Es sábado, y extrañamente Izuku le dijo que no podrían salir. Le dijo que estaba ocupado y que tenía compras por hacer, así que tendrían que verse mañana.
Decidió resignarse y pasar la tarde solo, viendo cómo entretenerse porque ya no tenía ganas de salir.
Izuku suspira cansado, está en medio de un montón de gente y la bulla lo abruma. Se sienta sin ganas en uno de los asientos del centro comercial y mira el suelo como si este fuera lo más interesante del mundo.
— ¿Acaso estás perdido, niño?
La voz rasposa y olor metálico le hizo saber quién era, cerró los ojos cansado y extendió un sobre que el mayor recibió procurando no tocarlo con sus cinco dedos.
— 19 alumnos, menos uno porque él no cuenta, hay algunos dones interesantes, los demás son buenos, pero necesitan explotar mejor su potencial.
El mayor asintió ante las palabras, revisando las hojas con notas de los alumnos y sus dones.
— ¿Porque falta uno?
— Oh... Porque él no cuenta, así de sencillo.
— Razones, dame razones.
— Porque es mío, no puedes tocarlo. Si lo haces, no dudes que le cortaré la cabeza a tu mini espía y te la dejaré en tu cama envuelta en papel de regalo.
Los orbes verdosos brillaron con intensidad, sacándole una sonrisa satisfecha al mayor.
— Como digas, niño. Solo toma en cuenta algo, ese chico es un héroe, y si está en mi camino ese día... No dudes en que haré cenizas su cuerpo y te lo dejaré en tu cama.
— No te preocupes, Shigaraki. Ese día me encargaré de mantenerlo ocupado... Mata a quien quieras, destruye tanto como desees, pero si lo tocas... Nada saldrá bien para ti.
Una última sonrisa se dibujó en su rostro, levantándose con cuidado y caminando de regreso a casa, o mejor a la del rubio.
No se vieron en casi todo el día por culpa del mayor, necesitaba verlo para asegurarse de que estuviera bien.
— No tiene un don... Entonces porque mierda me preocupa — chasqueó la lengua y se fue de ahí.
Justo cuando creyó librarse de las ratas que lo perseguían, una más se interpuso en su camino de ida a la casa de Katsuki.
No pudo evitar fruncir el entrecejo y apretar con fuerza sus puños, buscando calmar su respiración.
— ¿Necesita algo? — preguntó, lo más amable posible.
— Se que eres tú... Se que me observas... ¿Cuanto sabes?
Izuku no se sorprendió al ver esa expresión llena de miedo y tristeza, podías ver la desesperación apoderarse de su cuerpo.
— Se todo, y puedo saber más si quiero. La verdadera pregunta aquí es, ¿a quien obedeces?
Los labios del más bajo temblaron ante aquello, desviando la mirada y tapándose la boca con fuerza.
— No se nada, no obedezco a nadie... Estoy atrapado...
Izuku rodó los ojos ante el estado del rubio, se veía tan indefenso, pero no le servía de nada hacer algo justo ahí, mucho menos a tan pocos días del ataque.
— No me importa para quien trabajes, lo único que quiero es que dejes de mirar a Katsuki, no lo veas, aléjate de él, ignora su presencia.
— Y-yo... No se, ¿porque?.. — su mirada iba y venía, asegurándose de que nadie más estuviera en esa calle escuchando, observando, que estaban solos.
— Solo hazlo, y yo no diré nada de tu traición. Mantén tu distancia de Katsuki, y yo haré lo mismo contigo.
— No entiendo... Puedes delatarme, pero no lo haces, tiene que haber una razón... Podrías ir y hacerlo... ¿Que te detiene?
Izuku se queda en silencio, su mente procesa la pregunta con cuidado, como si el también desconociera la razón.
— Yo...
— ¿¡QUE TE DETIENE!? Eres libre, no les debes nada, entonces porque...
Por primera vez en mucho tiempo Izuku se sintió confundido, viendo cómo el chico delante suyo parecía a punto de sufrir un colapso nervioso.
Entonces, sin saber el porqué, a su mente llegó la imagen de Katsuki, su voz, sus ojos, su sonrisa, todo.
Solo Katsuki, nada más.
— Todo lo que hago, lo hago por amor... Lo hago por él... No pude tener suficiente...
Las palabras fluyen, sus piernas se mueven por cuenta propia y dejan atrás al rubio, el cual aún analiza la respuesta.
Pronto su caminar se convierte en un trote suave, con su expresión denotando confusión y medio, para al final terminar corriendo con toda sus fuerzas hasta llegar a la casa del rubio.
Cuando toca la puerta, quién lo recibe es Katsuki, sonriendo en grande al verlo.
Entonces de nuevo, todo a su alrededor parece detenerse y enfocar solo al rubio.
— Todo lo que hago, lo hago por él... No importa si al final muero, mientras estés a salvo... Mientras pueda alejarte de los héroes y villanos... Mientras vivas...
Eta claro que en eta hitoria algo va a salir mal.
Muah💋
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I KᑎOᗯ
Fanfic𝙸𝚣𝚞𝚔𝚞 𝚜𝚊𝚋𝚎 𝚚𝚞𝚎 𝙺𝚊𝚝𝚜𝚞𝚔𝚒 𝚎𝚜𝚝𝚊 𝚎𝚗𝚊𝚖𝚘𝚛𝚊𝚍𝚘 𝚍𝚎 𝚎𝚕, 𝚙𝚎𝚛𝚘 𝚙𝚛𝚎𝚏𝚒𝚎𝚛𝚎 𝚒𝚐𝚗𝚘𝚛𝚊𝚛𝚕𝚘. 𝙷𝚊𝚜𝚝𝚊 𝚚𝚞𝚎 𝚞𝚗 𝚍𝚒́𝚊, 𝚌𝚊𝚗𝚜𝚊𝚍𝚘 𝚍𝚎𝚕 𝚝𝚛𝚊𝚝𝚘 𝚍𝚎 𝚛𝚎𝚌𝚒𝚋𝚎, 𝚍𝚎𝚌𝚒𝚍𝚎 𝚜𝚊𝚌𝚊𝚛𝚕𝚘 𝚊 𝚕𝚊 𝚕...