Katsuki siente el frio helar sus mejillas, brazos y piernas. En un principio el clima estaba fresco, pero al caer la noche fue todo lo contrario.
Izuku no parecía tener intención alguna de abrirle, pero el no quería perder la esperanza de que iba a hacerlo. Izuku no era malo, el lo sabe.
El sueño poco a poco lo iba consumiendo, sus parpados se sentían pesados y todo su cuerpo estaba helado.
No sabe en que momento cayo dormido, ni siquiera cuando fue que Izuku lo metió a su casa.
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— Ya que despertaste será mejor que te vayas.
— Ya es muy tarde... y-
— Entonces iré a dormir al cuarto de mi madre.
— ¡Pero tenemos que hablar!
— No... — lo mira con el ceño fruncido y brazos cruzados — No hay nada de que hablar, ahora cierra los ojos y vuelve a dormir.
— Pero quiero hablar contigo... yo...
— ¡Agh! Bien, maldita sea. Habla.
Izuku arrastro su silla y se sentó en ella, justo frente a la cama en donde Katsuki estaba sentado, con una sábana cubriéndolo del frio.
— ¿Porque no dijiste nada?
— ¿De que cosa?
— De eso, ya sabes... de que... me g-gustas...
— Oh, si te gusto.
— ¿No lo sabias? Ay no...
Katsuki se cubrió la boca y sus mejillas ardieron a mas no poder. La vergüenza la consumió como nunca antes. Izuku no sabia nada, todo había sido una mentira.
— Mentira.
— ¿uh?...
— Lo sabía, mejor dicho, lo sé.
Katsuki bajo aun mas la mirada. Sus ojos de nuevo comenzaron a picar, no quiere llorar frente al peliverde de nuevo, no se lo puede permitir.
— E-entonces, ¿porque no dijiste nada?
— Porque no es de mi interés.
De nuevo esa comezón se hizo mas insistente, su cabeza daba vueltas, todo a su alrededor da vueltas.
— Creí que tu-
— ¿Que me gustas? No. La única forma en que me gustes o te perdone es que me pidas perdón de rodillas.
— Jamas haría eso.
— Lo sé. Eres Bakugou Katsuki, la persona mas malditamente orgullosa. Solo piensas en ti mismo, nunca te pones a pensar en el daño que le haces a las personas que rodeas.
Katsuki se tensa ante aquellas palabras, cierra los ojos y muerde su mejilla interna — Izuku solo dice eso porque esta enojado, solo por eso... — trata de consolarse a si mismo con ese pensamiento.
— Yo no soy así.
— ¿En serio? — pregunta, en un tono demasiado sarcástico — Entonces ponte de rodillas y discúlpate, vamos, hazlo.
Katsuki tiembla en su lugar, sin saber que hacer. Juega con sus manos un momento, mira a Izuku y al ver esa mirada seria y autoritaria, se levanta de la cama.
La sábana que lo cubría resbaló por su cuerpo, dejándolo solo con su bermuda y polera negra.
La prenda superior era unas tallas mas grande, por lo que resbalo de un lado, dejando expuesta una pequeña parte de la blanquecina piel.
Se paro frente al peliverde, con sus miradas conectadas. Sus piernas temblaron antes de terminar de rodillas en el piso, con sus ojos llorosos por la vergüenza.
— Lo lamento, fui un idiota...
— ¿Que mas?
— yo...— muerde su labio — te trate como basura, siendo que yo soy peor. Dije cosas horribles sobre ti, arruine tus cosas, tus libretas... soy ho-horrible...
— ¿Y?...
— Y... me gustas, me gustas mucho...
El cuarto se quedo en silencio. Izuku miraba el techo, Katsuki contenía la respiración, nadie decía o hacia algo.
Izuku cerro los ojos y soltó un largo suspiro, se levanto de su silla y salió de la habitación. Katsuki al ver eso soltó el aire que estuvo conteniendo.
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No vayan a buscarle sentido a esta historia.
Es cliché, todos están pendejos.
No se olviden de votar si les gusto el cap, y que tengan un lindo día. Bye Bye~
