headcanon de Slashers | Libro 2

Brahms Heelshire | Opinión sobre las monjas

Brahms Heelshire X Reader (género neutro)

Advertencias: esceniscifobia (miedo a las monjas), maldecir, Brahms es un cabeza mezquina

La legal no sabia k esa wuea existía hermano miedo a las monjas, bueno a mí de pequeña me daban miedo por qué un día una monjas me vieron terrible mal y me tiraron agua bendita nooo hermano salí corriendo, bueno ese fue mi istorytime jjdndkbdjd disfruten

Cantidad de palabras: 1,426

—

Halloween era la fiesta favorita de Brahms. Era el único día del año en el que realmente se sentía lo suficientemente cómodo como para no usar su máscara. Solo porque iba a usar otra máscara en su lugar.

Le habías preguntado varias veces de qué se iba a disfrazar, pero él solo respondió encogiéndose de hombros y con un simple "ya verás".

Tu única esperanza era que su disfraz no fuera nada relacionado con una monja. Y desafortunadamente para ti, eso es exactamente lo que fue. No es que lo supieras, por supuesto.

"¡Brahms!" Gritaste a través de la mansión, agregando retoques a tu cabello, lo cual en realidad no sirvió de nada porque tendrías una máscara cubriendo toda tu cabeza.

No habías visto a tu sucio novio en todo el día. Y lo extrañaste, pero sabías que estaba emocionado y sabías que tenía que hacer que su disfraz fuera perfecto.

"¡Brahms!" Volviste a gritar cuando no lo escuchaste corriendo hacia donde estabas, lo que siempre hacía. Honestamente, estabas un poco emocionado de ver lo que se le había ocurrido. Parecía que estaba igual de emocionado de que lo vieras.

Dejaste escapar un suspiro cuando aún no lo habías escuchado. "¿Estás listo?" Gritaste, sabiendo que dondequiera que estuviera, él podía, de hecho, escucharte. Saliste al pasillo poco iluminado. Pero cuando viste una figura al final, solo podías esperar que estuvieras alucinando.

De pie allí, a la altura de seis y tres, había una monja, inmóvil. Te congelaste inmediatamente. "Brahms. Maldito. Heelshire". Sabías que era él, tenía que ser él, lógicamente. ¿Quién más habría sido? No una monja real, esperabas. Pero eso no ayudaba el hecho de que tu mayor miedo fueran las monjas.

No tenías idea de qué había provocado este extraño miedo. Pero ahí estaba y por más que lo intentaras, no podías dejar de tenerles miedo.

De repente, podías moverte de nuevo cuando Brahms daba un paso hacia ti y tu huida o pelea se activaba. Y te enganchabas. No te importaba si era tu estúpido hombre de la pared o no, eso no te impidió correr directamente a la puerta principal y cerrarla de un portazo.

Podías escuchar a Brahms riéndose desde el otro lado de la puerta, este hombre estaba jadeando. Probablemente estaba rodando por el suelo de la risa.

Casi caes de rodillas, suspirando profundamente, tu corazón latiendo más rápido que nunca. Aunque fue agradable escuchar la risa de Brahms, la circunstancia no era la ideal.

"¿Por qué diablos te ríes de mí?" Gritaste a través de la puerta, tu mano sujetaba el pomo de la puerta en caso de que intentara abrirla. Ya habías visto a la monja una vez, pensaste que al menos podrías tratar de ahorrarte un poco de cordura al no volver a verla.

"Si quieres hablar conmigo, Brahms", anunciaste su nombre, "quítate el maldito disfraz de monja". Lo escuchaste quejarse por eso.

"¿Pero por qué?" Podías escucharlo pisotear, algo que siempre hacía cuando le decías que hiciera algo que no quería hacer. "¿Por favor?" Le suplicaste desde afuera. Continuó gimiendo.