🎶Banda sonora: Blood in the water - Grandson🎶
Puerto de Pohang. Martes. 23:45.
El almacén de la dársena 46 bullía de actividad. Los carretilleros transportaban mercancías en palets de madera de un lado a otro. Algunos cargaban los fardos plastificados en los camiones de forma ordenada. Otros comprobaban la pureza y calidad de la carga que estaban manejando.
Dongyoon, Namsik y Mark estaban de pie a un lado, contemplando aquel enjambre formado por unas treinta personas que se movían de forma silenciosa y eficiente. Dongyoon sonrió complacido y miró a su derecha, un pequeño grupo de hombres observaba igual de interesado. Sus socios hablaban con su traductor, Dongyoon había traído el propio, por supuesto no se fiaría de un hijo de puta que trabajaba para otra gente.
—Quiero comprobar la mercancía —dijo de repente y ambos traductores hablaron a la vez repitiendo sus palabras. Manuel, como se hacía llamar el jefe de sus socios, contestó con un asentimiento suave de cabeza.
Se acercó despacio a uno de los fardos cargados y lo abrió con una navaja que llevaba en el bolsillo. El polvo de color blanco impoluto saltó hacia afuera cuando la cinta americana alrededor restalló. Cogió un poco con la punta del filo y lo esnifó. Otro poco lo esparció suavemente en sus encías. No había demasiados cortes, la cocaína tenía la calidad que se esperaba. Calidad por la que había pagado una maldita buena cantidad de dinero.
La sonrisa se dibujó en su rostro, aliviado porque esos cabrones estuvieran cumpliendo con sus palabras. «Una preocupación menos». Volvió despacio hacia el grupo de hombres y vio un pequeño nervio contraerse en la mano de Sik. Se acercó directo a él y tiró por el brazo para apartarle del grupo.
—¿Han dicho algo? —preguntó.
—No. Solo estoy preocupado por si algo sale mal. Los estibadores tienen que darse prisa, no quiero estar aquí más tiempo del necesario y la puta lluvia ya ha retrasado mucho la descarga. —Tenía razón, como siempre. Sik era una suerte de niño prodigio y su cerebro trabajaba en una frecuencia diferente al resto de los seres humanos—. Y, como te dije, me pone muy nervioso que Han Jihyeon esté en el coche fuera del puto almacén. Ese cabrón podría tener un GPS metido en el culo.
Dongyoon oe miró frunciendo el ceño y apretó los dedos en el brazo que aún mantenía: —Creía que ibas a dejar de cuestionar mis decisiones.
—Sabes que no puedo hacerlo. Traer a Han ha sido una estupidez.
—Han tiene una pistola en la sien ahora mismo. Si nos jode, le volarán la cabeza. Así que tranquilízate de una puta vez y deja de poner nerviosos a los demás. Pon tu mejor sonrisa y diles las cuatro mierdas que sabes decir en español.
—El de la sonrisa divina es otro y está haciendo perfectamente su trabajo.
Sik se soltó y volvió junto a Mark, que hablaba con los visitantes medio en inglés, medio en coreano, poniéndoselo difícil a los traductores. Sonreía y ponía esa mirada de chico bonito que hacía que la gente quedase aturdida a su alrededor. Estaban hablando de sitios que debían visitar en esas vacaciones.
Lim Namsik se colocó al lado del chico con una mano en su hombro.
—Tenemos que acelerar, hemos perdido mucho tiempo con la descarga, Mark, encárgate de organizar a los hombres para optimizar —ordenó. El chico guapo sonrió y se despidió de los socios con una reverencia.
Se giró donde Mark hablaba con los jefes de las cuadrillas y ellos empezaron a ladrar órdenes para darse más prisa en los procesos. Aquel chico tan guapo salió hacia la puerta del almacén para hablar con los estibadores que continuaban allí, bajo la lluvia.
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Estación de lluvias: VERANO | Minsung | Changlix
FanfictionUna noche, Jisung y Felix juegan a evadir la vigilancia de su amigo y "carcelero" Changbin. Disfrutan de la desenfrenada fiesta hasta que los ojos de Jisung se cruzan con la mirada felina de un chico misterioso. Lee Minho solo tenía un trabajo: vigi...