16. La traición

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I.N respiró hondo antes de llamar al intercomunicador exterior de la mansión de su hermano. Cuando la gran verja se movió, entró por la carretera de gravilla hasta la zona de aparcamiento y bajó del Range Rover con las manos temblando.

Las reuniones con Dongyoon siempre eran problemáticas. Y no sabía qué diablos quería de él ahora. Jesucristo, ni siquiera tenía claro qué era lo que estaba pasando porque ese cabrón le ocultaba cualquier información relevante.

Un trabajador del servicio lo saludó con una inclinación pronunciada, por lo menos sus empleados seguían respetándolo. Lo acompañaron hasta el jardín trasero y vio a su hermano sentado en el cenador con una taza de té y un iPad en la mano.

Llegó hasta él e hizo una reverencia.

—Buenas tardes, Dongyoon hyung.

—Yang Jeongin —contestó secamente—, siéntate —añadió de forma categórica, I.N obedeció.

Se quedaron en silencio mientras Dongyoon seguía ignorándolo como si no fuera más que una incómoda brizna de polvo a su lado. Mentira, su hermano hubiese prestado atención a una brizna de polvo, era obsesivo con la limpieza.

El mismo trabajador que le había recibido apareció con una bandeja y dejó un servicio de té sobre la mesa. Se inclinó y se marchó, todavía no hablaron.

—El té se va a enfriar —dijo Dongyoon.

—No me gusta el té verde. Lo sabes.

—¿Te he preguntado si te gusta? —La mirada aguda se levantó de la pantalla y se clavó en I.N. Sintió el escalofrío recorrerlo y pensó que no era para tanto, podía soportar algunos sorbos del brebaje. El instinto de conservación de I.N se activaba cuando estaba alrededor de su hermano.

—¿Para qué me has llamado, Dongyoon hyung? —preguntó echando el líquido en su taza.

—Tenemos un gran problema —"Tenemos" significaba que I.N iba a tener que llenarse de fango hasta la cintura—. Hay alguien dentro que está pasando información al contacto de Han Jihyeon.

—¡¿Qué?! —I.N casi deja caer la pequeña tetera que sostenía en la mano.

—Voy a hablar con Han-nim yo mismo y le preguntaré para quién está trabajando, pero no creo que hable. Necesito que tengas a tus perros preparados para agarrar al chico.

—¿Quieres que lo mate?

—Todavía no tengo claro el daño que quiero hacerle. Pero tienes que estar preparado. No voy a permitir ni un puto error, Yang Jeongin. Si algo sale mal será tu cabeza la que salga mal parada. —Su hermano puntualizó sus palabras con sus ojos clavados en él.

—Y... —Dudó si preguntar o no, parecía estar teniendo la primera conversación civilizada con su hermano en toda su vida—, ¿cómo sabes que alguien de dentro está filtrando información, hyung?

—¿Eres estúpido? —I.N se sorprendió con la pregunta y le miró confuso—. ¿Cómo coño sabría Jihyeon lo importante que eran los 2000 millones? Llevo casi siete meses preparando esta transacción, la entrega está programada, todo está preparado. Y, de repente, ¿ese pusilánime decide por sí mismo atascar 2000 millones de wones? Alguien que es consciente de la envergadura de esta operación pasó información al contacto de Han y este solo siguió órdenes. Ese viejo no es tan listo ni valiente por sí solo.

I.N analizó las palabras de su hermano. Dio un sorbo al asqueroso líquido en la taza conteniendo la cara de disgusto. Por primera vez en años la ira de Dongyoon parecía estar focalizada en otro lugar. Lo cual tranquilizaba los nervios de I.N en algún punto.

Estación de lluvias: VERANO | Minsung | ChanglixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora