Tenías que ser tú.

Capítulo 7.

VII

DAFNE GRIFFNING

Intentamos olvidar lo sucedido. Y disfrutar al máximo porque no le quedaría mucho tiempo.

Aún así me dolía mucho.
Desde ese día no vi más a esa chica curvi de pelo largo, gafas y castaño su cabellera.

Aún me torturaba la mente incluso estando con Thiago. Tanto en intimidad como sentimental.

No me concentraba lo suficiente como para disfrutar más de lo que pudiese con el.

Un día el toca mi puerta porque supongo que me iba saludar o dar las buenas noches, yo estaba haciendo el almuerzo para el día siguiente, el exigió hablar con mi madre así que ella se acerca a la puerta.

Estaban hablando de los exámenes que el tenía que hacerse y demás, yo podía estar haciendo las lentejas, pero estaba totalmente pendiente a lo que hablaban.

El dice — Tan juiciosa la niña ¿No?
Al yo mirarlo me miraba con ojos brillantes.

Y mi madre responde — Si, mi niña siempre de juiciosa.

En eso Thiago pide que me vaya de la cocina que iba hablar unas cosas con mi madre, en eso hice caso y me adentré a mi habitación.

No logré escuchar mucho.

Pero lo poco era que el decía que me quería, me amaba, pero no sabía que hacer porque tenía muchas cosas por resolver.

Mi mamá decía cosas como, no sé si ustedes están confundidos, pero si de verdad se quieren deben hablar de que o como van a quedar las cosas entre ustedes.

Debes hacerte esos exámenes porque tú salud es lo primero, se que hay cosas que tú vives allá que ni tú madre sabe.

Entre otras cosas más. Yo estando en mi habitación lloraba porque es el hombre a quien amo con todo mi ser.
¿Y si es el hombre de mi vida en el momento incorrecto? Empecé a creer eso.

En eso terminan de hablar y me pide llamarme, fui, y el me abraza, y me dice algo como — Hoy me voy a dormir contigo.
Me reí muy fuerte y dije — Que le da, mentiroso.

— ¿No me cree? Pregúntele a su mamá para que vea. Dijo.

Rompí el abrazo para verlo y dije
— No te creo, ella me hubiera dicho.

— No mentira, ya quisiera yo. Respondió.

En eso me sigue abrazando — Me duele la cabeza, espera. Me dijo.

Lo sostuve porque yo sentía que ese hombre se me iba a desmayar jajajaja.

— Amor, pero que pasó ¿Estás bien? Dije preocupada.

— Abrazame, que no sé porque cuando estoy contigo se me pasa. Afirmó.

Nos empezamos a besar cuando el me mira fijamente y me dice — Buenas noches mi princesa, no te duermas tan tarde, hablamos más tarde mi amor.

Respondí de la misma manera con un beso de regreso, y me adentré.