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Advertencia, algunas escenas serán algo explícitas que posiblemente lleguen a incomodar.

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-Muy bien cabeza de bolo tú tiempo se acabó- la castaña tenía un papel con forma de bigote, hacia la voz un poco más grave y entre cerraba los ojos.

-¿A quién le dices cabeza de ping?- dijo el azabache con un cono en la cabeza.

La castaña se comenzó a reír mucho que se calló de espalda, Obito no pudo contener sus risas y se unió a ella.

-Desde que llegó ese chico nuevo, Rin ha sido cada vez más rara- comentó una niña a sus amigas.

-Ni que lo digas, son los más raros de la escuela- dijo un niño y todos volvieron su vista a sus celulares.

Mientras tanto la castaña y el azabache estaban tomando juguito en los juegos de la escuela.

-¡No puedo creer que hasta en la escuela usen esos teléfonos!- se quejó Rin. -¿Sabes lo que hacen?- se acercó mucho a Obito que la miró sin dejar de beber su jugo.
-¡Se mandan mensajes a si mismos siendo que se tienen aún lado!- expresó agitando los brazos hacia los mencionados.

-Si... Y luego nos llaman raros por tener una imaginación para jugar- dijo Obito sentándose en el columpio.

Rin entrecerró los ojos pensando en una forma para unir a todos a jugar. Hasta que una brillante idea pasó por su mente.

-¡Ay Lava!, ¡Hay lava por todas partes! ¡Me quema la lava!- comenzó a gritar mientras se subía a la casita de juegos, esto dejó confundido a Obito.
-¡¡El patio está llena de lava Obito!!- esto llamó la atención de una niña que estaba harta de las ocurrencias de Rin.

-¡¡Ya cállate!!-

-¡¡En serio todos el suelo está lleno de lava, me quema!!- gritó en lo más alto de la casa para que los niños la escucharán, y así sucedió.

-¡Nadie jugará uno de tus juegos de niños Rin!- le regañó la niña anterior, Obito miró como los demás estaban a punto de reírse de su amiga. Así que se paró sobre una llanta y gritó.

-¡¡No se preocupen voy corroborar si es verdad!!, ¡Observen como dominó el espacio y el tiempo! Eueueu- y bajo lentamente su pie.

-¡¡Noooo!!- gritó Rin, demasiado tarde Obito ya había tocado el suelo y pegó un brincó mientras gritaba.

-¡¡Es verdad!! ¡¿Rin, que pasho?!- los demás niños miraron por un momento el suelo y comenzaron a correr buscando un lugar para no "quemarse".

Rin sonrió triunfante y admiró su obra, Obito como pudo llegó hasta ella.

-Nunca creí que funcionaría-

-Hermana, nunca dudaré de tus habilidades- Obito posó una mano en su hombro y sonrió.

Esa hora de receso Rin logró que todos convivieran sanamente.

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Ambos niños que salían de la escuela reían al recordar cómo todos trataban de buscar un lugar alto para no quemarse.

Madara sonrió al ver a su hijo finalmente feliz.

-¡Mamá no vas a creer lo que hizo Rin en el recreo!- Ambos niños se acercaron al adulto.

-¿Qué fue lo que hicieron?- al terminar la pregunta, los dos comenzaron a relatar la versión con tanto entusiasmo.
Un par de minutos después llegaron los padres de Rin y antes de irse Madara le hizo una seña a Obito para que le hablara a Rin.

Mi vida nueva junto a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora