Tenías que ser tú.

Capítulo 13.

XII

DAFNE GRIFFNING

No había comido en días.
No dormía nada.
Iba a la universidad sin razón de hacer nada.
Cruzaba las calles sin mirar a los lados, no me importaba si un TransMilenio, taxi, moto u otra clase de artefacto ambulante me estrellara.

Le escribí a Juanda para salir a caminar, necesitaba irme.

Pero contesto Edward, y no estábamos buenos términos que digamos.
Tocó salir y aceptar que me acompañara.
Lo estuve esperando en la esquina de la panadería que quedaba por mi casa. Fuimos a los lados de Marsella. Hasta montarnos en un TransMilenio.

Le estuve contando todo, lloraba. El solo escuchaba el dolor que transmitía después de todo.
El sabía que yo estaba sin comer. Y con un hongo encima. Más trago.

De regreso de nuestro pequeño viaje en depresión le dije que sentía que me iba desmayar.

No podía con mis pies. Ya estaba pálida.
Luchaba con mi subconsciente y cuerpo para llegar bien a casa.
Pasamos el puente peatonal de Marsella. El parque.
Y cuando estábamos a unas cuadras de llegar a casa me desmayé.

[...]

EDWARD STANFORD

Ella no se encontraba bien, ya antes sabía lo enamorada que estaba del susodicho.
Nunca había conocido a alguien tan leal como ella.
Eso que sentia por Thiago desearía que me sucediera.

No me gustaba verla así después de todo.
Dafne estaba luchando para poder llegar.
De camino a casa me decía incoherencias. Supongo que no se acordará de nada así que presté atención a cada detalle.

Cerca.
Estábamos cerca cuando se me desplomó en mis brazos.

Ella me había dicho — Ed, si me desmayo me llevas donde el, el sabrá que hacer. Lo dijo estando inconsciente.

Al yo cargarla como saco de papas detrás llega una patrulla y un policía en moto. Y un hombre costeño todo paranoico que la bajara porque no le entraría oxígeno al bebé.

¿Bebé? Que carajos. Dije mentalmente. Es un brujo ¿O que? Solo anda mal viajada señor.

Arrecosté a Daf en el andén.
Se encontraba pálida. Su pulso disminuía. Estaba sudando frío porque necesitaba ayuda de Thiago.
Como haría para llevarla hasta allá.

Buscaron alcohol.
Reaccionaba pero se volvía a ir.
Probrecita, Dafne estaba luchando para mantenerse consciente y no podía.

Más de unas 5 veces seguidas volvía y se iba.
El policía dijo que le quitaramos la chaqueta para que entrara aire en ella.

— Joder. Quedé en shock.

Le subimos la cremallera porque no tenía blusa. Estaba en brasier.

Entonces la tenía en mi regazo.
Le decía — Dafne, Dafne se que me estás escuchando, lejos pero me escuchas, por favor necesito que luches y despiertes. ¿No te pudiste desmayar más adelante? Venían unos policías muchacha gafa.
Reacciona menol. Eres fuerte. Más fuerte de lo que creés.