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Los meses habían pasado y con ella malas y buenas noticias para Tobirama e Izuna.

Buenas porque tendrían una niña y eso les emocionaba. Tendrán una niña a quien consentir y Kagami tendrá una hermanita a quien proteger. Por ello estaban felices.

Pero las malas eran que su pequeña tenía una discapacidad. Aún no sabían la magnitud de está hasta que la pequeña naciera y se le hicieran pruebas de estudio.
Existe una gran posibilidad de que naciera sorda-muda.

-¿Crees que podamos con esto?- preguntó Tobirama a su esposo que se le notaba pensativo.

-¡Claro que sí! ¡Con esfuerzo ambos podemos enseñarle lenguaje de señas!- se levantó motivado.

-Pero antes tendremos que aprender nosotros e incluso Kagami-

-Entonces ¿Qué estamos esperando? Vamos a un curso de lenguaje- se puso su bata con toda la intención de salir a buscar un lugar donde enseñaran eso, pero su esposo lo detuvo.

-Primero descansa, yo me encargaré de buscar una clase para los tres- le dió un beso en la frente y le sonrió antes de salir de la habitación.

Izuna acarició su vientre con cariño sintiendo un pequeño movimiento.
-No puedo esperar a tenerte en mis brazos-

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Por otro lado en la guarida de los pequeños.

-¡¿Ganaste la beca?!- la cara del azabache era un poema.

-¡Si! Y la mejor parte es que es en una escuela prestigiosa de New York-

-¿Te irás a New York?- preguntó más para si mismo el pelirrojo que para los demás. La castaña lo alcanzo a escuchar y se acercó a él para animarlo.

-¡Vamos chicos, vendré con ustedes en las vacaciones!- tomó las manos del chico y le sonrió.

Nagato se sonrojó ligeramente y bajó la mirada pensando que debería estar feliz por ella, que se ha esforzado por ganarse un lugar en esa prestigiosa escuela.

-No te preocupes por ello Rin, nosotros siempre estaremos aquí y nos mantendremos en contacto si no puedes viajar aquí para vernos. Pero también estamos muy felices por tu logro al ganar esa beca- ambas niñas sonrieron emocionadas.

-Además podemos ir a tu casa con ayuda de la mamá de Tobi- propuso Hidan mirando al azabache ponerse nervioso.

-Oye Tobi ¿qué te sucede?- preguntó Zetsu.

-¿Eh?... ¿Me hablas?- Deidara rodó los ojos por la reacción tan estúpida a su parecer.

-¡No, le habla al perro detrás de ti! ¡Claro que te está hablando a ti, hmp!- el azabache parecía indignado por lo dicho.

Estaba a punto de contestar le, cuando su amiga le tomó los hombros para tranquilizarlo.

-Tranquilo Obito, solo es que estás un tanto... Distraído-

El azabache miró a su amiga pensando en lo que dirá.

-Yo también tengo una noticia que darles-

Al notar su su seriedad, algo que era bastante raro en él, dejaron de hacer sus actividades prestándole atención.

-Por alguna razón, mis padres me están inscribiendo a distintos cursos-

-¿Cursos de qué?- preguntó Yahiko.

-Cursos para aprender algunos idiomas, de deportes, cursos para aprender a tocar instrumentos musicales y en casa me enseñan una hora diaria de leyes- suspiró frustrado.
-No se porque están así desde que se acabaron las vacaciones- se dejó caer en medio de Kisame y Deidara.

Mi vida nueva junto a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora