Capítulo 3.

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III

DAFNE GRIFFNING

Que complicado, cada vez que tenía contacto físico o incluso sentimental con el, mi sentimiento crecía más... Juré no meter el corazón, pero ya era demasiado tarde, habían actitudes de Thiago que me generaba daño... Tanto daño que lloraba como si alguien se hubiera muerto.

Todo duraba así durante días.

Un día estábamos bien, riendo en el pasillo en su hora laboral, yo en los brazos de él mientras escuchaba latir su corazón a gran velocidad, donde me daba besos delicados en mis labios o en la frente, soliendo también agarrar mis manos y darle un beso de igual manera, o rapidines en el baño, incluyendo el pasillo...

Hasta que.

Hasta que

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Tenías que ser tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora