Capítulo 17. ¿Parece un buen día?
Kol
No debería abrazarla.
Mierda.
Mierda.
Mierda.
Todo su cuerpo está presionando contra el mío. Todo su cuerpo. Todo.
Mierda.
Puedo sentir cada respiración. Cada vez que su pecho se eleva. Cada movimiento que hace, se vuelve una tortura para mí.
Estoy más concentrado que cómo sus senos que (maldita sea no está usando un sostén) se aprietan contra mi pecho, al dolor de la herida.
Eso ahora está en segundo plano. Mi mente no puede pensar en nada más que ella.
Carajo.
Summer Casablanca me está haciendo perder la cabeza. Y la paciencia.
No recuerdo en qué momento se quedó dormida, pero desde ese instante hasta ahora no he podido pegar un ojo.
Es su cercanía lo que me tiene así.
No me puedo mover a gusto porque no quiero incomodarla y, además, me duele la herida. Rayos, estoy incómodo. Y me pica la pierna.
Un golpe en la puerta me hace retirar los ojos de Summer. Taylor abre la puerta y asoma la cabeza, adaptando su vista a la oscuridad.
—Hola —susurra viendo hacia Summer con asombro y se vuelve a concentrar en mí—. ¿Cómo estás?
—Estuve a punto de morir. Estoy bien.
—Ese es el ánimo. —Señala con la cabeza hacia Summer, que no se ha movido de mis brazos en toda la noche—. ¿Cómo está?
—Como siempre. Si no molesta a alguien no es ella.
Asiente con la cabeza con una sonrisa lenta.
—Pérez quiere hacerte una fiesta por tu recuperación.
—Cuando no. —Paso mi mano libre por el cabello. Un dolor embriagador me sacude el cuerpo y dejo de moverme—. No puedo ni caminar bien. No quiero una fiesta.
—La hará cuando puedas caminar. —Menea los dedos en el aire antes de cerrar la puerta.
Las sombras vuelven a invadir la habitación. Centro mi atención en Summer, en cómo su cabello rubio cae sobre mi pecho.
Mi mano se mueve y acaricia su cabeza. El cabello sigue mojado y algunas gotas me bajan por el brazo, pero no me molesta. Aunque ella sí.
¿Qué carajos?
¿Por qué estoy acariciando su cabeza? Retiro la mano como si tocara fuego y la dejo descansar a un lado de la cama. Lejos de ella.
Mierda.
Algo está mal conmigo.
Cierro los ojos con fuerza, pensando en la última película aburrida que ví para poder conciliar el sueño y dejar de hacer estupideces.
Piensa. Piensa.
(…)
Mis ojos tardan en abrirse. Aún sigo cansado. Estoy a punto de volver a dormir, pero escucho el sonido de las voces, de la licuadora y sartenes que suenan fuerte.
Me quejo en voz alta. Me muevo a un lado y siento la cama vacía. Abro los ojos de golpe.
—Oh, perdón. No te quería hacer despertar.

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Una mentira blanca para una alma destrozada ✔
RomanceTercer libro de la serie "El color perfecto" Sinopsis Summer Casablanca acaba de terminar su relación. Corrección. A Summer la dejaron; por diferencias irreconciliables. Summer está destrozada, lo único que quiere hacer es enseñarle a su ex novio...