervertida. Ey debo saber lo que tengo.

Cabello castaño casi negro, largo, ojos cafés obscuro, piel Morena-aperlada, bajo más la mirada los pechos no son grandes ni pequeños, el abdomen está definido y la cintura estrecha, caderas un poco anchas, me pongo de lado para verme las nalgas, son grandes, las piernas están tonificadas.

No está mal. Tienes que admitir que esta guapa.

Ignorando a mi conciencia continuó viéndome, no puedo evitar mirar el reflejo de entre mis piernas, no hay ni una pisca de pelo.

Okay eso si suena como pervertida. Eres una. Ey es mi nuevo cuerpo tengo que examinarme.

Las ganas me sobrepasan y no puedo evitar tocar mi monte de Venus, joder es extremadamente suave, mi cuerpo original ni de broma estaba así de suave en esta área.

Que clase de depilación usaría. No lo sé pero me interesa saber.

Me detengo al sentir el impulso de seguir tocando, miro a todos lados nerviosa.

Joder siento que he hecho algo malo. Dios te castigará pecadora, ve a rezar. Cállate

Mi visión capta la regadera sin pensármelo me acerco, abro la puerta corrediza que es de vidrio, es amplia y moderna, abro la llave esperando el agua fría, pero en lugar de eso siento que me quemo el cráneo, la cierro de golpe.

La maldita agua estaba hirviendo. Que cres que significa la h genio. Pensé que significaba hielo. Uy no pos ya sabes que no significa eso.

Abriendo la llave correcta dejo que el agua fría me recorra el cuerpo, se me relajan los músculos, tomo el champú que me encuentro, huele a flores, me tallo el cabello, tomo la esponja junto al jabón y comienzo a frotarme el cuerpo.

Cuando terminó me enjuago y me colocó el acondicionador que estaba junto a los jabones. Me tomo mi tiempo quedándome bajo el chorro de agua pensando en todo esto.

No sé que pasó para que este yo aquí, pero espero que no haya morido. No recuerdo nada de relevancia solo fui a dormir y bom ya estaba aquí.

Leí tantas historias de transmigración que lo imaginaba diferente, sigo esperando que los recuerdos de esta me enteren, pero nada, al igual que sigo sin creer que soy Gema Lancaster.

Al parecer apenas tengo des semanas de haber llegado, eso significa que ya me acosté con Christopher, ese es otro tema, estoy jodidamente nerviosa de conocerlo, osea no todos los días conoces a tu amor platónico literario.

Bueno el caso es que ya me acosté con el, o bueno prácticamente lo viole, arrugó la nariz ante eso.

Prácticamente no fuiste tú quien lo hizo. No, pero ahora lo soy y tengo que cargar con eso.

Tomo la toalla y envuelve mi cuerpo, agarro otra para el cabello, cuando estoy por salir me topo con alguien, le suelto un golpe por impulso, le da en la mandíbula. La detalló, es Liz.

Se lo merecía, ella me metió uno que casi me reinicia la vida. Se lo hubieras dado más fuerte. Ya habrá otra oportunidad

-Que mierda te pasa Gema -toma su mandíbula- parese que ya estás bien -una sonrisa se plasma en su rostro y prácticamente corre a abrazarme

Quiero quitarla, pero me detengo al saber que eso sería muy extraño. Dejo que me abraze y estruje un par de minutos

-Me tenías tan preocupada -entierra su rostro en mi cuello y no puedo evitar sentirme incómoda

No aguanto más y la alejó lentamente con una mueca en el rostro, ignora mi cara pero hace caso separándose de mi con una sonrisa que se borra lentamente.

-El doctor dijo que talvez fue una sobrecarga de estrés -su tono es dudos- pero no te preocupes te harás más chequeos

Asiento lentamente sin saber que decir, es incómodo, Liz es uno de los personajes que más odio y el tenerla enfrente como una amiga es extraño.

No quiero fingir ser Gema ,pero tampoco quero ser yo, cambiar drásticamente no servirá de nada. Al igual que no soy lo suficientemente fuerte para tratar mal a Liz al fin y al cabo ella es amiga de Gema, independientemente de lo que haya hecho, ella la cuido  a su manera.

-¿estás bien? -habla al ver que yo no lo hago- ¿Quieres que vuelva a llamar al doctor? ¿Te va a dar un ataque de asma? El doctor me dijo que tuviste uno

-Estoy bien, -me mira atentamente desde mi cama- es solo que creo que es el hambre

Suelta una carcajada y se levanta como un resorte- iré a decirle a tu madre que caliente la comida, sal cuando estés lista

Me toma por sorpresa cuando se acerca a darme un beso en la mejilla, sale por la puerta y escucho como grita el nombre de Marie.

Camino al closed y abro las puertas a diestra y siniestra, encuentro el cajón de la ropa interior, tomo un conjunto color crema y me mo pongo

Que buena tela. Lo que es tener dinero

Tomo unos pantalones de tiro alto entubados color rosa, un croptop negro de tirantes y unos vans, me desenredo el cabello, lo dejo suelto al aún traerlo húmedo. Al terminar de vestirme me acerco al tocador, miro los productos buscando la crema, al encontrarla me la pongo.

Antes de salir miro el espejo, me veo bien. Camino por el pasillo, paso por una habitación inmensa, llego a la sala que tiene una chimenea, un mini bar, una encimera divide la cocina del comedor. Alado del sofá veo una camita de perro.

Abro los ojos y la boca hasta más no poder al darme cuenta en donde estoy, es el penthouse de Christopher, doy saltitos y gritos internos por la emoción. Busco con la mirada a mi perro favorito, Zeus.

Lo encuentro sentado tomando agua, apenas lo miro corro a el, esto podría salir muy mal. O muy bien.

Cuando llego a su lado me detengo, me muestra los dientes, trago saliva, te dije que saldría mal, recuerda que odia a Gema. Cállate, los perros saben cosas.

Le sonrió y levantó las manos, evitó mirarlo a los ojos para que no se sienta amenazado, se me acerca olfateandome, después de ronderame y olfatearme hasta el alma se hecha en el piso enfrente de mi.

Me arrodillo, acarició entre sus orejas- awww, que cotita tan preciosa -le hablo con voz pendeja, levanta sus orejas, se sienta en sus dos patas traseras y me deja acariciarlo como quiera mientras mueve la cola alegremente.

Te dije que sabe cosas, los perros son seres superiores que pueden saber cuando alguien tiene buenas o malas intenciones. Que integigente, bien preguntona yo verdad.

Ruedo los ojos ante la repuesta de mi conciencia, que falta de tacto. Salgo de mis pensamientos cuando dos presencias entran en mi campo de visión.

Me levanto del suelo, Marie me mira sorprendida y Liz con una sonrisa. Zeus me pasa entre las piernas, camina a su camita y se hecha.

-Hija, que bien que ya estás mejor, me tenías muy preocupada linda -marie habla mientras se acerca a mi para tomarme por los cachetes y examinarme.

Trago saliva y digo las palabras que practique- Ya estoy bien, mamá

Intento no hacer una mueca al decir lo ultimo, es verdaderamente extraño llamar a una total desconocida mamá. Extraño a mi madre.

Nos sentamos en la mesa que ya esta servida, intento acoplarme ante la platica con Liz y Marie, no es tan complicado. Con éxito termina la comida, con la excusa de estar cansada me voy a mi cuarto, zeus me sigue.

Cierro la puerta después de dejar pasar a Zeus, me acuesto en la cama, zeus se queda sentado en el suelo mirándome fijamente, doy unas palmaditas alado de mi entendiendo me se sube y se recuesta.

Le acarició la cabeza- ¿Será igual de fácil de llevarme bien con tu dueño?, espero que sí

Y sin decir nada más los ojos se me cerraron dejándome en un sueño profundo

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Espero les guste
Gracias y adioss

Fanfic 6 (Christopher Morgan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora