Tenías que ser tú.

Capítulo 2.

II

DAFNE GRIFFNING

Jamás en mi vida me sentí tan segura de hacer algo.

Entregar eso más preciado que cuesta encontrar.
Una mujer reservada para el hombre que considera que tendrá eso más preciado.

21/06
Desperté muy temprano. Así como habíamos acordado la noche anterior.
Y fuí a tocar la puerta del local.
El abre.
Me ve.
Me siento en una de las sillas y el en otra.

Empezamos hablar, con música a bajo volumen.
El se acerca con mi consentimiento, sus manos me rodean, de un momento a otro estoy encima de él.

Nos estamos besando, nuestros labios se volvieron uno, nuestras manos se perdían en cada rincón de uno.

Manejó halls, y no comento mucho porque pueden haber menores de edad, pero como lectores de las sorpresas que hay en Wattpad se imaginan para que era el halls.

Sentir su lengua jugando mientras me hacía apretar todo lo que tenía a mi alcance.
Lo hizo mejor que cuando uno se come un mango con muchas ganas.

En ese momento estaba lista.

Sentí como poco a poco estaba entrando en mi, me dolió, me quejaba un poco, pero era algo que quería y deseaba.

Fue delicado.
Porque el sentía cuando me dolía.

— ¿Paro? Dijo excitado.
— No, pero dale despacio. Dije con la respiración agitada.

Hasta que me dió la loquera y pedí que fuera más rápido.
Usó condón efectivamente, en ese momento era principiante, ni siquiera sabia cuándo se rompe uno en el acto o cuando un hombre se viene dentro.

Así de inocente era la malparida jajajaja.
Lo más rico que pudo pasar fue cuando me pasó uno de los halls a la boca después de usarlo para hacerme un oral.
Danm.

Puede ser enfermizo o otras personas lo ven como indicios de ninfomanía.

No fué en un lugar majestuoso ni romántico.
Fué en un lugar poco común donde una chica pierde su virginidad, un lugar donde pasas al frente día a día y recuerdas eso como si fuera ayer.

Un local de celulares para ser más exactos, a unos cuantos pasos de mi puerta, está donde sucedió.

Me decía lo hermosa que me veía desnuda.
Besaba cada rincón de mi, cada lunar, cada cicatriz que el veía.
Deslizaba sus manos haciendo que mi piel se erizara.

Me trató como a una reina, y a la vez con mucha furia, si... Cómo a una perra.
Halones de cabello, me agarraba del cuello, me dejaba las nalgas rojas, mientras yo, quería más.

En las sillas, en un cajón de madera, de pie u espalda a él estando postrada como una estampilla en la pared.

Al terminar me mira a los ojos, y me dice — Me encantas.
Yo sonrojada y cansada de lo que había pasado sonreí, sin más que decir.

Nos dimos un beso y entré a mi casa.
Al ver a Valéry en el cuarto me dice

— Por Dios Dafne ¿qué te pasó? Con mucha cara de asombro.

Estaba roja y despeinada.

*Risas a carcajadas* — Adivina quién ya tuvo su primera vez... Le dije.
Y hubo un silencio extremadamente de trance en shock.

— Nooooooo, nooo ¿En serio? *Se ríe a carcajadas mientras me respondía.

— Siiii JAJAJAJAJAJA, me duele todo pero estoy bien. Le dije.

— ¿Que tal fue eso? ¿Como te sientes? cuéntamelo todo con puntos, comas y detalles.

Y así fue, después de eso estaba feliz.

Ahora entiendo porque cuando uno está con alguien se le van hasta las malas energías.

Empezó a llegar la noche.
Y Thiago me escribió que si estaba en casa.
Efectivamente acerté, ¿Donde más estaría? — Sal por favor. Me dijo. Sonaba preocupado.

— ¿Para qué? ¿Que sucedio? Le dije.

— Princesa, sólo sal. Insistió.

*Abro la puerta* y el está justo en el pasillo a oscuras, me agarra la mano y me pone dos pastillas diminutas, y yo tipo *Dios mío no puede ser*.

— Bueno mi amor, usted se va tomar estas dos pastillas y aquí está tu agüita. Intentando no reir por la situación que estábamos viviendo.

Yo estaba procesando lo que había pasado.
Eran pastillas del día después, si, el
fucking condón se había roto jajajajaja.

Y saben lo que significa, el me estaba cuidando y cuidándose también, y en este siglo ya no se ve eso, pasan accidentes se hacen los locos y se van como si nada.

El no, sabía que él era distinto, diferente.

Me la tomé, me dió un beso en la frente y me dijo — Bueno mi princesa, estamos hablando. Yo solo acerté con la cabeza y me fuí a mi casa.

Estaba fría, y le conté a Valéry lo que sucedió.

Nos reímos a morir jajajaja.

Al pasar los días seguía teniendo intimidad con mi primer hombre.
Me sentía segura de mi, primeriza pero bien al tiempo.

Recuerdo que una de tantas veces que me hizo suya fue en mi cuarto, incluso le di lo que no toda mujer da.

Si... Dolió pero supo hacer su magia de lubricación con el aceite que hasta recuerdo el color, verde.

Al terminar todo yo estaba acostada en su pecho mientras lo acariciaba con mis uñas, el con una de sus manos me acariciaba el cabello, y con la otra mi pierna que tenía encaramada en el.

Estábamos hablando, riendo, y pasándola muy agusto.

En una de esas que él tenía sus ojos cerrados le dije — Eres tan hermoso. Murmuré subiendo la mirada teniendo mi cabeza en su pecho.
Él sonrió, se puso sonrojado y me dió un beso en la frente — Me siento feliz. Nadie me había echo eso. Dijo.

— ¿Hacer que? Con una ceja arqueada, Pregunté.
— Que me acaricien así de lindo, así de rico. Contestó.

Es extraño, nunca he sentido algo como eso, como lo que siento cuando estoy junto a él.
Es difícil explicar y más cuando una persona que llegó así de la nada me haga sentir infinidades de cosas como si fueran por años.

Es extraño.

Extraño sentir esos sentimientos por primera vez.
Esa sensación tan única.
Sentirme completa.

Son muchas cosas que sentí y siento con el por primera vez...

...En muchos sentidos el es mi primera vez.