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El avión ya había aterrizado hace algunos minutos, ahora ellos se encontraban esperando "pacientemente" sus maletas, el ambiente era silencioso y un tanto incómodo, nadie sabía que decir y bueno no es como que estén obligados a compartir una oración.
En la entrada de encontraba un hombre alto, de tez morena y trajeado, esperando a un lado de la puerta de aquella limosina color negro y casi brillosa. En cuanto se acercaron el hombre abrió la puerta y se dispuso a subir las maletas.

-¿En verdad rentas te una limosina?- preguntó Yue con asombro hacia su hermano mayor.

-¿Qué tiene de malo viajar con clase?- esa fue la respuesta de Madara antes de subir a aquella monstruosidad.

-A Maddy no le gusta manejar después de un viaje- respondió Hashirama quien se encontraba ayudando al chófer a subir las maletas.

-Por lo menos pudo haber llamado un taxi- susurró Yue mientras subía con cuidado de no despertar a su bebé.

-Tengo bastante dinero para darme ciertos lujos, así que si mañana me muero por lo menos me iré satisfecho de haber gastado en mí- respondió Madara quién si alcanzó a escuchar su comentario, recibiendo como respuesta un silencio de ultratumba. Rápidamente se arrepintió de su comentario, pero decidió no decir nada porque todos sabían que era innecesario agregar algo más.

El camino hacia la residencia Uchiha Senju, era bastante incómodo, nada más quedaban Hashirama, Madara, Yue y el pequeño Obito quien se encontraba dormido aún, realmente resultó ser muy tranquilo. A Tobirama e Izuna ya los habían dejado en su casa, la cuál estaba a unos 15 minutos de la suya.

-Hemos llegado- anunció chófer.

Al bajar Yue se asombro de lo grande y hermosa que era aquella casa, la cuál se encontraba ubicada en la zona rica, dónde viven personas importantes, empresarios e incluso famosos. La casa estaba personalizada, al gusto de Madara, transmitiendo ese toque hogareño haciéndole recordar el distrito Uchiha, su antiguo hogar.

No es que se vaya a quedar en Los Angeles mucho tiempo, sino que desde que tuvieron 15 años de edad, los hermanos fueron enviados a distintas escuelas privadas según sus habilidades. Yue junto a su otro hermano que lamentablemente ya había fallecido hace tres años, les había tocado ir a Francia donde cada quien hizo su carrera. Al contrario de Madara e Izuna, quienes se llevaban tres años de diferencia fueron a la misma escuela privada en Inglaterra, solo que Izuna estaba un grado menor que Madara. Dónde conocieron a los hermanos Senju y su fiel amiga Uzumaki.

Al estar tanto tiempo hundido en sus pensamientos no se percató de que se encontraba en la sala de aquella enorme casa.

-¿Te encuentras bien? Luces algo cansado- preguntó Hashirama haciendo notar su preocupación.

-Estoy bien no se preocupen- respondió Yue un tanto nervioso, aunque ¿a quién iba a engañar? realmente se encontraba bastante cansado.

-Ve a descansar, tú cuarto está subiendo las escaleras a la izquierda segunda puerta- dijo el azabache mayor, quien le daba una mirada indiferente. Yue supuso que se debía a que intentaba engañarlo con su "Estoy bien".

-Hermano, no te preocupes por mí, además supongo que tengo que limpiar el cuarto y vigilar de Obito- se arrepintió en cuanto dijo esas palabras y miro con nerviosismo a su hermano mayor.

-¡No te pregunté, te lo ordene!- Madara ya tenía un tic en el ojo, poniendo nerviosos a ambos hombres.

-No te preocupes por el cuarto, Madara mandó a limpiarlo hace unas horas y nosotros cuidaremos de Obito, así que estate tranquilo- interrumpió Hashirama antes de que su esposo estalle y diga algo fuera de línea.

Mi vida nueva junto a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora