— ¿En serio vas a ir? Por favor, solo piénsalo una última vez... Te lo estoy pidiendo de rodillas, Katsuki.
La mirada verdosa lo mira suplicante, con sus manos tomando las suyas mientras se mantiene de rodillas, esperando una respuesta.
Katsuki siempre deseo que alguien se preocupe por el, que le ruegue, pero ahora, nada de eso se sentía correcto.
Ver a Izuku de rodillas no se sentía bien, no era satisfactorio.
— Izuku... Voy a volver a salvo, soy fuerte.
— No lo dudo, créeme que no lo hago, pero-
— Entonces no insistas, porque no importa si me suplicas, yo voy a ir.
La mirada decidida del rubio era suficiente para saber que iba en serio, que no lo haría cambiar de opinión. Soltó un suspiro de resignación y se levantó del suelo, con sus manos aún agarrando las del rubio.
— Bien... Como digas, Kacchan.
Katsuki bajo la mirada, sonriendo a medias al sentir las temblorosas manos del pecoso, riendo cuando de repente fue envuelto en un posesivo abrazo.
— Se que estarás bien, lo sé.
Antes de que el rubio responda, Izuku lo besó con calma, degustando de esos labios a los que es adicto. Katsuki, dejándose llevar por el beso, no sintió cuando Izuku con cuidado coloco más arriba de su nuca un pequeño aparato, casi del tamaño de una moneda, más pequeño.
— Estaré al pendiente de ti, Kacchan.
— Claro...
Entonces se dio un último beso de parte de Katsuki, antes de que salga apurado de los vestidores a la oficina del director.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Izuku escucha atento toda la conversación que se da en la oficina del director, rodando los ojos de vez en cuando al oír comentarios idiotas.
"— Son niños todavía, no puedo llevarlos así por así. Entiendo lo de Mirio, pero Bakugou...
— Bakugou es un excelente alumno, será de gran ayuda — sonríe. — Además, nos conviene tenerlo de nuestro lado.
— ¿Disculpe?
— Oh, ignora eso Bakugou, solo estoy ideando un plan.
— Dejando sus comentarios extraños de lado, ¿de dónde consiguió esta información? — carraspea. — No dudo de sus capacidades, pero esto... Es demasiado repentino, algo no se siente bien.
— No te preocupes, Aizawa, repentino o no, todo está a nuestro favor. ¿No es cierto? ".
Izuku ríe mientras ajusta sus aguantes, era claro que iba a saberlo, no es un simple animal que recogieron de la calle, es un ser con una mente compleja.