Capítulo 76

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Una carta, sostengo el ramo de las flores con mis brazos mientras abro el papel para empezar a leerlo, es una carta de Mónica?

"Perdón y gracias, gracias por compartir un pedacito de tu vida conmigo, por hacerme reír, por esas tontas conversaciones nocturnas, por cada palabra, por cada mirada, por cada gesto, por los sueños hechos realidad, aunque sean por un breve espacio de tiempo... Por el placer incontenible de un deseo que se nos desborda, por temblar cuando te veo...
Suelen decir que la gente que se convierte importante en tu vida, no se busca, la vida te la presenta, y vaya que si lo hace...
Hoy quiero agradecer a la vida, que te presentara, aún con las cosas que de un modo u otro a las dos nos hecho pasar algún que otro mal rato, porque esos finales con abrazos perfectos de película donde todo acaba bien no son muy de nosotras...
Gracias por estar de una manera inesperada, en este preciso momento llamado vida, mi vida, que le encanta recrearse en esos preciosos ojos marrones que tienes, porque también unos ojos marrones pueden ser preciosos si son los tuyos.
Ojalá te sigas quedando perdida en mis ojos cada vez que me miras, que no te canses de leer o escuchar mis reflexiones y que nunca dejes de sentir que mis abrazos van perfectos con el aroma y el tacto de tu piel, que calmas todos mis males...
Déjame ahogar cualquier pena que te roce, en un gemido, en un suspiro, quiero ser como tu música entre tu piel y mi piel.
Gracias también, por tu tiempo, por tus palabras, por tus abrazos, tus caricias y tus besos, también por tus silencios y por la tranquilidad que me produce tenerte a mi lado, por la inquietud de estar contigo, por el deseo desbocado, por la complicidad creada, por ofrecerme lo mejor de ti en cada momento, por hacer eterna una mirada y un gesto...
Gracias por hacer que yo me sienta inmensamente feliz. Por hacerme descubrir el paraíso en el tacto de tu piel, por hacer que tus besos me hagan volar hasta rozar el cielo, por ocupar mi pensamiento antes de quedarme dormida, por hacerme ver que la vida tiene más motivación y sentido desde que estás. Por todo esto y quizá mil cosas más, gracias por hacer que mi mundo sea mejor.
Las actitudes más pequeñas, los gestos y los detalles, son los que alimentan la vida.
El futuro es siempre incierto y hoy más que nunca, el presente es lo que siento, lo único real que tenemos, y las emociones, esas, no son actuales o pasadas, son emociones y a veces te hacen temblar y desear perderte en la profundidad marrón, de una mirada, de la tuya.
La aventura parece peligrosa, pero dime, ¿No está bien pecar de vez en cuando?
Me quedo con esos momentos, esos que me alegran los días y las noches, me quedo con las risas, con las charlas, la pasión, los juegos y con los brindis, que hacen que cada día sea un poquito mejor.
Siempre hay un mañana y la vida nos da otra oportunidad para hacer las cosas bien, pero por si me equivoco, me gustaría decirte, cuánto te quiero.
Nunca te lo diré lo suficiente, gracias por ser como eres, por lo que yo soy cuando estoy contigo, cualquier expresión de felicidad, se queda pequeña, comparada con el sentimiento que me llena, porque realmente me desborda, eres como una inyección de energía, que me hace contemplar la vida de otra manera. Por hacer que los días tengan más luz, por poder reflejar mis ojos en los tuyos, por esa sonrisa que me motiva y por dejar que sea yo misma, sin ataduras y sin miedos y por hacerme sentir, que tú, también te sientes feliz porque lo veo en cada uno de tus gestos, en tu mirada, en tus abrazos y tus besos.
A veces me pregunto por qué?
Porque eres dulce y honesta, porque eres delicadeza y pasión, porque me llenas de piropos, porque me haces sentir segura, y guapa, porque sientes sed de mis besos, porque intentas hacer mejor mi mundo, porque si la vida me diera otra oportunidad, quisiera volverte a conocer, porque quiero que seas parte de mí, y yo de ti, porque siento cuando me miras, que ves el universo, porque percibo lealtad en tus emociones, porque tu boca me sabe a miel, porque cuando no estás conmigo, te invento, porque eres como un principio y no quiero que seas fin, porque me gusta tenerte cerca y sentir tu aliento, porque te vuelves calor cuando es invierno, porque ningún tiempo es perdido a tu lado, porque contigo siempre sumo y nunca resto, porque me gusta que me hagas el amor, como si fuera a morir mañana, porque me sabes amar y respetar, porque te siento feliz, cuando yo lo soy, porque me gusta susurrarle al viento, que eres mi sueño, y que me responda, con una suave caricia, que a mi lado te tengo, porque no me juzgas, solo me escuchas, porque cuando te miro y me miras, nada más hace falta, por esas caricias llenas de ganas, por esas miradas que no necesitan palabras, porque eres como un perfume que perdura, porque permites que recuerde mi pasado sin dolor y viva este presente lleno de pasión, porque me gustaría leerte como si fueras un libro y así comprenderte un poco más, porque habrá quien no entienda esto, sin distancia y sin tiempo, porque no quiero que entre nosotras se dibujen líneas rojas, que no se cierren puertas, que todo sea libre, porque quiero agradecerle a la vida coincidir contigo, porque si alguna vez dudas, pregúntale a tu corazón, él no va a mentir, porque con tus manos me has hecho adicta a ti, porque pase lo que pase siempre conservarás un lugar intacto cerca de mi corazón, porque no me cansas, porque me gusta invitarte a soñar, que lo imposible, es posible.
Qué difícil es explicarle al corazón, cuando quieres que la vida se detenga un instante, cuando es más importante tenerte en mi vida, que junto a mí.
Ojalá que la decepción nunca llegue a nuestros corazones, que la quietud y la calma siempre nos acompañen, que demos rienda suelta a nuestros corazones, a nuestra vida... Que seamos capaces de esquivar caminos llenos de obstáculos, y que aun así no perdamos la sonrisa, ni la esperanza que es un arma poderosa y siempre trae alivio y consuelo en tiempos revueltos. Gracias y perdón por quizás en momentos hacértelo pasar mal.
Moni."

Desde la primera línea me he puesto a llorar como una magdalena, estoy en el suelo sentada  apoyada en la pared, con las flores entre mis piernas mientras mis lágrimas caen por la carta.
No entiendo nada, no puedo parar de llorar... Pero entonces vuelven a llamar a la puerta, pero no está cerrada del todo, entonces se abre despacio, miro para arriba, y ahí está Mónica.

Álgebra - VanicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora