ONLY YOU || James Potter

IV. Andén 9¾

Una pelirroja, (de ahora once años) bajaba corriendo las escaleras de su casa.

¿La razón? Bueno ese día era el primero de septiembre lo cual significaba que iría a Hogwarts.

— ¡Tía Diana, tío Marc!, ¡Llegaremos tarde! — grito desde la sala.

Tenía todas sus cosas listas, estaba sentada en uno de los sofás con un gato blanco recostado en su regazo.

La niña ni siquiera pudo dormir, pues estaba demasiado emocionada.
Apenas eran las seis de la mañana y ella ya estaba lista.

Diana bajaba las escaleras junto a Marcus, ambos ya se encontraban vestidos.

— Es un poco temprano florecita, ¿No lo crees?. — cuestionó el hombre un tanto divertido.

— Nop, si llegamos más tarde quizás pierda el expresó. Oh por dios, si eso pasa Dylan me asesinara y aún soy muy joven para morir. — dramatizó.

Diana soltó una risa. — Tranquila mi amor, ya nos vamos. —

Daila se levantó de inmediato aún con el gato en sus brazos, Diana abrió la puerta de la casa.
Afuera de esta, se encontraba un automóvil.

Marcus tomó las cosas de la niña, para seguirlas.

Daila ya estaba dentro del auto, veía por la ventana y vio a su mejor amigo salir de la casa de a lado.

— ¡Dylan! — grito.

— ¡Daila! — imitó su acción y corrió hasta el auto.

Daila se hizo aún lado, para que el subiera.
Pues Marcus y Diana los llevarían, ya que sus padres tenían que arreglar algunos asuntos.

— Oh, hola Frank ¿Como estas?, Bien Daila estoy bien gracias por preguntar. — habló con sarcasmo el mayor de los Longbottom.

— ¿Están listos, niños? — preguntó Álvez mientras subía el equipaje de los tres menores.

— Si — los tres hablaron al mismo tiempo.

— Entonces vamos — término de subirlo, y caminaba hasta la puerta del auto.

Diana estaba el asiento del copiloto, Frank se encontraba atrás en el lado derecho de Daila, mientras que Dylan estaba en su lado izquierdo, dejando así a la única niña en medió de ambos.

Comenzó su viaje a la estación King's Cross, los menores hablaban acerca de Hogwarts.
Diana y Marcus se encontraban nostálgicos, pues sería la primera vez que estarían alejados de Daila.

Después de unos largos cuarenta minutos (según Daila), llegaron a la estación.
Dylan y Daila estaban con la tía de la ya mencionada pelirroja.
Marcus y Frank fueron en busca de los carritos para poner su equipaje.

Cuando ambos llegaron así lo hicieron, Frank comenzó a guiarlos hasta el andén 9¾.
Se detuvo enfrenté del los andenes 9 y 10.

— Aquí es. — habló ganándose una mirada confundida de los adultos y de la niña.

— Este no es el andén 9¾, Frank — Daila fruncio el ceño.

— Claro que si, tenemos que atravesar la pared. — habló con obviedad.

— Yo te creía más listó, ¡Si lo hacemos nos golpeáremos con la pared! — exclamó.

Frank puso los ojos en blanco, mientras corría hacía la pared, y lograba atravesarla.

— Bien, ahora todo tiene sentido. — habló nerviosa la menor.

Cosa que no paso de estar percibida por Dylan quien tomó su mano dándole una sonrisa cuando ella lo vio.

— Todo estará bien, te veo del otro lado Dai. — dijo para seguir los pasos de su hermano.

La pequeña veía como su amigo desaparecía entre la pared.

— Bien creó que es mi turno. — murmuró un tanto nerviosa.

— Lo harás bien mi amor, estaremos contigo. — habló por primera vez Diana.

La niña asintió y corrió, cerro los ojos y los abrió cuando escucho voces.

Miraba su alrededor con emoción, estaba del otro lado.
Tan sólo unos minutos y partiría a Hogwarts.

Dylan se acercó a ella, al igual que lo había hecho antes tomó su mano.

— Ahora no te libraras de mi, zanahoria. — habló de manera divertida.

— No planeaba deshacerme de ti. — confesó sonriendo.

Sus tíos llegaron después, justo cuando anunciaban que el tren de estaba por irse.
Daila se acercó a ellos, al igual que los hermanos Longbottom.

— Te voy a extrañar mi amor. — Diana abrazo a su sobrina.

— También los extrañare, los quiero mucho. — Marcus sonrió por la respuesta de la menor y fue su turno para abrazarla, mientras Diana hacía lo mismo con Frank y Dylan.

— Diviertete florecita — beso su frente.

— Lo haré tío, pero estudiaré mucho. —

Marcus dejo de abrazarla para poder ver a los niños.

— Cuidenla por mi, ¿bien? — los apuntaba con el dedo.

Ambos asintieron.

— Tenemos que irnos, ya subí sus cosas. — Frank habló para tomar los hombros de los niños.

Daila abrazó aún más al gato, y comenzó a caminar.
No sin antes ver por última vez a sus tíos.

Vaya que los extrañaría.

Cuando subieron al tren, Frank fue en busca de sus amigos, dejando a los niños sólos para que disfrutarán del viaje.

Los menores buscaban un compartimiento vacío, pues hasta ahora todos estaban llenos.
Hasta que encontraron uno, donde sólo había un niño pelinegro.

— Disculpa, ¿te importa si nos sentamos contigo?, el tren está llenó.— habló Daila, el niño solo asintió.

— Soy Dylan, Dylan Longbottom — se presentó el azabache.

— Yo soy Daila Adams — sonrió.

— Severus Snape, un placer. — les dio una sonrisa de lado.

— ¿Que hacías sólo? — preguntó la niña mientras se sentaba delante de el.

— Bueno, venía con una "amiga" y con mi hermano, entramos a un compartimento con unos niños adentro.
Al parecer no les agrade, así que dijeron algo ofensivo hacia mi, y decidí irme de allí. — una mueca triste salió de el.

— ¿Tu hermano y tu amiga se quedaron con ellos? — preguntó Dylan.

— Si, de hecho también se rieron de lo que me dijeron. —

— Bueno, no los necesitas ahora nos tienes a nosotros. — Daila le dio una sonrisa.

Maratón 3/4

Ya se que así no va la historia real, pero les había comentado que haría algunas modificaciones.

<3