Papá luchon / Mob psycho 100 /

Los Kageyama

Un chico de 16 años llamado Reigen Arataka buscaba donde vivir. Era la segunda vez que se escapaba del orfanato. Siempre que algo ocurría sola visitar a una vieja señora que también era huérfana y que al igual que el chico estaba solía escapar del orfanato. Ella era su lugar seguro, ya que lo entendía muy bien por lo que estaba pasando.

- Ara...

La anciana le había puesto un apodo desde hace tiempo.

- ¿Te gustaría vivir con los Kageyama? Son una linda familia, tienen 2 hijos, el mayor tiene apenas 1 año y el menor es un recién nacido muy tierno.

- Me van a reportar abuela.

Si... El chico le llamaba abuela.

- La señora Kageyama al igual que nosotros era una huérfana así que sabe por lo que pasamos. Así que convenció a su esposo de dejarte vivir con ellos a cambio de que les ayudes con una que otra tarea del hogar.

- Eso sería bastante bien. Se limpiar muy bien.

Así y tal Arataka empezó a vivir con los Kageyama. Aún que le insistieron que podía poner a los niños en un mismo cuarto el decidió quedarse en un pequeño armario que acomodo para el mismo. Los Kageyama no solo lo dejaban vivir con el si no que le pagaban la escuela y lo que necesitaba, no quería tomar más de ellos.
Las tareas no eran muchas, despertaba y les daba biberón, eran muy pequeños aún así que volvían a dormir otro rato más, después se cambiaba con su uniforme y bajaba para encontrarse con la señora Kageyama quién ya tenía listo su desayuno. Se iba a la escuela después de agradecer por el desayuno. Llegaba de la escuela, aún que había uno que otro club que le llamaba la atención por ejemplo el de actuación no quería unirse ya que así podría ayudar más a la señora Kageyama con los deberes del hogar y así poder pagar por sus cuidados.

Unos meses habían pasado, Arataka se había acostumbrado a los poderes del bebé Shigeo, quién lo había tomado desprevenido con sus poderes. Aún así el bebé parecía encariñarse con el.

- !Arataka!

- ¿Que pasa señora Kageyama?

- Verás, mi esposo y yo tenemos que visitar algunos de sus familiares y no podemos llevar a los niños ¿estaría bien si te quedarás a cuidarlos?

- Claro, ¿irán muy lejos? No creó que pueda mantenerlos solo con leche en polvo.

- Solo una semana. Arataka ¿Estarás bien solo?

- Si, puedo faltar a la esc-

- Ho no, nada de faltas, la señora Rei cuidara de los mientras tú estés en la escuela.

- Está bien

Así los señores Kageyama salieron y al pasar una semana estos no volvieron.