Capítulo 14.

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XIV

DAFNE GRIFFNING

Y pensar que sería la última vez que escucharía su voz hablándome.
Que hpta vacío.
Me dolía el simple echo que ya definitivamente lo perdí.

Todo se nos salió de las manos.
¿Por qué pasa esto?
Aún no logro entender cómo es posible que la vida sea así de injusta.
Así de dura.
En querer estar con una persona y no poder. Bien sea por las circunstancias o porque no colabore tampoco en buscar soluciones ambos.

Estaba con el.
En medio de la noche fría, en medio de la oscuridad de los pasillos.

— Necesito que se concentre en usted, y deje de pensar en maricadas, y no por mi, o quizás, hágalo para que ni su madre, ni su padre carguen con preocupaciones. Yo necesito mi tiempo, y no quiero que me espere. De verdad no me espere porque no sé en cuanto tiempo volveré a ti. De verdad madure Daf. Como es posible que tenga que pasar toda esta maricada. Piense las cosas. Salga, disfrute, conozca, pero necesito que cambie ya esa mentalidad que tiene. Decía Thiago de manera fría.

Yo solo pensaba dos cosas, o quizás miles. ¿Madurar yo? ¿Y tú qué? ¿Tu crees que la acción de huir es de mucha madurez? ¿O el hecho de ilusionarme más y dejar las mierdas así es de madurez? ¿No dar la cara a mis padres y pedirles perdón después del mal rato y dolor que me hiciste pasar gracias a ti es de madurez? ¿Darme órdenes y darte explicaciones de lo que haga sin ser "NADA" oficial es madurez? ¿Jugar con mis sentimientos es madurez? ¿Hacer que me amas y por días soy una desconocida para ti es madurez? Thiago... ¿Es madurez no aclarar las cosas desde el principio que me conociste y dejarme enamorar para que después me digas que no puedes darme las atenciones que merezco? ¿A ESO TU LE LLAMAS MADUREZ? Y no sigo hablando porque la cosa se pondría peor.

— Ok. Está bien. Era las respuestas que le daba. — Cada quien por su camino supongo. Dije. — Pero Thiago... No me vuelvas a buscar así mi corazón te espere. Dije carisbaja.

Es tan irónico como pude sentir la seguridad y confianza en el.
Quería saber que estaba pasando por su mente en esos instantes, pero me preguntaba si podría soportarlo.
Podría ser diferente a como yo lo idealizaba.

Le di una última mirada sin dejar rastro de lágrimas, y sus ojos se encontraron con los míos.
El guardó sus manos al bolsillo y sonrió sin despegar su labios y sus ojos cristalizados por sus lágrimas que no dejó caer.

Le devolví la sonrisa de la misma manera pero con el corazón en mis ojos.




[...]

THIAGO CRUZ

Mi subconsciente decía tantas mierdas mirándola fijamente por rato. Cosas que no le podía decir.

— No se, sinceramente no tengo la menor idea hacia esto. — No Sabes en qué momento te enamoras, creo que no existe un instante exacto, simplemente pasa, te enamoras de su rostro, su personalidad, sus ojos, su humor, sus características, sus defectos.

Eso es lo último que haces cuando amas por completo a una persona... Dejarla ir... La circunstancia dónde ya no importa nada si no pensar en como recuperarla, pero su testarudez e inmadurez de niña pequeña me hacen querer huir, pero sin embargo no puedo hacerlo aunque ya lo hice con todo lo que dije por mi temperamento.

Tenías que ser tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora