-Obito dí Aahhh- mencionó aquel castaño con una cuchara en mano y una sustancia, algo sospechosa de color verde.
-No creo que quiera comer eso Hashi-
-Oh vamos Maddy, esto le gustará yo mismo lo preparé- dijo el castaño orgulloso de sí.
-¿Quién en su santo juicio querría comer papilla de espinaca?- recalcó el azabache.
-¿Recuerdas que Yue fue a llevar a Obito a su visita de doctor? ¿Y que nos contó que deberíamos alimentarlo sanamente? Pues yo estoy acatando órdenes, Maddy- el azabache rodó los ojos y se dispuso a ir nuevamente a la cocina a preparar algo más adecuado para Obito.
Hashirama simuló un avión para que el bebé pueda comer, pero todos sus intentos fallaron, Obito siempre desviaba la cabeza. Hizo un puchero y una idea se le cruzó por la cabeza. En el centro de la mesa había dulces y chocolates, así que tomó un chocolate, le quitó la envoltura y se lo acercó a Obito, al chiquito ya se le estaba haciendo agua la boca, así que abrió la misma gustoso por recibir aquél dulce y el moreno cambió el chocolate por la cuchara, logrando con éxito su plan de que Obito probará la papilla.
Sonrió divertido al ver la cara confundida del pequeño, pero su sonrisa desapareció y un aura depresiva le envolvió cuando el pequeño Obito le escupió la papilla, la cuál cayó en su cara.
Madara regresó de la cocina con un recipiente en mano, solo para encontrar se al pequeño riendo y a su esposo con una sustancia verde en su cara. Se masajeó la sienes acercándose a su gran amor.
-Te dije que no iba a gustar- le reprendió mientras le limpiaba aquella cosa verde.
-Solo exagera, no creo que esté tan mal- dicho lo último, probó de aquella "papilla", al segundo escupió todo en el traste.
-Ya tira esa cosa, no quiero que el bebé vomité al verte escupir... ¡Y limpiate!- dijo lo último casi gritando ya que su esposo había salido del comedor.
El Uchiha tomó asiento y tomó un poco de puré de manzana, acercó la cuchara a Obito y este abrió la boca degustando del sabor. Al parecer le había gustado, porque se bebía feliz y movía sus piecitos, Madara sonrió orgulloso de su trabajo y le dio más puré al pequeño.
Hashirama entró nuevamente al comedor y quedó impresionado porque su Maddy sí había conseguido lo que él no. Se puso depresivo, otra vez, y se sentó al lado de su Maddy.
-¿Cómo logras hacerlo Maddy?- dijo recargando su cabeza en el hombro de su esposo.
-Porque yo sí sé cocinar- dió una respuesta simple y limpió la cara de Obito, quién se encontraba algo sucio.
Madara seguía dándole de comer a Obito, mientras se preguntaba ¿Así serían sus días si tuvieran un hijo? Sonrió débilmente y miro a su esposo quién se había quedado dormido.
Un sonido extraño salió de la boca del pequeño, quién trataba de llamar su atención. Al parecer había notado la tristeza de Madara.
El hombre salió de sus pensamientos y dirigió su vista al pequeño quién sonrió al haber llamado la atención del mayor.Obito extendió sus manitas queriendo que lo abracen, Madara captó la indirecta. Estaba apunto de levantar los brazos, cuando alguien más se le adelantó.
-¡Hola mi hermoso hijo¡ ¿Me extrañas te? Porque papá sí- era Yue el padre de Obito.
Madara recobro la compostura de forma inmediata y se levantó de forma rápida, provocando que su esposo cayera bruscamente sobre la otra silla desconcertado.
-Bienvenido a casa hermano- le hablo al hombre quien se encontraba dándole mimos a su hijo.
-Me fue excelente, ¡Gracias por preguntar!- hablo felizmente.
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Mi vida nueva junto a ti
FanficHola a todos, primero que nada quiero hacerles saber que esta es mi primera historia, así que estoy un tanto nerviosa por como se desarrollará esta misma. Ahora procederé a explicarles un poco de cómo va esto. Esta historia se basará principalmente...