CAPÍTULO 8

3 1 0
                                    

*Charlotte Walker*
*9:00 p.m.*

La noche estaba hermosa. La luna resplandecía debajo de Darkhill y las estrellas titilaban como en los cuentos y películas infantiles. Respiraba profundo y el aire frío invadía mis pulmones.

Eran alrededor de las 9. Estaba sentada en el porche de mi casa, sobre las escaleras que guiaban hacia la entrada. Había decidido salir para aclarar mis ideas, a pesar de que en mi habitación podía haberlo perfectamente. Me sentía lo suficientemente mal como para no querer estar dentro de la casa.

Lo único en lo que podía pensar desde esta mañana era la discusión que tuve con Isaac. Ni siquiera la pequeña rutina que había desarrollado luego de casi tres semanas de pelea con Isaac, logró distraerme. Ya estaba más que claro que él y yo nunca peleábamos, y cuando lo hacíamos, eran cosas tan ridículas que ni siquiera teníamos tiempo de analizar. Seguíamos adelante. No nos quedábamos estancados en una situación.

Si Isaac me llamo loca o no, ya parece ser irrelevante. Me dejo de parecer importante desde hace ya algún tiempo. Ahora me juntaba con los Dankworth. ¿Y de que me había servido eso? Para absolutamente nada. No me ayudó en nada. No he descubierto nada de su familia ya que son más cerrados que la maldita caja fuerte de un banco. Y son especialmente aburridos, y sombríos. Las cosas que hablan, y dicen, son cosas que todos desean oír. Solo son una apariencia, y que tan patético y aburrido es eso.

Edan se la pasa hablando de fútbol y seduciendo a cualquier chica se le pase por enfrente. Proyectando sus atributos y exquisitos modales ingleses junto a su carisma y amabilidad. 

Por otro lado, Raven es como una chica lista e hipócrita. Se la pasa elogiando a las chicas y hablando de ropa, maquillaje, y otras cosas a las cuales las chicas les gusta hablar. Incluso a mi me gustan esas cosas, son geniales.

Pero por alguna razón, todo resulta aburrido y agrio sin mi mejor amigo. Ni siquiera recuerdo porque empecé a juntarme con ellos....

Y ya creo que no me importa la razón.

Aunque debo admitir que a veces tanto Raven como yo parecemos tan cansadas de las conversaciones triviales que comparten las chicas hormonales de la escuela. A veces nuestras miradas cansadas y llenas de hastío se encuentran y tanto ella como yo nos incorporamos en una especie de.... ¿papel?

Ah, ya ni siquiera lo sé.

Lo único que he podido averiguar, es su jodida manía por encajar y ser populares y hablar de ellos todo el tiempo.

Y creo que ni siquiera lo hacen a propósito.

Es casi hipnotizante verlos hablar. Incluso me he encontrado a mi misma mirándolos, embobada. Causan esta cosa en las personas... y ahora que lo pienso, siempre son las personas quienes quieren saber más sobre ellos. Ellos no hacen nada, simplemente... están. Y eso es todo.

No puedo decir que no soy una de esas personas. Me intrigan en todos los sentidos, cada uno de ellos.

Y he intentado ser fuerte, pero siempre me encuentro admirando el rostro perfecto, y la anatomía perfecta, y absolutamente todo perfecto sobre Edan Dankworth. La manera en la que se expresa y lo increíblemente natural que se comporta, lo sociable que es...

Es un hombre. Muy grande. Que se hace sentir en toda la habitación. Mide casi dos malditos metros pues obvio que todos van a saber que él está en la habitación.

Acerca de Caden, no hay demasiado que decir. Ese chico nunca habla, ni siquiera para preguntar la hora. Simplemente es... raro. No mira a nadie, pero igualmente sigue siendo popular. Aunque, es hermoso. Y me atrevo a decir que incluso más que su hermano. Las chicas diariamente debaten sobre eso. Quién es más bonito que quien.

Moonlight Donde viven las historias. Descúbrelo ahora