Katsuki no puede evitar quedarse despierto hasta altas horas de la noche, viendo de vez en cuando el rostro durmiente del pecoso.
El lo sabe, puede sentir que Izuku le oculta algo, y no parece tener intención alguna de decírselo.
Se siente ansioso, curioso, desesperado, confundido, muchas emociones que lo abruman y no puede alejar.
Quiere confiar en Izuku... Pero la forma en que era su relación antes, le hace ver las cosas de manera negativa.
Izuku es... Izuku.
Es un chico inteligente, amable y lindo, pero hay algo ahí, algo que esconde de todos los que lo rodean, incluyéndose. Sabe que hay algo malo con el, algo que lo hace dudar de sus palabras.
Esta atrapado en una relación inestable donde aún hay un deje de desconfianza.
Quiere tratar de hacer las cosas bien, mejorar como persona, pero Izuku no ayuda. Siempre hay algo que dice o hace que logra destruir todo su progreso.
No quiere sobrepensar las cosas, porque Izuku es lo poco que le queda, y no quiere perderlo por una estupidez con la que solo el se tortura.
— Kacchan... Vuelve a la cama, hace frío...
La ronca y somnolienta voz del pecoso resonó en la habitación, llamando la atención de Katsuki.
Sus ojos enfocaron la cabellera verdosa y sonrió a medias, acercándose para sentarse en la orilla de la cama y así estar más cerca de Izuku.
La mano contraria acaricio la suya una vez se sentó, acariciando con cuidado su piel mientras trataba de mantener sus ojos abiertos.
— Izuku... ¿Me estás ocultando algo?
— ¿Mmm?.. Claro que no... ¿Porque lo haría?
El rubio muerde su mejilla interna y desvía la mirada, apartando su mano de golpe. Izuku ante esa acción suspira y se incorpora, frotando sus ojos para despertar por completo y así ver mejor.
— Bien... ¿Qué sucede?
— Eso debería preguntarlo yo.
Izuku rueda los ojos, clavando sus uñas en sus muslos para calmar su irritación por haberse despertado a esa hora y tener que aclarar alguna idea absurda que se le metió en la cabeza a Katsuki.
— Pregunta lo que quieras, sabes que mi respuesta no será una mentira.
Katsuki lo medita un rato para luego volver su mirada a las esmeraldas que lo ven expectantes.
— ¿Me guardas rencor?
— ¿Disculpa?
— Que si me guardas rencor, por lo que te hice en el pasado... O si me ocultas algo... Izuku lo sé, puedo sentirlo... Se que estás tramando algo y eso me... Me asusta.
Izuku separa un poco sus labios y su mirada se pierde, tratando de enfocar algo que no sea la expresión dolida de Katsuki. Los nervios comienzan a subir por sus piernas, buscando tomar el control de su cuerpo, sin darle chance de salvarse.
— Ah... Jaja, no digas cosas tontas, Kacchan... Solo estoy cansado y ocupado, además no te guardo rencor, te quiero...
El rubio cenizo lo ve unos minutos, para después soltar un suspiro decepcionado y recostarse en la cama, dándole la espalda al pecoso.
— Kacchan...
— No. Cállate, solo me mientes, siempre lo haces.
— Oh Kacchan... No lo hago.
Con cuidado, temiendo de que el rubio le lance una explosión, se acostó y rodeo el cuerpo del contrario en un abrazo, buscando estar lo más cerca posible.
— Kacchan... Tu eres ese algo que mi mente a estado imaginando...
— Mientes.
— No, sin duda eres ese algo, ya no tengo que estar esperando ni soñando...
— Cállate...
Las mejillas de Katsuki ardían, con sus ojos cristalizados por qué su mente era incapaz de creerse esas palabras.
— Cuando apareces todo brilla, que privilegio es poderte mirar...
— Por favor, solo cierra tu maldita boca.
Izuku negó con una sonrisa, pegando su rostro en el cuello del rubio, inhalando ese embriagador aroma que desprendía.
— Ya recorrí el universo al derecho y al reverso, y jamás he visto otro cuerpo que fuese hecho, así tan perfecto...
Sus labios temblaron ante aquellas palabras, con sus ojos cerrados fuertemente para evitar llorar. Falso, todo se oía falso.
La frías manos se metieron con sigilo debajo de su ropa, acariciando su piel con cuidado, con cariño. Su cuello era besado, cortos besos que iban de un lado al otro, asegurándose de recorrer cada pedazo de piel que pudiera.
— Solamente hubo una plática para darme cuenta... Que sin duda puedo justificar que eres mi persona favorita.
Katsuki no pudo aguantar más, se le hizo imposible. Se dio la vuelta como pudo y hundió su rostro en el pecho del pecoso, dejando que las frías manos presionaran contra su piel para así mantenerlo cerca.
Se sentía tan bien ser abrazado de esa forma, tan posesivo, tan doloroso, tan bueno.
Quería más, deseaba más. Necesitaba que Izuku le diga más de esas palabras para que su débil corazón siguiera latiendo. Necesitaba que Izuku marcará su piel y lo hiciera sentirse sucio al día siguiente. Necesitaba más de aquellos besos tóxicos que le arrebatan el aire, dejándolo al borde del desmayo.
— Mi Katsuki, mi adorado Katsuki... — susurro, con su nariz rozando las hebras rubias.
Necesitaba sentirse amado por aquel chico que lo estaba hundiendo en un mar oscuro y profundo.
En algún punto, fui este Katsuki.
Jajan't
No se dejeeen, sean fuertes chiques.
En fin, toy enferma, quizás muera, no se, simplemente me siento peor cada día, y espero morir, extrañamente lo deseo más últimamente.
Bais.
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I KᑎOᗯ
Fanfic𝙸𝚣𝚞𝚔𝚞 𝚜𝚊𝚋𝚎 𝚚𝚞𝚎 𝙺𝚊𝚝𝚜𝚞𝚔𝚒 𝚎𝚜𝚝𝚊 𝚎𝚗𝚊𝚖𝚘𝚛𝚊𝚍𝚘 𝚍𝚎 𝚎𝚕, 𝚙𝚎𝚛𝚘 𝚙𝚛𝚎𝚏𝚒𝚎𝚛𝚎 𝚒𝚐𝚗𝚘𝚛𝚊𝚛𝚕𝚘. 𝙷𝚊𝚜𝚝𝚊 𝚚𝚞𝚎 𝚞𝚗 𝚍𝚒́𝚊, 𝚌𝚊𝚗𝚜𝚊𝚍𝚘 𝚍𝚎𝚕 𝚝𝚛𝚊𝚝𝚘 𝚍𝚎 𝚛𝚎𝚌𝚒𝚋𝚎, 𝚍𝚎𝚌𝚒𝚍𝚎 𝚜𝚊𝚌𝚊𝚛𝚕𝚘 𝚊 𝚕𝚊 𝚕...