Capítulo 6.

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VI

DAFNE GRIFFNING

Tenía una mala corazonada.
Por ratos veía a Thiago llegar con una chica al local de licores.
O a veces llegaba alguien de piel muy morena al local de celulares y se quedaba un rato con el.
Ella llegaba junto con su madre supongo, ofreciendo del trabajo más humilde y honrado que era venta de aromáticas, café, o cigarros.

Pasaba siempre a la misma hora 4:20 pm. A veces la veía al lado de él afuera cuando yo salía, risitas, abrazos y demás, pero no podía decir algo, ¿o si? Debía meterme la lengua en el culo y no decir nada porque no éramos nada serio.

Ella... Ella se veía una buena chica, pero la manera en que miraba a mi Thiago era de ilusión, se notaba que le gustaba, y no se pudo plantar ella una ilusión sola, ¿O si?...

...Solo hay ilusión cuando hay pie. Cuando hay luz verde. O el hombre accede al juego.

Este iba ser el comienzo de mis pequeñas inseguridades que ejercería en mi.





[...]



Me levanto al mediodía, estaba carisbaja con todas las mentes que me llegaban por segundos.

En eso vi como mi mamá sale del apto para tocar la puerta del local que teníamos al frente.

Iba comprar un suavizante.
Vendían cosas variadas en ese momento.

Mi madre procede a tocar.

Y la voz de una mujer se oye.

— Amor, amor, ve que tocan la puerta.

— Amor ven que la señora te necesita.

Yo estaba irritada porque no era la voz de la mujer del hermano mayor de Thiago. Era otra voz.
Solo esperaba que no saliera Thiago ante ese llamado.

Y bingo. Salió el.
Su rostro al ver mi madre fue de sorpresa, miedo, shock o de un "la cagué".

Le vendió el suavizante.

En eso algo de mi se quebrantó.
No dejaba de hacerme ideas, ¿Quien era ella? ¿Y por qué le decía amor de una manera tan irritante?

Estuve hablando con mamá de eso.
Me sentía de lo peor.
Ese día quería perder la noción del tiempo.
Así que hablé con uno de mis amigos Edward para que fuéramos a tomar.
Y no a cualquier lugar.

Allí mismo en el local donde Thiago se encontraba.

Me alisté y eran aproximadamente las 8 de la noche cuando eso.

Al llegar tome aire, no dijimos ni una sola palabra al entrar, y segundos después se oían risas. Y por el estribillo en donde se encontraba el refrigerador enorme donde habían speed y bebidas veo que Thiago le da una reverente nalgada a la chica, Edward me mira desconcertado, y yo lo miré con dolor he ira.

— Ay amor noooo. Dijo la chica respondiendo a tal acto de Thiago.

En eso todo fue interrumpido por mi voz fuerte y firme diciendo — Buenas.

Tenías que ser tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora